Reserva con corral de vacas y una “chanchería” en Ticucho

Reserva con corral de vacas y una “chanchería” en Ticucho

PREPARADAS. Las casas tienen paneles solares y tachos para el agua. la gaceta / fotos Diego Aráoz

En el último trayecto del recorrido por la ruta 312 se descubren irregularidades tan evidentes como los gritos de las charatas que vuelan espantadas al descubrir el paso del hombre. Antes de llegar a la zona de los clubes Scania (está abandonado), El Cardumen (debería haber sido devuelto el predio a la Provincia por no haber cumplido con un convenio, pero sigue siendo explotado) y el Regatas (único que está en regla) se creó una especie de barrio. “Ese sector forma parte de una Reserva y no puede haber construcciones. Ese es otro de los puntos que deberemos analizar cuando hagamos el registro”, aseguró el secretario de la Producción, Martín Lazarte.

“Estas viviendas aparecieron de un día para el otro. Con el tiempo se fueron agrandando y la novedad es que hay más lotes cerrados. Venimos aquí a buscar tranquilidad, a disfrutar de la belleza, pero nos están tapando de casas. Es increíble que esté pasando esto y nadie haga nada”, indicó Marcio Fernández, habitúe del Regatas. “Traigo aquí a mi familia porque estoy cerca y a los chicos les encanta pescar y correr por el predio. Mi papá, que ya no lo tengo, hizo lo mismo. Si esto sigue así, seré el único gil que no se hace su casa”, explicó el radiólogo.

A la entrada de los clubes hay varias situaciones particulares. La primera es que las casas fueron construidas supuestamente en zona de reserva y no existen registros para determinar qué modificaciones hicieron en los terrenos que las edificaron. La segunda es el fin que les dieron. En una se abrió una especie de comercio que vende bebidas y en otra habrían instalado un criadero de cerdos, por la estructura que está instalada. En el fondo de ese terreno, está estacionado un colectivo que, al parecer, no funciona. Entre las casas, también hay un establecimiento ganadero. “Si no estoy equivocado, estamos en medio de una reserva. ¿Se pueden abrir criaderos de cerdo y corrales para vacas? ¿Quién controla qué hacen con la porquería de los animales? Mire que están a menos de 200 metros del lago, del que se extrae el agua que todos consumimos”, analizó Fernández.

UN CLÁSICO. Una tranquera con el cartel de prohibido pasar.

El lugar conocido como el Camping Doña Chepa, ubicado a la vera del río Tapia, funciona como una especie de límite entre las comunas del mismo nombre y El Cadillal. Justo allí, en el terreno ubicado al oeste del margen, hay más casas construidas. Es una especie de barrio que desde el Camino del Perilago no son vistas, pero sí quedan al descubierto desde el lago. “Esos lotes los vendió miembros de la familia Torres. Son propietarios porque las leyes están a su favor. Nació ahí y tiene derecho a comercializarlas. Eso es lo que nos dijeron las autoridades”, indicó Flavio Herrera, habitante de El Cadillal. LA GACETA intentó infructuosamente comunicarse con este vendedor, pero no logró hacerlo. Las autoridades del Gobierno dijeron que, en principio, las tierras que comercializó serían de la Provincia. Además comentaron que en la zona no se las podría haber habilitado por cuestiones de seguridad.

Comentarios