La Cámara Tucumana de la Construcción lleva más de seis décadas trabajando para consolidar el desarrollo urbanístico y habitacional de la provincia. Hoy, en un contexto de desafíos estructurales y necesidad de planificación a largo plazo, redobla sus esfuerzos no solo en la reactivación de grandes obras, sino también en la propuesta de un modelo urbano más ordenado, sostenible y moderno.
Jorge Garber, presidente de la institución, asegura que la Cámara ha intensificado su participación en distintos frentes, acompañando proyectos clave como la continuidad del plan PROCREAR II en Manantiales Sur, las nuevas unidades penitenciarias en Benjamín Paz, Delfín Gallo y Las Talitas, así como el impulso a obras de vivienda paralizadas de programas nacionales como Casa Propia y Reconstruir, del Instituto Provincial de la Vivienda.
Pero además, la Cámara propone una visión superadora. “Presentamos una propuesta urbana para las 16 hectáreas de la zona de estación Mitre, que puede marcar el rumbo de expansión del Barrio Norte de San Miguel de Tucumán”, detalla Garber, quien remarca la importancia de pensar el crecimiento urbano de forma integral.
En este camino, uno de los pasos institucionales más importantes ha sido el trabajo conjunto con la Legislatura de Tucumán para actualizar la Ley de Obras Públicas (Ley 5854). “La normativa requiere un restyling que se adapte a los tiempos que corren. Para ello, una comisión de la Cámara trabaja activamente con la Comisión de Obras Públicas de la Legislatura”, explica.
Planificación urbana con visión sostenible
Garber plantea que el desarrollo de Tucumán debe basarse en una planificación que incluya zonas residenciales, comerciales e industriales bien delimitadas, respetando criterios ambientales. “No se trata solo de dar respuestas rápidas, sino de sentar las bases de una provincia ordenada y preparada para el futuro”, subraya.
Desde la Cámara proponen una infraestructura con visión de futuro: rutas y caminos nuevos, transporte público eficiente y servicios básicos modernizados (agua, cloacas, electricidad). A esto se suma una defensa clara del valor de los espacios verdes y recreativos como componentes esenciales para mejorar la calidad de vida urbana.
“La sostenibilidad debe ser un pilar del desarrollo. Hay que proteger nuestras áreas naturales, fomentar el reciclaje y apostar por energías renovables”, insiste.
Tecnología, innovación y arraigo
El presidente de la Cámara también plantea un desafío clave para Tucumán: apostar a un modelo de desarrollo que incorpore tecnología e innovación. “Necesitamos crear un ecosistema digital que promueva el empleo en sectores de alta tecnología y potencie el emprendedurismo local”, señala.
Finalmente, Garber resalta el valor de la identidad y el compromiso institucional: “Debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces y de lo que somos. Eso es lo que promovemos desde hace más de 62 años en la Cámara Tucumana de la Construcción: una provincia que crece, con visión, planificación y pertenencia”.