Reforma histórica: ¿qué significa el nuevo decreto del papa Francisco para los fieles católicos?
El Vaticano emitió un nuevo decreto que limita la acumulación de intenciones pagadas en una misma celebración religiosa. La medida, avalada por el papa Francisco, busca evitar prácticas abusivas detectadas en distintas regiones del mundo.
El papa Francisco introdujo una modificación histórica en una práctica tradicional de la Iglesia Católica: el manejo de las ofrendas por intenciones particulares en las misas. El cambio fue comunicado a través de un nuevo decreto del Dicasterio para el Clero, publicado este domingo por el Vaticano, que busca poner fin a una serie de abusos detectados en diferentes regiones.
El documento establece límites concretos sobre la cantidad de intenciones por misa que pueden ser aceptadas por los sacerdotes, así como nuevas reglas sobre el uso de las donaciones recibidas por esas intenciones. Si bien se ratifica que los fieles pueden seguir ofreciendo ofrendas para que se rece una misa por un motivo especial —como el alma de un difunto, la salud de un familiar o un agradecimiento—, el texto subraya que no se deben acumular múltiples intenciones en una misma celebración sin condiciones claras.
Transparencia y límites en las intenciones
Una de las principales novedades del decreto es que, si en una misa se reúnen varias intenciones, el sacerdote solo podrá conservar una de las ofrendas. Las demás deberán ser destinadas a otras parroquias con mayores necesidades, especialmente aquellas ubicadas en zonas de misión. Esto apunta a desalentar prácticas en las que algunas iglesias acumulaban numerosas intenciones remuneradas, a veces en una sola misa, sin informar debidamente a los fieles.
Además, el decreto aclara que solo será válida la celebración colectiva de múltiples intenciones si todos los fieles involucrados han sido informados con antelación y dieron su consentimiento libre y explícito. El consentimiento no podrá presumirse por omisión ni por silencio.
Freno a prácticas indebidas
El nuevo marco normativo también recomienda que las misas con intenciones particulares sean celebradas de forma individual, y advierte contra aceptar ofrendas durante ceremonias no eucarísticas o por simples menciones dentro de una misa. Estas prácticas, señala el texto, son consideradas una falta grave.
En cuanto a los sacramentos, el decreto recuerda que los sacerdotes no deben exigir ningún pago más allá del estipulado por las autoridades competentes y subraya que ningún fiel puede ser privado del acceso a los sacramentos por razones económicas.
Una misa para todos
El texto concluye con una afirmación contundente sobre el espíritu de la reforma: “El sacrificio eucarístico no debe verse como un privilegio reservado a los justos, sino como un remedio y un sustento espiritual para todos, especialmente para quienes más lo necesitan”.