¿Por qué es clave que el Gobierno acuerde con el FMI?

¿Por qué es clave que el Gobierno acuerde con el FMI?

Aunque Caputo lo había descartado, los analistas temen que haya una devaluación en caso de que el organismo sugiera retocar la política cambiaria. Los “fondos frescos”.

A LA ESPERA DE RESPUESTAS. Luis Caputo tiene un ojo puesto en el Congreso y el otro en la gestión de la gerente Kristalina Georgieva ante el FMI. as dfasdfasdfasdf

El cierre de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es fundamental para la continuación del plan económico. Una mejora en el balance del Banco Central podría permitir una flexibilización de los controles cambiarios y un proceso de desinflación más robusto. Al mismo tiempo, GMA Capital explica que ese escenario implicaría mayores certezas sobre cómo continúa el esquema monetario-cambiario, algo vital para todos los “asset classes” (clases de activos) del mercado local.

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), firmado por el presidente, Javier Milei, autoriza que se avance en el acuerdo. La intención oficial es que ese nuevo entendimiento se logre antes de cerrar el mes para que, en abril, el Board del organismo internacional aprueba definitivamente el acuerdo y establezca, finalmente, el monto de la ayuda que brindará en esta oportunidad a la Argentina. “Entre las pocas certezas que tenemos, sabemos que el programa será un Extended Fund Facility (Facilidades Extendidas) con un período de gracia de cuatro años y medio y un plazo de reembolso de 10 años”, indica GMA. Así, la Argentina lograría refinanciar cerca de U$S 13.900 millones de pagos de capital entre 2026 y 2029. Si bien los intereses del programa actual continuarían implicando un esfuerzo, lo cierto es que el esquema económico del gobierno se vería fortalecido por una disminución en las obligaciones en dólares. Sin embargo, aún no es claro cuál sería el monto total de fondos “frescos” que llegaría, ni su cronograma de desembolsos.

“El milagro del mercado argentino está en suspenso”, se titula la nota firmada por Craig Mellow, un reconocido periodista especializado en finanzas y en mercados emergentes, que fue publicada en “The Wall Street Journal”. El medio reconoce la recuperación de los bonos soberanos desde la asunción de Milei, pero advierte que los inversores esperan señales más concretas sobre el rumbo económico a largo plazo. El artículo destaca que, aunque el decreto presidencial para preaprobar el acuerdo con el Fondo confirma el avance de las negociaciones, los mercados no reaccionaron significativamente, lo que indica que los inversores ya habían descontado este acuerdo. Desde diciembre de 2023, los eurobonos argentinos han experimentado una fuerte recuperación; el bono de referencia con vencimiento en 2038 subió de 39 a 67 centavos por dólar, reflejando la confianza de los mercados en el ajuste fiscal del gobierno, que ha logrado reducir la inflación mensual del 20% al 2% sin generar protestas masivas.

Sin embargo, “The Wall Street Journal” advierte que, aunque las calles no reaccionaron con fuerza al ajuste, los bonos comenzaron a estabilizarse en niveles bajos. El medio señala que Argentina ha vivido momentos similares antes, pero romper el ciclo de crisis económicas llevará años.

Además, se menciona que el nuevo programa con el FMI incluiría unos U$S 12.000 millones destinados en gran parte a refinanciar la deuda de U$S 40.000 millones que la Argentina mantiene con el organismo desde la gestión de Mauricio Macri. No obstante, el monto no sería suficiente para respaldar el próximo desafío: la salida del control cambiario.

El artículo también aborda la cuestión del tipo de cambio y el control de capitales. Según el analista Mauro Roca, el peso sigue sobrevalorado, lo que genera precios del dólar elevados a nivel mundial. No obstante, liberar de forma prematura el control sobre el dólar podría poner en riesgo los avances en la lucha contra la inflación. The Wall Street Journal concluye que, aunque Milei ha logrado lo que muchos consideraban imposible en términos de inflación, el milagro del mercado argentino sigue en suspenso.

En los últimos días, Ricardo Arriazu, uno de los economistas más escuchados del mercado, lanzó una serie de advertencias sobre el futuro del plan económico y los cambios que podría llegar a tener el esquema cambiario ante un acuerdo con el FMI. “Si hay flotación compacta como en el 2018 va a haber problemas”, puntualizó el analista que esta semana llegará a Tucumán. Arriazu es partidario de no dejar flotar el tipo de cambio en una economía bimonetaria como la argentina. Además, alertó sobre posibles shocks externos.

Dudas del mercado

Pese a que el ministro de Economía, Luis Caputo, descartó devaluar y tocar el tipo de cambio oficial ante un eventual pedido del FMI, en el mercado persisten las dudas. Se especula que se pondría fin al dólar blend y una menor intervención en los financieros. Esto ocasionó algunos movimientos en el sistema cambiario. El indicio más claro de la inquietud de los operadores cambiarios ha sido la decisión del Banco Central de vender U$S 474 millones al cierre de la semana pasada. Ese movimiento fue el segundo mayor saldo negativo desde 2019, y esto hizo pegar un salto al volumen de futuros.

Incógnitas: las facetas del acuerdo que todavía no se conocen

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no hizo más que plantear nuevas incógnitas. A más de una semana de su anuncio, aún se desconocen aspectos claves como el monto, el nuevo cronograma de vencimientos y las condicionalidades, lo que abona a la formación de especulaciones y conjeturas en torno a las negociaciones. En especial, advierte Ecolatina, aquellas referidas al esquema cambiario del Gobierno que, como es de público conocimiento, no se encuentra dentro de las recomendaciones y gustos del organismo.

En este contexto, el equipo económico y el presidente Javier Milei aclararon que el acuerdo con el organismo internacional no viene de la mano de un cambio en el régimen cambiario, es decir, se mantendría inalterado la pauta oficial de deslizamiento del dólar y el cepo cambiario (al menos en el corto plazo), detalla la consultora privada “Dada las experiencias recientes, no suena ilógico de cara a las elecciones de octubre. No obstante, no descartamos que el FMI imponga alguna modificación”, plantea Ecolatina.

Destino: los recursos irán a cancelar las letras intransferibles y pagar al fondo

Los fondos que puede llegar a aprobar el Board del Fondo Monetario el mes que viene tendrán como destino exclusivo la cancelación de deudas con el Banco Central y con el propio FMI. Los pagos pendientes con el organismo alcanzan U$S 21.000 millones hasta 2028. Mientras que la deuda contraída por el Tesoro con el BCRA en Letras Intransferibles asciende a U$S 23.000 millones a valor de mercado, por cuanto el desembolso permitiría abordar en parte ambos pasivos.
Las versiones que circulan en el mercado respecto de la cantidad de recursos que podría girar el Fondo incluyen fondos frescos -financiamiento neto- por entre U$S 7.000 millones y U$S 10.000 millones. A esto se sumaría financiamiento para cubrir los próximos 48 meses de pagos de capital con el FMI, una cifra cercana a U$S 14.000 millones. Bajo estos supuestos, el Fondo desembolsaría entre U$S 21.000 millones  y U$S 24.000 millones de dólares. Sin embargo, en el Gobierno nacional prefieren manejarse con cautela esperando más señales desde Washington respecto del avance del nuevo entendimiento.

Deudor: Argentina, en el top del ranking de comprometidos ante el organismo

La Argentina es el principal deudor del FMI -por delante de Ucrania y Egipto-, por lo que para el organismo arribar a un acuerdo también es un paso clave.

El Tesoro enfrenta vencimientos con el FMI por U$S 2.500 millones durante 2024 y U$S 12.700 millones en lo que resta de la gestión del presidente Javier Milei.

El FMI ha llevado adelante acuerdos de financiamiento con diversos países a lo largo del mundo, acumulando un stock de préstamos por U$S 144.900 millones hacia fines de 2024.

Según GMA Capital, la percepción de Argentina en el FMI ha mejorado mucho, posicionándola como un caso atípico entre los países con programas vigentes. Igual, el débil nivel de reservas sigue siendo un factor de preocupación para el organismo.

De acuerdo con los cálculos del organismo internacional, la relación entre reservas y necesidades del país debería situarse entre 1 y 1,5. Actualmente, Argentina se encuentra por debajo de ese rango con un coeficiente de 0,65.

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