Ficha Limpia: “Es una reacción a la insatisfacción con la política y la Justicia”

Ficha Limpia: “Es una reacción a la insatisfacción con la política y la Justicia”

FRENO. Ficha Limpia impide postularse a personas que tengan condenas.

Ana Claudia Santano, especialista en derecho electoral, advierte sobre las consecuencias de legislaciones que impidan o frenen candidaturas.

Fernando Stanich
Por Fernando Stanich 26 Enero 2025

Luego de dos intentos fallidos por falta de quórum en Diputados, el Gobierno nacional ahora impulsa el tratamiento de un proyecto propio de Ficha Limpia, la iniciativa que podría impedir que personas con condenas por corrupción se postulen a cargos electivos. Sin embargo, la suerte de esa aventura libertaria es aún incierta: en particular, porque el bloque peronista, que reúne más de 100 diputados y una treintena de senadores, no estaría dispuesto a sentenciar la suerte política de su líder, Cristina Fernández de Kirchner. El desenlace se conocerá antes del 21 de febrero, cuando cierre el período de sesiones extraordinarias en el Congreso.

La propuesta libertaria fija que para frenar una postulación ya no será necesaria una condena firme, sino que alcanzaría con una condena confirmada en segunda instancia. Y para que sea aplicable, la sentencia debe ser confirmada antes del 31 de diciembre del año previo a la elección.

Más allá de esta situación coyuntural, Ficha Limpia es una propuesta legislativa que fue ganando adhesiones en otros países, aunque en un camino plagado de polémicas.

Quienes la defienden aseguran que permite depurar el sistema político, pero quienes la defenestran aseguran que es una herramienta de proscripción. ¿Por qué la sociedad llegó al punto de necesitar legislaciones hasta redundantes en materia electoral?

Ana Claudia Santano es profesora de Derechos Humanos, Derecho Constitucional y Electoral, y doctora en Derecho y ejerce en universidades del sur de Brasil, uno de los países en los que rige Ficha Limpia. En diálogo con LA GACETA, advirtió sobre las ventajas y las probables dificultades de una norma de esta naturaleza en sistemas institucionales débiles como los de América Latina. “Hay que tener mucho cuidado y evaluar bien las consecuencias de la aplicación de la Ficha Limpia”, alertó la especialista.

- ¿Por qué surgen como tendencia los proyectos de Ficha Limpia, cuando hay legislaciones que establecen las causales de inhabilidad para ejercer cargos públicos?

- No creo que sea una tendencia, sino una reacción al estado de insatisfacción con la clase política y con el sistema de justicia que no aplica debidamente la ley y que no da respuestas a la sociedad. Es mucho más una sensación de que el Estado de Derecho sirve para unos y no para otros, como si hubiera una cierta inmunidad a la aplicación de sanciones para algunas personas que forman parte de determinados grupos.

- Un temor de la política es que Ficha Limpia sea utilizado como un mecanismo de proscripción, ¿cree que es infundado?

- No me parece tan infundado. Puede pasar y eso puede ser preocupante y va a depender de la manera como se adopta la idea, ya que la persona puede ser señalada como inhabilitada a los ojos de la opinión pública sin que le diera la oportunidad de defenderse o de probar que no procede su condición de acusación. Hay que acordarse que, en la política, un daño como este puede que sea irreversible para toda vida.

- Que surjan iniciativas en este sentido, ¿obedece a la desconfianza en la justicia y a las demoras de los procesos judiciales?

- Seguramente hay un punto en eso, y creo que está aquí el peligro de la iniciativa. Si es el sistema de justicia que no funciona hay que trabajar con este problema, no con el aumento de causales de inhabilitación que quizás generen problemas aún más crónicos. Hay que señalar igual el impacto sobre del propio sistema de justicia con iniciativas así, ya que la tendencia es que aumenten los casos judicializados, no que disminuyan.

- Según la experiencia internacional, y particularmente Brasil, ¿sirvieron para depurar el sistema político estos proyectos?

- No, justamente porque se basaba en una visión moralista de lo que es la política. Además, la ley en Brasil ya sirvió para perseguir adversarios políticos y para presionar el sistema de justicia, transfiriendo la última palabra sobre quién podría o no tomar posesión para los jueces electorales; es decir, la persona ganaba en las urnas, pero era inhabilitada por la justicia electoral y no asumía el cargo. Eso tiene profundos impactos en la cabeza del electorado.

-¿Qué rol juegan las sociedades en esta temática? Porque muchos de los inhabilitados son personas con adhesión popular.

- Depende de cómo se aplica la iniciativa y qué causal estamos hablando. La clase política siempre cuenta con el elemento popular, ya que es así que se hace política. Si la persona, por más comprometida que sea con la justicia en términos penales, por ejemplo, sigue siendo electa por el voto popular, quizás el problema es mucho más el sistema de justicia que la sociedad, acusado conmunmente de no saber votar. Se trata de un argumento elitista y hay que comprender porqué las personas votan por esta persona todavía. Además, puede que una iniciativa como esa se vuelva en contra el sistema de justicia y termine por fortalecer los politicos.

“Proyecto integral”

Lisandro Catalán

“El proyecto de Ficha Limpia enviado por el presidente Javier Milei es una iniciativa integral, que tiene como objetivo primordial proteger a nuestras instituciones democráticas y luchar contra la corrupción que durante tanto tiempo sufrimos los argentinos, sin convertirlo en un medio de proscripción injusto a ningún candidato. Se trata de un proyecto que, como vimos en las reuniones legislativas que mantuvimos durante la semana con bloques dialoguistas de ambas cámaras, despertó el apoyo de aquellos espacios políticos que junto a La Libertad Avanza quieren sacar a la Argentina adelante”, destacó Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior a LA GACETA.

“Dos graves problemas”

La visión de un experto argentino

“Tenemos que hablar de Ficha Limpia porque nuestra democracia padece dos graves problemas: la educación cívica y la formación ciudadana requieren mejorar, y la Justicia no cumple su función en tiempos institucionalmente útiles”, planteó el experto en Derecho Electoral, José María Pérez Corti. “Revisar ambas fallas resulta imperativo para no continuar, infinitamente, diseñando parches para compensar sus derivaciones. Como esos problemas no son abordados, se recurre a alternativas complementarias que contengan o compensen sus efectos negativos sobre las instituciones y la sociedad. Es el reflejo fiel de la impotencia social ante la reiteración de aquellos”, dijo. “Estas soluciones pueden ser útiles, pero no la respuesta definitiva”, cerró.

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