Recuerdos fotográficos: cuando el radioteatro era pasión de multitudes

Recuerdos fotográficos: cuando el radioteatro era pasión de multitudes

En este espacio de “Recuerdos” LA GACETA busca revivir el pasado a través de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, los haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.

La televisión comenzó a transmitir en Tucumán cuando aquellos que hoy tienen 58 años empezaban a poblar estas tierras. Hasta entonces la radio atrapaba, emocionaba y cautivaba a quienes se ponían a escucharla.

Con el tiempo, la televisión fue ganando terreno y fue desplazando a los oyentes fanáticos que se fueron haciendo amigos de la imagen.

Pero el bastión más difícil de cambiar o de vencer para la televisión fue el radioteatro. Su horario central solía ser a la siesta. Después del almuerzo la cita obligada era escuchar las novelas que se teatralizaban en las emisoras y se escuchaban en la casa. Después, en los distintos teatros del interior de la provincia, los fanáticos iban a ver las obras y “conocer” a los actores.

En las emisoras de radio no sólo la voz era la protagonista principal: había también diferentes utensilios fundamentales para ambientar las escenas. Ellos eran una parte más de la destreza actoral.

En la imagen de hoy se revive una de esas tardes cuando el público, en la década de 1930 se congregaba en la sede la radio LV7 para escuchar en vivo los radioteatros de la emisora.


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