De los ingenios azucareros a las trincheras: los franco tucumanos en la Primera Guerra

De los ingenios azucareros a las trincheras: los franco tucumanos en la Primera Guerra

Esta es la cuarta entrega de SOCIEDAD ANÓNIMA TUCUMÁN, una serie que sale a la búsqueda de esas historias de vida y curiosidades escondidas –y no tanto- en nuestra sociedad tucumana. De los ingenios a las trincheras.

LA PLACA. En la Sociedad Francesa, actualmente en obras, descansa el homenaje a los 14 caídos en combate. Fotos Franco Vera

Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, desde la Sociedad Francesa de Tucumán decidieron hacer un homenaje a los “franceses tucumanos” que participaron del conflicto y murieron en el frente de batalla, según cuenta el libro Premiere Personne Pluriel, escrito por Gerardo Isas, actual presidente de la institución centenaria.

El sacerdote lourdista Marcelino Fontan se encargó de la tarea de confeccionar la lista de muertos. Él mismo era un ex combatiente de la batalla de Verdún, uno de los enfrentamientos más sangrientos de esa guerra y de muchas otras.

En esas trincheras inmóviles vivió el horror de casi 10 meses de fuego entre alemanes y franceses. En el suelo que pisó el sacerdote quedaron esparcidos los cuerpos sin vida de casi 700 mil almas, con pérdidas similares para ambos bandos.

Francia ganó aquella batalla. Fontán volvió a Tucumán condecorado.

Historia

“La historia de la inmigración francesa comienza antes del 1800 en Buenos Aires”, contextualiza el genealogista Carlos Alvarado Larroucau. “En Tucumán, hay registros de franceses desde 1830, aproximadamente; los cuales se emplean principalmente en las curtiembres. La siguiente corriente migratoria en la provincia se produce a mediados de 1870”.

Ese período coincide con la presidencia del tucumano Nicolás Avellaneda y su plan de obras de infraestructura para potenciar la industria azucarera, según detallan los especialistas.

Esto era parte de un proyecto provincial sostenido por la Nación para transformar la matriz económica local. Se apoyaba en obras clave: llegada del ferrocarril, procesos de electrificación, creación de canales y la importación de maquinaria.

De esta manera, la industria azucarera se convirtió en la primera industria pesada de Argentina. Comienza a surgir la necesidad de mano de obra calificada que se subsana con la llegada de técnicos franceses que ocupan los cargos jerárquicos de los ingenios.

DOCUMENTOS. Los especialistas analizan actas de principios del siglo XX para reconstruir los hechos.

“Algunos incluso llegaron a ser dueños de ingenios, pero son los menos”, afirma Isas. “La mayoría eran empleados que al principio venían por temporadas y regresaban a su país, y luego terminaron asentándose en la provincia”.

Industria de por medio, hacia las primeras dos décadas del siglo XX había 2 mil familias francesas en la provincia ocupadas en el agro, los ingenios o el comercio. “Estos inmigrantes, en su mayoría, eran hombres que tuvieron descendencia con mujeres tucumanas integrándose de manera veloz y comprometida con la sociedad local”, revela Isas.

La Gran Guerra

En el año 14 estalla “La Gran Conflagración Mundial”, como llamaba la prensa de la época a la Primera Guerra. En los franceses en Tucumán aún resonaba el impacto de la guerra franco-prusiana: 44 años después, con un armamento exponencialmente más brutal, las mismas banderas volvían a enfrentarse.

“Del estudio de las actas de la Sociedad Francesa se deduce que, además de la conmoción, esto genera un gran dilema en la comunidad en Tucumán”, cuenta Larroucau. “Había quienes querían acudir al llamado a luchar por Francia y otros que consideraban que ellos y sus hijos ya eran argentinos y por lo tanto deberían mantenerse neutrales”.

La indiferencia también tenía sus consecuencias. Según el libro Premiere Personne Pluriel, en diciembre de 1915, Francia promueve la movilización al frente de batalla para franceses e hijos de franceses en todo el mundo. El cónsul francés en Tucumán se hace eco de la orden y comienza a convocar uno a uno a los integrantes de la colectividad en condiciones para participar de la contienda.

Desertores

“Gracias a las fichas militares de la época, podemos determinar que, quienes no acudían a los distintos llamados, eran considerados desertores”, explica el genealogista. “Si bien el consulado no podía administrar un castigo en el marco de las leyes argentinas, esta calificación si afectaba los vínculos que los inmigrantes tuviesen con Francia, ya sean bancarios o relacionados a propiedades o familia; pero por sobre todas las cosas significaba un agravio y un deshonor”.

Sin embargo, según el especialista, los que sí fueron a la guerra lo hicieron por convicción y no por amenazas, respondiendo al carácter patriota de los franceses. En 1915 llega la noticia del primer “franco-tucumano” muerto en batalla: Pierre Hautecoeur, criador de ganado de Río Colorado, Tucumán.

Todo es desconsuelo y dolor.

El impacto

“La guerra produce en la colectividad una gran crisis existencial”, cuenta Isas. “En la Sociedad Francesa no se vuelve a organizar ningún tipo de festejo o entretenimiento y en lo único que se pensaba era en juntar dinero para ayudar a los seres queridos del otro lado del mar. Ese ambiente está esbozado en el análisis de las actas”, detalla.

Los especialistas aclaran que no se sabe con presición cuántos fueron, o si sobrevivieron o murieron. Lo que sí se sabe es que los nombres que encontró Fontán, corresponden a hombres abatidos en combate. Esos nombres están impresos en “La Placa de los Gloriosos Muertos por la Patria” que descansa en una sala de la Sociedad Francesa y que, desde 1924, funciona como un elemento simbólico en honor a sus memorias.

En 2018, el especialista Larroucau, registrará un caído en batalla no incluído en la placa: Marcos Martín Jerónimo Rodrigué Hileret, nacido en San Miguel de Tucumán en 1888, de profesión ingeniero, voluntario en 1914 y promovido subteniente. “Herido mortalmente el 26, de 07, de 1918; muere el 04, de 08, de 1918”, reza su ficha militar. “A consecuencia de una voluminosa herida en la mejilla izquierda. Se volvió un excelente oficial, en particular en operaciones relacionadas con la toma de Monastir (Túnez). No dejó de ser un ejemplo de exactitud, de disciplina y de energía”, concluye el documento.

“Algunos de los que fueron a combate habían nacido en la provincia o en otros lugares del país, otros eran nativos”, dice Isas. “Todos sentían un gran amor y arraigo por Tucumán, por eso al encargar el trabajo a Fontán se los nombraba como los ‘los franceses tucumanos de la Primera Guerra’”.

La Primera Guerra Mundial, estadísticamente, marca el fin del proceso inmigratorio francés en la provincia.

Los 14 “gloriosos franceses tucumanos” que mueren en la guerra y fueron homenajeados en la placa:

- Charles de Baillet: Nace en 1894, 04, 14 en Asunción, hijo de Marie Joseph de Baillet, que vive en General Paz 372 y muere en 1923. Charles muere en Pas-de-Calais en 1915, 05,09. Recibe la Cruz de Bronce.

- Pierre Hautecaur: Nace en 1889,06, 15 en Bruay-sur-l’Escaut, Canton de Valenciennes, Nord. Hijo de Auguste Alexandre Hautecœur y Adèle Irma Dorchis. Inmatriculado en Córdoba en 1913,02, 20. Criador de ganado, vive en Río Colorado, Tucumán.

- Louis Schulerud: Nace en 1893, 06, 20, en Landrecies, Nord. En 1906 obtiene un premio de dibujo en la Escuela Téophile 

- Dufour de St-Quintin: Muerto por el enemigo en 1915, 05, 15 en Les Mesnil-lès-Hurlus, Marne, ciudad aniquilada en la Primera Guerra Mundial.

- Père Marcel Florence: Nace en 1886,09,11, en Soulom, Haute Pyrénées. Declarado insumiso, se presenta voluntariamente ante el Cónsul en Tucumán en 1914, 12, 05. Incorporado en el 12° Regimiento de Infantería. Muere en 1915, 10, 04 en el Hospital de Mezieres, Charleville. El único de los seis sacerdotes lourdistas incorporados que muere en la guerra.

- Charles Roussel: Nace en 1875,07,07, en Lima, Perú. Estudiante de Ciencias. En 1903 tiene su primer registro de residencia en Concepción, provincia de Tucumán. Muere en 1915, 03, 12.

- Felicien Romany: Nace en 1885,06, 23 en Tucumán. Vive en calle Chacabuco y San Lorenzo. Muere en 1918, 06, 11 en Maretz.

- Robert Coutant: Nace en 1888, 08, 25 en Paris. Grado de Brigadier. Cuerpo de Artillería Muere en 1918, 04,03 en Sandrecourt, Meure.

- Jean Pitolet: Nace en 1890, 12, 11 en Chilecito, Argentina. Grado de Caporal de Infantería. Muere de meningitis en Hospital de Le Mans, en 1916, 04,29.

- Raphael Darnay: Nace en 1896, 03, 22 en Ciudadela, Tucumán. Hijo del socio León Marcelin Darnay (n. 1851) y de Louise Lefebvre. Soldado de Infantería. Muere en Romain, Fismes, Marne, en 1918,09, 30.

- Gustave Grossetête: Nace en 1875, 07, 01 en La Chapelle la Reine, Seine et Marne. Profesión: plomero 1,88 m de altura.

- Maurice Grossetête: Nace en 1890,07, 12 en Paris, Seine. Segunda clase en Regimiento de Infantería. 1,88 metros de altura. Muere en 1915, 09, 25 en Suterioco el Suippes, Marne

- Maurice Têtu: Nace en 1885, 12, 09 en Avignon. Residente en Londres. Hijo de Jules Casimir Têtu y de Josephine Gassin. Incorporado a la aviación en 1915, 01, 22. Muere en 1915, 07, 04, en un combate aéreo, fue inhumado en el Cementerio de Merchiennes.

- Jean Grossetête: Nace en 1896, 01, 01 en Bistera, du Dit, Constantini. Residente en San Pablo, provincia de Tucumán. 1,65 m de altura.

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