Intimidad emocional

20 Dic 2020
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Intimidad emocional

¡Qué bien nos hace sentir la intimidad con otra persona! Saberla cercana, interesada genuinamente en nuestra vida, con una escucha profunda. Tener la tranquilidad de que podemos compartir con ella todo: lo que pensamos y sentimos, por ejemplo, sin miedo a ser juzgadas/os. Aceptadas/os tal cual somos, de manera -casi- incondicional. Una vivencia así nos da seguridad, es un refuerzo para nuestra autoestima y nos ayuda a confiar en los demás. Claro que, para ser verdadera, debe correr en ambas direcciones.

La intimidad emocional es propia de las relaciones de amistad pero también configura algo absolutamente clave en las de pareja, al menos en las más satisfactorias.

¿Patrimonio de las mujeres?

Inscripto en los llamados “estereotipos de género” o creencias categóricas acerca de los rasgos, conductas y actitudes que definen a varones y mujeres, figura la idea de que los hombres tienen una mayor capacidad de encarar las relaciones sexuales como una aventura pasajera, por puro placer físico, mientras que las mujeres, más emotivas, estaríamos buscando, en el fondo (y tendríamos más capacidad para ello) intimidad. ¿Es realmente así?

Veamos: no es que los hombres no sean capaces de combinar el placer físico del sexo con la intimidad emocional. Lo que les pasa a muchos de ellos –por pura falta de educación afectiva- es que, con frecuencia, les cuesta distinguir entre una cosa y otra. Concretamente, cuando están excitados pueden llegar a ser menos concientes que las mujeres de si lo que sienten es un impulso físico, el deseo de proximidad emocional… o ambos. (Pero ojo, que esto nos puede pasar a nosotras también).

Por otra parte, distintas investigaciones han arribado a datos que descalifican el tópico de que las mujeres tienen mayor capacidad de intimidad emocional que los hombres. Por ejemplo, un aspecto importante en este sentido es el poder revelarle los propios sentimientos a una persona: la diferencia en el grado de apertura es algo que han indagado y comparado los psicólogos en varios estudios. Y, si bien es cierto que algunos se han inclinado por las mujeres, en la investigación lineal -en la que parejas son observadas a lo largo de la relación- se ha concluido que por lo general no somos tan distintos.

Y algo más: un famoso estudio, realizado por la pareja de psicólogos Susan y Clyde Hendrick de la Universidad Tecnológica de Lubbock, Texas, analizó la conducta de estudiantes universitarios durante tres años, reuniendo datos de más de mil participantes. ¿Qué revelaron? Mostraron cabalmente que, contrario a la creencia popular,  hombres y mujeres no difieren en la valoración del sexo como una experiencia emocional.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.