19 Abr 2020
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Mujer bonita

¿Cambiarán nuestros hábitos un vez que pase o vaya disminuyendo este bendito virus? ¿Nos lavaremos las manos con más frecuencia? ¿Dejaremos –como los orientales- los zapatos en la puerta? ¿Limpiaremos todo lo que traigamos de la calle? ¿Toseremos ya siempre en el pliegue del codo? ¿Evitaremos tocarnos la cara, aunque la picazón nos esté matando? ¿Incorporaremos el barbijo a nuestras vidas? ¿Renunciaremos a nuestra famosa calidez latina y dejaremos de repartir besos en la mejilla y apretones de manos apenas nos presentan a alguien? Más aún, ¿se extinguirán los besos en la boca? Esperemos que no… 
Y con el ánimo de que las cosas buenas logren sobrevivir a la pandemia, recordemos que el 13 de abril fue el Día Internacional del Beso. Pasó sin pena ni gloria, olvidado entre las recomendaciones de confinamiento, distancia social y sexo virtual. La celebración fue instituida en el año 2011, luego de que una pareja tailandesa estableciera un récord mundial al besarse durante más de 46 horas, sin parar. (Al año siguiente ellos mismos se superaron, y lo hicieron durante… ¡58 horas!)

Energía positiva

William Cane, profesor de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y del Boston College y autor del best seller “El arte de besar”, asegura que las tres cuartas partes de las mujeres y la mitad de los hombres consideran que besar es más íntimo que mantener relaciones sexuales. (Quizás por eso en la comedia romántica “Mujer Bonita”, Vivian, la prostituta encarnada por Julia Roberts se presenta diciendo que hace “todo, menos besar en la boca”). Es más, la mayoría de las mujeres a las que Cane entrevistó consideraba que los besos no deberían acabar siempre en un encuentro sexual.
Por su parte, el investigador alemán Arthur Szabo, realizó un estudio en relación a los besos del que obtuvo conclusiones notables, estableciendo que las parejas que cada mañana al despedirse se dan un beso… viven una media de cinco años más, ganan entre 20 y 30% más, incurren en menos ausentismo laboral y sufren menos accidentes de tráfico camino al trabajo. ¿Cómo es esto? Al parecer, el beso nos infunde energía positiva, ya que ese simple gesto supone una forma de aprobación y apoyo mutuo en la pareja, que da fuerzas para encarar la jornada.

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Psicóloga, sexóloga clínica y colaboradora de LA GACETA desde hace más de 10 años.