Erase una vez, hace muy mucho tiempo, en una tierra muy lejana...
¿Cómo cuentas las historias? ¿Qué narrativa tienes de vos y de los demás?
El otro día ví una propaganda de indumentaria deportiva que creaba una historia para sus consumidores y la persona que la analizaba decía: "Ellos compran historias"
Esto me hizo pensar en el poder de las historias y en la influencia de los mitos en nuestra vida. Los mitólogos saben muy bien el poder de influencia que tiene la narrativa en las civilizaciones. No es lo mismo que al mundo lo haya creado un Dios, a que sea producto de una batalla entre dos gigantes; que haya salido del huevo de una serpiente con plumas o que lo haya creado una mujer tejedora.
Por todo esto me pregunto: ¿Cuál es la versión que tienes de vos? "Soy tal cosa, soy tal otra" pueden generar creencias limitantes y lo que se cree se hace. Nuestras conductas están condicionadas por nuestras creencias.
Creo que el cambio puede empezar por cualquier lado. Me refiero a la conducta o a la creencia (de adentro hacia afuera o de afuera hacia adentro) El tema es cambiar la historia si esta no es fecunda para nuestras vidas. De una historia de fracasos a una de posiblidades. La mejor decisión es aquélla que, luego de tomarla, genera mayor cantidad de alternativas.
Cambiar la historia es cambiar las palabras que usamos para referirnos a los acontecimientos y las preguntas que nos hacemos son claves para poner el foco allí en donde radican las posiblidades.
¿Y si la muerte fuera cambio? ¿Y si la enfermedad fuera proceso? ¿Y si la pobreza fuera oportunidad de brindarnos? ¿Y si tu enojo fuera energía?
Dime como lo cuentas y te diré de lo que eres capaz de lograr...
¡Hasta la próxima!
