Dije "no" y punto...

02 Feb 2018
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No es no.

El diálogo asistido es como una caja de sopresas. Ayer trabajé en una mediación virtual (on line). Padre e hijo.

La relación venía de muchos años de tensiones. Al empezar hicimos una meditación guiada en donde les pedí que se conecten con lo más profundo de su intención. El padre dijo: "reafirmar". El hijo dijo: "claridad" 

Empezaron los relatos. El hijo manifestó que su padre había incumplido su promesa de compartir un local que habían acordado ocupar juntos para realizar cada uno su trabajo y que eso lo perjudicaba mucho. Dijo que le cambiaba sus planes y le pedía que por favor cumpliera con lo acordado. 

Por su parte, el padre expresó: "Volví de viaje. Entré al local. Ví llegar a mi hijo y pensé: Esto nos perjudica. No voy a trabajar ahí contigo. Quiero preservar nuestra relación" La expresión era segura, contundente. Era un "No" con mayúsculas. Era un límite. Algo que venía de un "darme cuenta" muy profundo. Me dió la impresión que el padre estaba haciendo algo que tenía pendiente hacer...

El hijo continúo expresando insistentemente que el compromiso debía cumplirse y de la necesidad de ese lugar para trabajar. El padre sostuvo su "no" con el mismo énfasis. Aunque luego hizo algunas concesiones para acordar, como por ejemplo prestarle otro lugar etc. Pero ese es otro tema.

Hay un lugar al que llamo el "hueso duro" en el diálogo. Es una sensación. Es un límite. Hay formas de caminar por los límites. Es como caminar por una corniza. Podemos estar allí un tiempo acompañando a los mediados. Y tal vez avanzar en forma paralela pero, por lo menos en ese momento, no podemos atravesarlos.

Destaco el poder la intención. "Reafirmar" y "claridad" fueron proféticos. Eran en realidad un acuerdo y un objetivo que ambos lograron en la reunión. 

Quedó resonando en mí el valor del "no"...

¡Hasta la próxima!


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