¿Cuál era el secreto de Kentenich?

02 Ene 2018
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P. Kentenich

¡Feliz año! Arranco el 2018 con un blog dedicado a los/as maestros/as...

Sometimiento, dura obediencia y disciplina, orden, control, vigilancia, adiestramiento, castigos y azotes eran una práctica ampliamente difundida en el sistema educativo de la Alemania del Káiser allá por 1912.  

"Primero un penoso interrogatorio, luego una reunión de profesores, luego los azotes delante de toda la clase. Los castigos atacaban al sentido del honor de estudiantes que estaban a merced de los superiores" (Schlickman 2012) 

Se llamaba Josef Kentenich (1885 - 1968) fué un sacerdote católico alemán, fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt y tenía un secreto.

¿Cómo logró terminar con estas prácticas? ¿Cómo garantizó la disciplina y la educación profunda sin hostilidad y opresión?

He conocido métodos educativos exagerados. Algunos parecidos a los descriptos (aunque con azotes psicológicos) y otros que dejan todo en manos de los estudiantes invocando autoeducación. Tanto el miedo como la desidia generan violencia.

Sucedío en Octubre de 1912 en el seminario de Schoenstatt cuando designaron al nuevo guía espiritual. Empezó su revolución con las frases: "De cien azotes que da el maestro noventa y nueve los merece él" "Con mi método las cosas no pueden ir peor de lo que están, por lo tanto lo intentaré" 

El P. Josef asumió el riesgo de una educación que permitía al educando tanta libertad como fuere posible, al mismo tiempo que los comprometía en un difícil y sistemático viaje hacia el interior de sus corazones y hacia el sentido de misión que cada educando tenía en el mundo.

Algunas de sus frases: "No se necesita tener muchos conocimientos del mundo y de los hombres para darse cuenta de que "nuestra epoca" con todo su progreso y descubrimientos, no puede librar al hombre de su vacío interior"

"Toda actividad tiene como objeto el mundo fuera de nosotros"

"Exploramos todo el mundo pero hay un mundo enteramente antiguo y eternamente nuevo que queda desconocido e inexplorado: el microcosmos, el mundo pequeño, nuestro propio mundo interior" 

"Los políticos proponen reformas sociales pero ninguno propone transformar al ser humano"

"El joven busca conocerse a sí mismo y conquistarse a sí mismo. Si quieren ensayar este método en el trabajo con sus jóvenes, no lean en los libros: más bien lean en el alma de sus muchachos y describan lo que sucede en ellas. No digan: "Para tí esto debe ser así" En esa edad el joven no puede tolerarlo; y si ustedes insisten, lo perderán para siempre" "Una casa de estudios en donde no reina la alegría tiene que cerrarse"

A cada paso invocaba la protección Mariana en lo que el denominaba la pedagogía de la vinculación. ¡Eso la vinculación! 

¿Qué tiempo dedicamos en nuestras aulas a vincularnos? ¿Qué temores tenemos como profes en bajar la guardia y conectar nuestra vulnerabilidad con la de los estudiantes? ¡Distancia, distancia! piden algunos/as temerosos/as de ser más humanos.

El momento justo, el contacto justo, la cercanía justa esta dada por nuestra entrega a lo trascendente, a las reglas del corazón y como lo enseñó Kentenich a la invocación de un Amor mucho más grande que todo el magisterio.

¡Vamos maestros/as entonces a redescubrir nuestra vocación de guías dejándonos guiar por nuestros estudiantes!

¡Que esa sea nuestra intención y el sentido de nuestra labor en el 2018! Nuestra comunidad nos lo agradecerá. ¡Que así sea! 

Feliz año y hasta la próxima...  



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