Amor prohibido, Disobedience (2018)
El amor es
un sentimiento complejo, prácticamente uno se enamora sin quererlo, en el
momento menos pensado, lo que sí, es difícil interpretarlo. Por lo menos en
esta película me costó poder descifrar su código, ya que no estaba tan claro
como lo solemos ver en las películas románticas donde el chico termina corriendo
al aeropuerto.
El director
chileno Sebastián Lelio, ganador del Oscar a mejor película de habla no inglesa
por “Una Mujer Fantástica” (2017) nos trae una historia enrevesada. Sinceramente, por lo menos yo, no había visto todavía: el
lesbianismo en una comunidad judía ortodoxa. Disobedience (2018) o Desobediencia
que es como se llamará en los cines argentinos, es una historia basada en la novela de Naomi
Alderman y trata sobre “Una mujer (que se
crió en una familia ortodoxa judía) que regresa a su hogar con motivo de la
muerte de su padre, un rabino. La controversia no tardará en aparecer cuando
ella comienza a mostrar interés por una vieja amiga del colegio.”
El contexto
Para llevar
adelante esta relación en el mundo menos pensado tenemos a dos actrices
encantadoras, Rachel Weisz en el papel de Ronit y a Rachel McAdams como Esti.
Una de las críticas que le puedo hacer es la mala elección del poster, en el
cual las dos actrices se están besando quitándole una de las sorpresas con el
cual empieza la historia. La película no se queda encasillada en un drama
romántico, también muestra una gran cuota de suspenso por ver cómo saldrán de
semejante aprieto. Leilo que sabe cómo mostrar la incomodidad, acá no se queda
quieto y con pequeñas sutilezas. Apuesta a miradas cómplices, primeros planos o solo
mediante gestos logra que sea suficiente saber qué es lo que está fuera de
lugar.
A Las grandes
restricciones que tienen de por sí las mujeres dentro de esta comunidad, hay
que sumarle un amor prohibido. El amor entre las protagonistas es algo extraño,
por momentos parecen adolecentes y de pronto es un amor trágico. Entre lo
ingenuo y la tragedia se moverá la relación, redescubriéndose y encontrando tal
vez aristas que no se esperaban. A mí me dejó una sensación de no
correspondencia en las dos. Ronit lo lleva de otra manera, más como una amiga
que quiere ayudar a otra, que como una enamorada.
Las protagonistas
Hay una escena de sexo con un alto contenido erótico, que en realidad más sirve como punto de inflexión en su relación que como culminación de la misma, ya que después de ella todo cambiará. Al respecto McAdams dijo "En términos puramente de energía, fue muy diferente. Nosotras mantuvimos una comunicación maravillosa y toda la experiencia estuvo rodeada de una sensación de vulnerabilidad, cariño, sinceridad e inteligencia. También hablamos de con qué nos sentíamos cómodas, al tratarse de una secuencia de cama, pero era una muy diferente a cualquiera que yo hubiera hecho antes. Se trata de la escena de sexo más vulnerable y brutal que he hecho nunca. Y al mismo tiempo, me sentí muy protegida y segura, y libre para explorar".
Según la grilla de estrenos, en Tucumán se la podrá ver en los cines a partir del 2 de agosto, así que agenden y no dejen pasar esta historia que nos mostrará un mundo de costumbres y cómo el amor se abre paso en él o por lo menos lo intenta.