"Ninguna emergencia económica puede implicar la supresión de los derechos"

"Ninguna emergencia económica puede implicar la supresión de los derechos"

La receta sugerida por el jurista, que disertó en el Doctorado en Derecho Privado de la UNT, no se está aplicando en el país.

12 Mayo 2002
Como los estudiantes parisinos que en 1968 reclamaban lo imposible, el jurista Jorge Horacio Alterini dice que no hay que renegar de la utopía de un país mejor. Por ello, con paciencia, si hoy no se cree en los mecanismos de representatividad política, ni en la propia Justicia, hay que buscar alternativas, siempre por los canales institucionales, que permitan recrear la confianza. De igual forma, advierte que las medidas de emergencia que se dictaron o pudieran dictarse por la grave crisis no pueden implicar un cheque en blanco que derribe, en la práctica, los derechos individuales.
"La emergencia no es la supresión de la Constitución y sus garantías; es la interpretación de esas garantías en función de un contexto. Por ejemplo, una crisis puede dilatar el pago de una prestación, pero otra cosa muy distinta es decir ?esta deuda no se paga?, porque se afectaría la garantía de la propiedad", comienza.
A la hora de sancionar leyes o de buscar soluciones para la crisis del país -repite- hay que ser sumamente cuidadosos para no agravar aún más la falta de previsibilidad reinante. "Hay que llegar a un justo medio. Vivimos en un país real, que no pasa el mejor momento, pero tenemos que tratar de resolver los problemas de ese país real con la menor afectación posible de los intereses particulares", aconseja el profesor de Derecho Civil de las universidades nacionales de Buenos Aires (UBA) y de La Plata, y de la Católica Argentina.
La receta sugerida por el jurista, que disertó en el Doctorado en Derecho Privado de la UNT, no se está aplicando en el país. "Da la sensación de que estamos como ante un incendio, con bomberos que tratan de apagarlo, y no es la mejor manera para resolver esta situación. Pero también hay que reconocer que la crisis no da tiempo", reconoce.
De todos modos, Alterini, por demás optimista, como él mismo lo confiesa, confía en que los excesos de las medidas de emergencia serán subsanados por la Justicia. "El legislador hace su aporte, con leyes que serán compartidas o no, pero después vendrá la interpretación de esas normas. Hay que preocuparse y tener la esperanza de que en el caso concreto el juez, mirando el Derecho y no sólo la ley de emergencia, podrá resolver con justicia la situación", afirma.

Confianza en el porvenir
Aunque admite que en estos momentos hay una falta de previsibilidad que agrieta el sistema y que dificulta las contrataciones, el tratadista insiste en que las cosas se irán tranquilizando.
"Lo ideal es que tengamos instituciones y una Justicia creíble. Si tenemos en claro que debemos tender hacia esto, comparemos con lo que sucede en la realidad con ese ideal. Y si aquella no responde a esto, tendamos a la utopía, porque no hay que renunciar a ella", enfatiza.
Como aquellos franceses, Alterini vuelve a la carga con la utopía. "Si no creemos en la representatividad actual, no pensemos que siempre será así, sino que podemos ir a algo mejor. Y si no tenemos la confianza que hay que tener en la Justicia, busquemos mecanismos para recrear la confianza en ella", se entusiasma.

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