Un mes inolvidable

El Mundial ya es historia. Pasó volando y casi ni nos dimos cuenta. Fue un mes futbolístico vivido a pleno. Nos preparamos durante tanto tiempo y hoy ya todo forma parte del pasado. Entre la decepción argentina, los resultados inesperados y los fallos de los árbitros, el torneo se fue consumiendo a una velocidad impresionante. ¿Y ahora qué hacemos? Volver a lo nuestro. A centrar la atención en el fútbol local, en nuestros equipos, en nuestros jugadores. Pero fundamentalmente a cambiar nuevamente los hábitos de vida. La noche se hizo para dormir y, a partir de mañana, quienes estuvimos pendientes del Mundial, volveremos a ordenar nuestras vidas y dejaremos de ser seres extraños para los que siguieron con su rutina diaria, más allá de los triunfos y las derrotas de los 32 seleccionados que participaron en Corea/Japón.
Fue una experiencia inolvidable. Un campeonato Mundial no se juega todos los días. Tampoco es común que la sede sea un país de oriente, como sucedió en esta ocasión. El horario de los partidos fue el mayor obstáculo que debimos sortear quienes vivimos en esta parte del planeta. Pero nuestra pasión por el fútbol fue más fuerte y, por eso, a pesar de la temprana eliminación de Argentina, el torneo se vivió a full desde el primero hasta el último día.
El compromiso con nuestros lectores y la notable recepción que tuvo LA GACETA DEL MUNDIAL, nos permitieron recorrer el camino trazado de punta a punta, sin interrupción. Hoy llegamos al final y podemos sentirnos orgullosos. Fue un esfuerzo supremo, pero valió la pena. Quienes trabajamos en este proyecto pusimos lo mejor. Dejamos atrás los nervios previos al primer número y, con la mejor onda, le dimos forma a un diario que, mientras duró el torneo, formó parte de la actividad diaria de los tucumanos. Fue un desafío muy grande y creemos haber cumplido con las metas propuestas. Por el apoyo y la confianza que nos brindaron, simplemente gracias.