Un joven tucumano estudió la tela de araña y ganó un premio internacional

Un joven tucumano estudió la tela de araña y ganó un premio internacional

Sebastián Norniella Parache investigó dos años el hilo del arácnido. Más resistente que el acero.

17 Mayo 2005
Sebastián Norniella Parache probó el éxito de su perseverancia, así como la resistencia del hilo de la araña que estudió durante dos años. Por esa razón y por la profundidad de su trabajo, el estudiante tucumano de 16 años ganó el cuarto premio de Física en la Feria Internacional de Ciencias que se realizó en Estados Unidos la semana pasada. Su trabajo fue evaluado por un jurado integrado por ganadores del premio Nobel y fue elegido entre 1.447 investigaciones de jóvenes de todo el mundo.
El proyecto que desarrolló este alumno de segundo año del polimodal del colegio Sagrado Corazón fue una investigación acerca de la resistencia y de la ductilidad del hilo que produce la araña nephila clavipes, que habita en Tucumán. Sebastián llegó a la conclusión de que es más resistente que el acero y que, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de los materiales, cuanto más fuerte es, más ductilidad tiene.
"Es un material liviano y resistente, que puede ser utilizado en la industrial textil y en la medicina", aseguró el joven. Para hacer una comparación, Sebastián explicó que, aunque el hilo de esta araña es 10 veces más delgado que un cabello humano, si tuviera el diámetro de un lápiz podría frenar a un avión en pleno vuelo.
"Es más fuerte que el acero. El hilo tiene una resistencia de 1.241 megapascales, mientras que la del acero es de 900 megapascales. Por esa razón se lo puede utilizar para varias cosas. Por ejemplo, se pueden hacer chalecos antibalas y prótesis. Una de sus cualidades más importantes es que es muy resistente pero muy dúctil al mismo tiempo", explicó.
La idea de realizar la investigación se le ocurrió luego de leer una revista científica en la que se explicaban las bondades de los hilos de las arañas. En la descripción se nombraba a la nephila clavipes. Decidió acercarse al instituto Miguel Lillo y a la Facultad de Ciencias Exactas de UNT, donde recibió la ayuda de especialistas, que lo guiaron durante la investigación. Entre ellos, Sebastián destacó a Julio Díaz, el director del Departamento de Mecánica de la casa de altos estudios.
"Trabajé durante dos años y no tuve vacaciones, pero sin la ayuda de varias personas no podría haber logrado muchas de las cosas que conseguí", destacó.

La bandera y la escarapela
La feria comenzó el 6 de mayo y terminó el viernes pasado. Para poder participar de esta instancia, Sebastián tuvo que pasar las ferias regional, provincial y nacional para llegar a la ciudad de Phoenix, donde se realizó la competencia internacional.
"Yo tenía puesta la escarapela. Cuando dijeron mi nombre subí al escenario y saqué una bandera argentina que llevaba guardada en el bolsillo. En ese momento, los otros chicos argentinos que también habían viajado comenzaron a aplaudir y a gritar. Fue muy emocionante", recordó.
Uno de los premios que recibió fue una invitación para participar en la feria que se realizará el año que viene. El joven cree que continuará estudiando sobre el tema pero que profundizará los aspectos químicos de la seda. Aunque, para la próxima oportunidad, Sebastián tiene la esperanza de recibir algún tipo de apoyo del Gobierno. Porque, según contó, su familia debió costear el traslado y la estadía en EE.UU., mientras representaba a la Nación y a la provincia.

Es uno de los tejidos más hermosos de los arácnidos
Quienes la vieron aseguran que la tela que tejen las hembras de la especie de arañas nephilas clavipes es una de las más hermosas. Los entramados de seda son de grandes dimensiones y su color es un dorado que resalta cuando es iluminada por el sol. Y gracias al estudio que realizó sobre ellas, el estudiante tucumano Sebastián Norniella Parache recibió un premio en la Feria Internacional de Ciencias.
El nombre popular de esta especie de arácnidos es "la araña de la seda de oro", debido al color de la tela. El entomólogo Pablo Goloboff, del Instituto Miguel Lillo, explicó que este efecto se produce porque las hembras, que son las que tejen las telas, las cubren con una sustancia que les da esa tonalidad.Estas arañas habitan en las zonas selváticas y en la provincia se las suele encontrar en los alrededores de Famaillá, entre otros lugares.
Las nephilas clavipes sólo viven unos cuantos meses. Nacen en noviembre y mueren a fines de marzo. Las hembras dejan sus huevos que se incuban durante el invierno hasta que con la llegada de los meses cálidos se producen los nacimientos. Según explicó Sebastián, durante el verano hay casos en que se las llega a considerar una plaga en algunas zonas de Tucumán.
El tamaño normal de las hembras de esta especie es de nueve centímetros contando el cuerpo y las patas.
A diferencia de lo que muchas personas creen, no son venenosas. Pero se las clasifica como ponzoñosas, porque los pelos de sus patas generan ronchas si entran en contacto con la piel de los humanos.
La tela forma una especie de círculo espiralado. Quienes afirman haberla visto dicen que se la puede comparar con una obra de arte por su entramado y por su gran tamaño. En algunos casos, la tela puede llegar a medir hasta 70 centímetros de diámetro.
Goloboff explicó que una de las características principales de este tipo de seda es que es muy fuerte y que tiene mucha resistencia. Justamente por ese motivo, Sebastián decidió investigarla. El entomólogo contó que hace algunos años, científicos de diferentes partes del mundo intentaron extraer la tela para utilizarla para distintos fines.
Alejandro Reinoso, instructor de tiro y experto en chalecos antibalas, dijo que ya se hicieron estudios pensando en utilizarla en los equipos de protección balística, pero que aún no se aplicaron.

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