Cambian su táctica los familiares de la médica cubana

BUENOS AIRES.- Un nuevo escenario se abrió en las negociaciones por lograr que el gobierno cubano permita salir de la isla a la médica disidente Hilda Molina, con la decisión de sus familiares de contratar como abogado al ex jefe de Gabinete de la Cancillería Eduardo Valdés.
Esta jugada marcaría un cambio en la estrategia que lleva adelante el hijo de Molina, Roberto Quiñónez.
"Valdés fue el funcionario que más se movió para que mi madre fuera liberada", señaló. El abogado recibió la propuesta en la última semana y señaló en declaraciones periodísticas que daría una respuesta a la familia el martes próximo.
El ex jefe de gabinete de la Cancillería renunció hace unas semanas como consecuencia de la crisis bilateral entre Argentina y Cuba producida a raíz de la decisión de Molina de quedarse dos días en la embajada argentina en La Habana. Por esta situación diplomática también debió renunciar el embajador argentino en la isla, Raúl Taleb, quien junto a Valdés pagó el costo político de la crisis desatada entre ambos gobiernos.
A pesar de que en el último mes no hubo un contacto fluido entre Cancillería y la familia de Molina, su hijo aceptaría finalmente que los nietos de la médica y su nuera (todos ciudadanos argentinos) viajen a Cuba, pero no lo haría él por temor a que el gobierno de Castro pueda detenerlo.
En este marco, el canciller Rafael Bielsa subrayó en declaraciones radiales que lo que se conoce como el "affaire Molina" nunca estuvo en la agenda bilateral con Cuba y que el Gobierno nacional sólo actuó "por una cuestión humanitaria". Y añadió que todavía no hay decisión sobre cuál será la postura que tomará ahora el Gobierno argentino con respecto a la votación que se hará en mayo en la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. (NA)