Acuerdan dejar de contaminar el Salí-Dulce

Acuerdan dejar de contaminar el Salí-Dulce

Los propietarios de 15 ingenios y siete citrícolas se comprometieron a que, en 24 meses, no se arroje ni cachaza ni vinaza en la cuenca. Deberán invertir cerca de $ 156 millones. El Banco Nación les otorgará créditos a tasa cero. Se harán controles bimestrales.

EN EL SALON BLANCO. Picolotti y Alperovich esperan mientras el industrial Julio Colombres firma el acuerdo. LA GACETA/ JOSE NUNO EN EL SALON BLANCO. Picolotti y Alperovich esperan mientras el industrial Julio Colombres firma el acuerdo. LA GACETA/ JOSE NUNO
19 Octubre 2007
“Seremos muy rigurosos en el control del compromiso asumido. A través de este acuerdo entre la Nación, la provincia y cada uno de los empresarios, estos se comprometen a hacer inversiones que totalizan alrededor de $ 156 millones; tienen 24 meses para cumplir este proceso de reconversión”. De esta manera, la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Romina Picolotti, sintetizó el acuerdo  que se firmó ayer en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Durante el acto, las autoridades de 22 empresas tucumanas se comprometieron a que la cuenca del Salí Dulce deje de recibir vinaza y cachaza.
Junto con los propietarios de los 15 ingenios tucumanos, firmaron el acuerdo las autoridades de siete citrícolas. Además, los dueños de ocho faenadoras firmaron su conformididad para ingresar al Plan de Reconversión  Industrial (PRI) que el Gobierno inició hace cuatro años.
El acto fue presidido por el gobernador José Alperovich. Estuvieron presentes el ministro de la Producción, José Manuel Paz, el de Salud, Juan Manzur, y el secretario de Medio Ambiente, Alfredo Montalbán.
El compromiso que firmaron los empresarios implica hacer inversiones de alrededor de $ 156 millones destinados lograr eficiencia energética, efluentes industriales, carga orgánica y eficiencia en el uso del agua, entre otros puntos. La Nación acordó que el Banco Nación otorgue facilidades crediticias a tasa cero. Además, Picolotti prometió que se realizarán controles bimestrales para comprobar si los empresarios cumplen con el acuerdo
La funcionaria de la Nación les garantizó a los industriales asesoramiento técnico gratuito para llevar a cabo el proceso. Además, recordó que desde marzo, cuando se firmó el primer convenio, se clausuraron algunas industrias, como el ingenio San Juan. “Yo confío en que todos los empresarios van a tomar conciencia de que más allá de la obligación jurídica, tienen una obligación moral con la comunidad”, afirmó. 

Sin excusas
“Ya no habrá excusas para que un empresario diga que no puede económicamente reconvertir su industria. La Nación les está dando todas las herramientas económicas y técnicas para facilitarles el cumplimiento de este compromiso, y la provincia viene trabajando fuerte hace cuatro años con el Plan de Reconversión Industrial. Vamos a seguir trabajando hasta que tengamos cero impacto ambiental”, dijo Alperovich.
El gobernador adelantó que los créditos estarán disponibles desde diciembre, pero para tenerlos, los empresarios deberán cumplir algunos requisitos que serán establecidos por la Secretaría de Medio Ambiente.
“Si no aprovechamos lo que nos está facilitando la Nación, no vamos a solucionar más el problema de la contaminación. Este es un compromiso que beneficiará a todos los tucumanos”, afirmó. “pero les anticipo que el control que se hará será muy riguroso también”, advirtió el mandatario.

Protesta de vecinos del sur
Mientras los empresarios firmaban el convenio, frente a Casa de Gobierno, delegaciones de escolares y familias provenientes de Concepción y de Aguilares protestaban con barbijos en la boca, por la contaminación que generan algunos ingenios que funcionan en esas zonas.
“Ya no podemos vivir más así. Los dos años que les dan a los empresarios para dejar de contaminar significan para nosotros dos años más de sufrimiento”, dijo Nilda Barrionuevo. Los manifestantes tenían la intención de entregarle un petitorio a Picolotti y pidieron una audiencia con la funcionaria. Pero no fueron recibidos.
Los manifestantes portaban un esqueleto con un barbijo. Además, pusieron varios carteles en las vallas que están frente a Casa de Gobierno. También llevaron una bolsa con hollín. “Vivo a una cuadra del ingenio Aguilares; el ruido que produce la fábrica y el hollín que emana de las chimeneas nos hacen la vida insoportable. No queremos dos años más de infierno”, dijo Marta Yunta.