Ediles traban la instalación de maquinitas en la capital

Ediles traban la instalación de maquinitas en la capital

Recriminaciones de Alperovich a los concejales del PJ. En la ciudad se aprobó una norma que contradice el interés del Gobierno. Se analizaba si el decreto debía firmarlo Amaya o Cano, presidente del cuerpo.

03 Diciembre 2004
En la Casa de Gobierno no podían creer ayer lo que había ocurrido en el Concejo Deliberante de la capital durante la sesión del miércoles a la noche.
El gran revuelo fue generado por el concejal Eduardo de Zavalía al lograr que sus pares (oficialistas y opositores) aprobaran una ordenanza que prohíbe instalar nuevas salas de juego en la capital. La norma se transformó en un duro golpe político a la decisión del gobernador José Alperovich de instalar 1.000 maquinitas en el Hipódromo, en base a un acuerdo con la firma Casino Club.
Desde el Poder Ejecutivo ayer hubo reproches hacia los concejales peronistas por haber permitido que un proyecto de ese tipo se transformara en una ordenanza. Alperovich citó ayer al mediodía al intendente Domingo Amaya para evaluar una salida.
En el gabinete se analizó que no es el momento de sumar trabas a las maquinitas y se ordenó el veto de la ordenanza, aunque ello implica un alto costo político. Por esa razón, anoche varios colaboradores le sugirieron a Amaya que hoy haga un viaje relámpago para que el concejal Ramón Santiago Cano (PJ) sea el encargado de estampar su firma en el veto. De Zavalía anunció que insistirá con la sanción de la ordenanza. "Los tucumanos no quieren que se fomente el vicio", afirmó.

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