"No me pongo limitaciones cuando escribo"

Mientras "Para la libertad" sonaba de fondo, el mismo Joan Manuel Serrat se hizo presente en la sala de conferencia del Hotel Catalinas Park, con la sonrisa y la simpatía de hace 15 años, todavía intactas. Había llegado a media tarde para el show de esta noche que se realizará desde las 22 en el club Floresta, y para el que no hay entradas.
Después de más de 40 años de trayectoria, el artista no pierde la pasión por uno de sus grandes amores, la música. "No me pongo limitaciones a la hora de escribir; no creo que nadie que pretenda hacer un trabajo de creación, grande o chico, deba ponerse límites. Las tentaciones son cosas a las que uno debe resistirse, si no, no serían una tentación. Yo no me resisto. Las únicas limitaciones que tengo son las que me impone mi sentido de estar de acuerdo con mis convicciones, con mis creencias", dijo Serrat mostrando la seguridad que lo acompañó en todos los momentos difíciles de su carrera. "Trato de tener suficiente espíritu de lucha para pelearme contra todo aquello que va a atentar contra la posibilidad de que haga una cosa interesante. Buscar las palabras, encontrar el camino con el que uno puede trabajar el pensamiento y ajustarlo a las palabras... Es un trabajo que requiere rigor , pero es la única manera de hacerlo", agregó.
"A mí me empuja a escribir la necesidad de comunicarme, de expresarme. Digamos que, por orden, primero expresarme", contestó cuando LA GACETA le preguntó por el impulso que lo sigue llevando a componer. "Inspiración, si por inspiración entendemos momentos inspirados, surge a partir de la insistencia. Mientras más talentoso es el artista, más inspirado resulta. Es a través de trabajo y del esfuerzo que se llega a la inspiración", dijo el músico.
En otro tramo de su conversación con los periodistas, reflexionó: "el mundo lleva al mundo puesto. No hace falta viajar, es verdad que ayuda mucho, pero creo que existe una diferencia profunda entre la gente que recorre el mundo y la que no. Todos nos parecemos mucho, por diferentes que sean nuestro pelo, nuestras creencias, nuestro color de piel. Por diferentes que sean todas nuestras razones, todos sangramos cuando nos pinchan, todos lloramos de la misma forma. El hecho de ir por el mundo no sólo te da placer, sino que te invita también a entender lo propio a través de los demás", sostuvo. Cuando se le preguntó sobre los rumores que indicaban la posibilidad de cantar en Israel, se mostró sorprendido. "¿Quién dice que yo voy a ir a Israel? Hubo negociaciones para hacer unas actuaciones en mayo, pero estas conversaciones hace más de un mes que fueron suspendidas a raíz del ataque del ejército israelí a Palestina", dijo contudentemente y dejó en claro una situación que consideraba saldada hace tiempo.
El "Nano", que fue galardonado con el premio Atahualpa Yupanqui en Buenos Aires, aprovechó la oportunidad para mostrar su admiración por artistas nacionales. "Lo veo como una muestra de cariño de parte de la gente; hay un afecto que empuja a darlo. Lo único que me gustaría es que se consolide yendo a parar en manos de gente que esté a nivel de Yupanqui, no de su talento, pero sí de su corazón", dijo el cantautor, quien no se atrevió a nombrar a los artistas argentinos que más admira, argumentando que son demasiados.
"Me gusta el clima de Tucumán; es como el de mi pueblo, húmedo. Mis pulmones lo agradecen, la humedad entra hasta el fondo de mis vísceras", dijo con una sonrisa, y anticipó cómo sería el show de esta noche: "mis expectativas ya las cumplí. Son las expectativas de los que estén sentados mañana de las que habría que preguntar. Les voy a contar con qué se van a encontrar. Con un concierto que no tiene la intención de ser una antología, tampoco de ser una serie de éxitos, sino varios temas que se llevan bien juntos y crean un concierto que espero que se les haga corto, que es el mejor síntoma de que es bueno", aseguró Serrat, que está viviendo esta gira, dijo, como su vida misma: "con intensidad y con ganas de hacer lo que más me gusta: la música".

En Charter y con una 4 x 4

Con una hora de retraso llegó ayer el avión chárter que trasladaba a Joan Manuel Serrat y a su comitiva, integrada por 16 personas. El vuelo -que aterrizó a las 18- procedía de Bahía Blanca, donde cantó en la noche del miércoles. En esa misma nave partirá mañana a media tarde hacia Santiago de Chile para regresar desde allí a Madrid. El equipaje de la delegación pesaba uno poco más de 500 kilogramos.

Una camioneta Toyota 4 X4 con los vidrios polarizados fue alquilada especialmente para el músico. En ella se movilizará durante su estadía en nuestra provincia y se descuenta que paseará por los cerros tucumanos.

Más de 2.000 espectadores asistirán al show de esta noche que se iniciará a las 22, en el club Floresta. La prueba de sonido está agendada para las 19. Para los camerinos no hubo requerimientos especiales, únicamente agua, frutas y un par de sillones. Eso sí, una botella de champagne está reservada para el escenario.

El piano de cola steinway llegó anoche en un vehículo especial. El primero que lo tocará y revisará, durante la mañana de hoy, será el afinador tucumano Oscar Ledesma.

En Bahía blanca el catalán no las tuvo todas consigo. El diario "La Nueva Provincia" informó que hubo quejas del público que no podía ingresar al club. Los reclamos hicieron que el recital se detuviera por algunos instantes. "No es mi responsabilidad. Yo sólo vengo a cantar. No vine a pelearme con ustedes. En todo caso lo pueden resolver por vía judicial", dijo Serrat y desató un cerrado aplauso.