El cambio climático afectará la producción de los alimentos

El cambio climático afectará la producción de los alimentos

Un experto aconseja hacer un reordenamiento territorial a fin de visualizar áreas vulnerables. José Benites, de la FAO, dice que todavía se puede ser optimista, pero que hay que hacer planes. Charlas sobre nutrición.

CHARLA. El experto habló sobre las medidas que hay que tomar para hacer realidad el derecho a la alimentación. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO CHARLA. El experto habló sobre las medidas que hay que tomar para hacer realidad el derecho a la alimentación. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
29 Noviembre 2007
Si no se adoptan medidas para atenuar los efectos adversos del cambio climático en la producción de alimentos, en el futuro, cada vez mayor número de habitantes será víctima del hambre en el mundo. Aunque en nuestro país hay abundancia de recursos, se los debe proteger de los vaivenes del clima, según alertó el ingeniero agrónomo José Benites, representante de la FAO (Food and Agriculture Organization, de la ONU).
"El cambio climático ya está entre nosotros y tenemos que adaptarnos. Una de las formas es hacer un ordenamiento territorial para visualizar áreas vulnerables. Por ejemplo, el caso de Santa Fe y Entre Ríos, que padecen inundaciones, o las sequías que sufre el Noroeste argentino", mencionó Benites. También producen daños el granizo o las heladas, en épocas que se suponen de transición hacia estaciones más cálidas.
Las producciones que se pierden más rápidamente son las frutihortícolas, que tienen menos resistencia. "Hay que tratar de armar una base de datos que nos fije cuál es la situación, e ir midiendo los cambios que se producen. También hay que buscar materiales más resistentes a la sequía, hacer una planificación del uso de la tierra, evitar plantar en áreas inundables, como sucede en Entre Ríos -señaló-. Allí se está sembrando soja en áreas cóncavas. Cuando llueve suben las napas, llega agua de zonas altas y se arruina la cosecha. También se crían animales en lugares inundables, incluso en las islas". El experto advirtió que en la ONU hay preocupación porque las reservas de alimentos en el mundo están disminuyendo dramáticamente. Hay países que alcanzaron un gran desarrollo económico, como China e India, y se volvieron demandantes de granos. "Comenzó a fluir hacia esos mercados una gran cantidad de alimentos. Incluso están cambiando sus hábitos y ahora consumen más carne. Son dependientes de los productos que les envían países productores como el nuestro", explicó.
En la búsqueda de cultivos más eficientes y resistentes también contribuyen la biotecnología y otros recursos innovadores. Benites aseguró que se puede ser optimista porque el planeta todavía puede seguir alimentando a una población mucho mayor que la actual. De visita en nuestra ciudad, donde cerró el ciclo de charlas sobre nutrición organizado por la Unsta, el especialista habló sobre "El derecho a la alimentación: Hacerlo realidad". Varios países de Latinoamérica, entre ellos el nuestro, lograron el objetivo propuesto por la FAO de reducir a la mitad los índices de alimentación deficiente. "Brasil, Perú, Chile, Guatemala y Colombia, además de Argentina, están cumpliendo el objetivo de asegurar el acceso de la población a una alimentación sana y nutritiva -indicó Benites-. Donde todo está empeorando es en Haití, que está pidiendo solidaridad internacional". Con respecto al uso de cultivos vegetales para la producción de biocombustibles, dijo que para la Argentina este sería sólo un subproducto de una industria de alimentos de alto valor proteico. En el caso de la soja, sólo el 18 % es aceite que se puede destinar al biodiesel. El resto es un material muy rico en proteínas. En resumen, opinó que la producción de energía no compite con la de alimentos.

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