La multitud lloró ante la imagen de Ceferino

La multitud lloró ante la imagen de Ceferino

El joven mapuche, a quien la muerte le impidió concretar su vocación de ser sacerdote católico, fue declarado beato en su pueblo natal. El pedido de beatificación se pronunció en español y en la lengua originaria del indígena.

DESCENDIENTES. La comunidad mapuche efectuó sus propios ritos.  NA DESCENDIENTES. La comunidad mapuche efectuó sus propios ritos. NA
12 Noviembre 2007
Chimpay, Río Negro.- Los aplausos y la ovación de cerca de 100.000 fieles resonaron ayer en esta pequeña localidad cuando el cardenal Tarcisio Bertone, enviado del papa Benedicto XVI, pronunció las palabras esperadas: Ceferino Namuncurá es beato. A la ceremonia concurrieron autoridades eclesiásticas, líderes políticos nacionales y provinciales, referentes de la comunidad mapuche, descendientes de la familia Namuncurá y miles de devotos que llegaron de distintas provincias y del extranjero.
Tal como estaba previsto, el pedido formal para que Ceferino sea nombrado oficialmente beato de la Iglesia Católica fue realizado por el obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, y por Hermelinda Painequeo, una mujer mapuche que habló en su lengua originaria (mapudungún).
La ceremonia fue muy emotiva y miles de peregrinos lloraron mientras agitaban pañuelos. En el momento de las ofrendas, los creyentes colocaron presentes simbólicos (frutos, tejidos y tierra) en un cesto ubicado frente al escenario.
El cardenal Bertone, acompañado por el cardenal primado de la Argentina, Jorge Begoglio, destacó las virtudes de Ceferino e hizo hincapié en la necesidad de validar la relación de los pueblos originarios de América y la Iglesia Católica. "Ceferino jamás olvidó que era mapuche, su ideal supremo era ser útil a su gente", subrayó el purpurado vaticano.
La ceremonia fue seguida de cerca por Valeria Regina Herrera, la mujer que recibió el milagro -al curarse de un cáncer de útero- que dejó a Ceferino a un paso de la santidad. Estaba con su marido, Joseph Koua, y sus tres hijas en un costado del palco. También allí se ubicaron los descendientes de Namuncurá, vestidos con prendas típicas y vinchas, que realizaron diversos ritos, acompañados por el canto de una mujer, que elevó plegarias en mapuche. También hubo pasajes en guaraní y en quechua, como una manera de destacar la interculturalidad del pueblo. Las canciones católicas, a la vez, aportaron alegría y fervor entre los peregrinos.
La escultura en madera de Ceferino, el símbolo mayor para los devotos, fue vestida con un poncho y puesta a la vista de todos sobre el enorme palco. Además, se descubrió una gigantografía con el rostro del ahora beato.
Sobre el final, Bertone leyó una carta en la que el Sumo Pontífice alienta la búsqueda de Ceferino desde su rol de joven humilde que siguió un camino de fe en busca del sacerdocio, con la idea de poder devolver a su pueblo lo que había aprendido de la espiritualidad cristiana. Además, anunció que la fiesta del joven mapuche se celebrará el 26 de agosto, fecha de su nacimiento. (NA-DyN)

Benedicto XVI invocó a Ceferino

"Que el beato Ceferino interceda por ustedes y por sus familias", dijo ayer Benedicto XVI, al finalizar el tradicional Angelus en el Vaticano, a un grupo de argentinos que había asistido a escuchar la invocación. En la carta que se leyó durante la ceremonia de beatificación, el Pontífice expresó: "Ceferino, animado por su devoción a la Eucaristía y por su amor a Cristo, deseaba ser salesiano y sacerdote para mostrar el camino hacia el cielo a sus hermanos mapuches".

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