Ceferino Namuncurá fue beatificado frente a una multitud conmovida

Ceferino Namuncurá fue beatificado frente a una multitud conmovida

A un paso de la santidad. La ceremonia fue presidida por el cardenal Tarcisio Bertone, enviado del Papa Benedicto XVI. Gran presencia de la comunidad mapuche.

MILES DE ASISTENTES. Bertone pronunció las palabras esperadas: Ceferino Namuncurá es beato. FOTO NA MILES DE ASISTENTES. Bertone pronunció las palabras esperadas: Ceferino Namuncurá es beato. FOTO NA
11 Noviembre 2007
CHIMPAY, Río Negro.- Los aplausos y la ovación de casi cien mil asistentes a la ceremonia resonaron hoy en esta pequeña localidad rionegrina cuando el cardenal Tarcisio Bertone, enviado del Papa Benedicto XVI, pronunció las palabras esperadas: Ceferino Namuncurá es beato.

La gente colmó casi la mitad de la isla de 14 hectáreas en la que se realizó la ceremonia, que contó con un despliegue de autoridades eclesiásticas, la presencia de líderes políticos nacionales y provinciales, referentes de casi todos los sectores de la comunidad mapuche, descendientes de la familia Namuncurá y miles de devotos que llegaron desde distintas provincias y el extranjero.

Tal como estaba previsto, el pedido formal en el escenario para que Ceferino sea nombrado oficialmente como un beato más de la Iglesia Católica, fue realizo por el obispo Esteban Laxague y también por Hermelinda Painequeo.

Se trataba de una mujer mapuche que habló en la lengua originaria y fue traducida por otro descendiente de mapuches, el misionero Aparicio Millapi, un devoto rionegrino que vivió en Chimpay y es seguidor de la causa por la canonización de Namumcurá.

El ambiente fue de máxima emoción, y fueron miles los peregrinos que presenciaron el acontecimiento llorando y agitando pañuelos y carteles de identificación que indicaban los lugares de procedencia de los contingentes.

En el momento de las ofrendas, los creyentes fueron acercando sus presentes simbólicos a un cesto colocado en el ingreso al escenario. Hubo frutos, tejidos y tierra.

En un español casi perfecto, el cardenal Bertone, acompañado por el cardenal Jorge Begoglio, les habló a los fieles recordando las "virtudes destacadas" de Ceferino, y haciendo hincapié en que la necesidad de validar la relación de los pueblos originarios y la Iglesia.

"Si esto no es la Iglesia, la Iglesia dónde está", corearon a viva voz los miles de asistentes de la ceremonia, que fue seguida de cerca por Valeria Regina Herrera, la mujer que recibió el milagro que dejó a Ceferino a un paso de la santidad.

La mujer, que se curó de un cáncer de útero, fue ubicada junto a su marido Joseph Koua y las tres niñas de la pareja en uno de los márgenes del escenario.

En varios tramos, incluyendo el comienzo, los descendientes de Namuncurá, vestidos con prendas típicas y vinchas, realizaron diversos ritos, acompañados por el canto de una mujer, que elevó plegarias en mapuche.

También hubo pasajes realizados en guaraní y quechua, como una manera de destacar el respeto por la interculturalidad del pueblo.

La escultura en madera de Ceferino, el símbolo mayor para los devotos, fue vestida con un poncho y dejada a la vista de todos, sobre el enorme palco montado en el lugar.
Àsimismo, fue descubierta una gigantografía de Ceferino que, colocada en uno de los laterales, mostró una imagen real del rostro del ahora beato.

Las canciones católicas se sucedieron durante la misa, y aportaron alegría y fervor entre los peregrinos.

Sobre el final, Bertone leyó una carta del Papa en la que el Sumo Pontífice alentaba la búsqueda de Ceferino desde su rol de joven humilde que siguió un camino de fe en busca del sacerdocio, con la idea de poder devolver a su pueblo lo que había aprendido de la espiritualidad cristiana.

También el rector mayor de los salesianos, Pascual Chávez, tomó la palabra para hablar con los presentes y agradeció a Bergoglio "y a toda la Conferencia Episcopal Argentina, porque mientras estábamos viendo dónde y cuándo se podría celebrar la beatificación de Ceferino Namuncurá, yo dije que fuera en Buenos Aires (...) y el cardenal Bergoglio dijo que él nunca renunciaría a Patagonia, que es la tierra de los sueños de Don Bosco y Ceferino pertenece a la Patagonia".

Otro agradecimiento fue para el pueblo mapuche, "porque desde ahora Chimpay ya no es un punto más en la Patagonia, sino que representa una tierra de santos, porque nos ha dado un santo que es modelo para todos lo jóvenes del mundo".

Según quedó establecido en el decreto de Benedicto XVI, la fecha oficial en la que seguirá recordándose al joven mapuche será el 26 de agosto, día del nacimiento del indio salesiano.

Al terminar la misa, la gente siguió cantando y festejando, y con lento paso, comenzó la salida del predio, pasadas las 13. (NA)

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