14 Enero 2007
Tandil.- El goleador de Boca Juniors, Martín Palermo, contó que desde chico "el odio con el mellizo Guillermo Barros Schelotto era total", pero "ahora somos muy amigos "
"El odio que nos teníamos era mutuo. Y venía de la secundaria, en La Plata, ya que jugábamos en clubes distintos y nos enfrentamos en la divisiones inferiores, por lo que la rivalidad venía de ambas familias, pero ahora somos amigos", afirmó Palermo en durante una entrevista con Télam.
Palermo, hincha de Estudiantes de La Plata, y Guillermo Barros Schelotto, de Gimnasia y Esgrima compartieron no sólo juegos en la infancia sino también odios mutuos por esa rivalidad futbolística.
Pero todo cambió con la llegada de ambos jugadores a Boca Juniors, club que los unió no sólo en la búsqueda y concreción de títulos sino también en la amistad, que se solidificó en los últimos años.
Este verano, en Cancún, las dos familias compartieron las vacaciones antes de presentarse a la pretemporada que se realiza en estas sierras.
"Cuando llegamos a Boca, había recelo. Y casi no nos dábamos bolilla", rememoró Palermo, que contó que en 1997 cuando se incorporaron al club xeneize- el técnico era Héctor Veira- "no había ningún tipo de afinidad".
"Encima, nos pusieron juntos en la habitación del Hotel de las Américas, donde nos concentrábamos. Si yo hablaba, el mellizo se ponía a escuchar música, si dormía, el se ponía a leer", contó.
"Pero un día, cuando yo me teñí el pelo de rubio, y aparecí en televisión, Guille, exclamó: íMirá ese se tipo lo que se hizo en el pelo!. Y allí soltó una carcajada. Después nos fuimos conociendo mejor, compartimos muchas cosas y ahora somos amigos. Es así la vida", contó en tono risueño el "Titán".
Palermo, en otro tramo, reveló sus gustos por los tatuajes, y en ese sentido mostró uno que tiene en su brazo derecho el dibujo de la cara de su hijo Ryduan, además de un mono en la espalda, que se lo hizo, según reveló, a los 17 años.
"El primer tatuaje que me hice fue una víbora con una espada cruzada, y después un escorpión (su signo del Zodíaco) en la mano derecha", afirmó. (Télam).-
"El odio que nos teníamos era mutuo. Y venía de la secundaria, en La Plata, ya que jugábamos en clubes distintos y nos enfrentamos en la divisiones inferiores, por lo que la rivalidad venía de ambas familias, pero ahora somos amigos", afirmó Palermo en durante una entrevista con Télam.
Palermo, hincha de Estudiantes de La Plata, y Guillermo Barros Schelotto, de Gimnasia y Esgrima compartieron no sólo juegos en la infancia sino también odios mutuos por esa rivalidad futbolística.
Pero todo cambió con la llegada de ambos jugadores a Boca Juniors, club que los unió no sólo en la búsqueda y concreción de títulos sino también en la amistad, que se solidificó en los últimos años.
Este verano, en Cancún, las dos familias compartieron las vacaciones antes de presentarse a la pretemporada que se realiza en estas sierras.
"Cuando llegamos a Boca, había recelo. Y casi no nos dábamos bolilla", rememoró Palermo, que contó que en 1997 cuando se incorporaron al club xeneize- el técnico era Héctor Veira- "no había ningún tipo de afinidad".
"Encima, nos pusieron juntos en la habitación del Hotel de las Américas, donde nos concentrábamos. Si yo hablaba, el mellizo se ponía a escuchar música, si dormía, el se ponía a leer", contó.
"Pero un día, cuando yo me teñí el pelo de rubio, y aparecí en televisión, Guille, exclamó: íMirá ese se tipo lo que se hizo en el pelo!. Y allí soltó una carcajada. Después nos fuimos conociendo mejor, compartimos muchas cosas y ahora somos amigos. Es así la vida", contó en tono risueño el "Titán".
Palermo, en otro tramo, reveló sus gustos por los tatuajes, y en ese sentido mostró uno que tiene en su brazo derecho el dibujo de la cara de su hijo Ryduan, además de un mono en la espalda, que se lo hizo, según reveló, a los 17 años.
"El primer tatuaje que me hice fue una víbora con una espada cruzada, y después un escorpión (su signo del Zodíaco) en la mano derecha", afirmó. (Télam).-
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