Admitió su engaño y pidió perdón, pero no se irá

Admitió su engaño y pidió perdón, pero no se irá

El primer ministro húngaro se disculpó públicamente. Gyurcsany difundió un video en el que admite haber mentido al electorado. Protestas.

27 Septiembre 2006
Budapest.- El primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany, se disculpó hoy por haber mentido a la gente para ganar las últimas elecciones, una semana después del estallido de protestas populares por la difusión de un video secreto donde el premier admitió haber engañado al electorado.

"Por supuesto que lo siento.... esas fueron palabras de reproche, de afecto, de pasión", dijo Gyurcsany en conferencia de prensa, y explicó que ocultó a la gente las duras medidas de ajuste que luego aplicó su gobierno porque creía que los votantes no iban a entender la necesidad de implementarlas.

La difusión del video por un canal privado, hace nueve días, desató una ola de protestas de la oposición de derecha, que exigió la renuncia del gobierno de Gyurcsany, formado por una coalición entre el Partido Socialista y el partido de los Demócratas Libres.

En el video, el entonces candidato a premier admitió haber mentido "mañana, tarde y noche" sobre la marcha de la economía para ganar los comicios de abril pasado.

Gyurcsany dijo que reconocía que había perdido la confianza de la gente y que le llevará mucho tiempo recuperarla, pero insistió en que sus planes para recortar el déficit presupuestario, que se acerca al 10 % mensual, deben ser aplicados.

Desde que llegó al poder, el gobierno dio un brusco giro a la política económica e introdujo altos impuestos y recortes de subsidios para sanear la economía húngara, una de las más deficitarias de la Unión Europea (UE).

"No creí que los votantes fueran a entender. En cierto sentido tampoco creí en mí mismo, en ser capaz de decir todo esto", señaló el jefe de gobierno.

El principal partido de la oposición, Fidesz, considera que el gobierno es "ilegítimo" y exige que renuncie y se celebren nuevas elecciones.

Tras nueve días de protestas, el número de manifestantes que a diario se reúne frente al Parlamento en Budapest era hoy de unos 100, muchos menos que las varias decenas de miles que salieron a las calles en los primeros días tras la difusión del video.

Pero el premier reiteró que no renunciará.

"Me quedo y hago mi trabajo. Estoy muy comprometido con cumplir mi programa, mis ajustes financieros y reformas. Sé que es muy difícil para el pueblo, pero es el único camino para Hungría", dijo el primer ministro. (Télam)

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