"Las épocas de crisis traen más demanda de Filosofía"

"Las épocas de crisis traen más demanda de Filosofía"

La secretaria de Posgrado de la UNT afirma que las Olimpíadas mostraron que los jóvenes responden a los retos.

11 Diciembre 2005
"Creo que la clave del interés de muchos jóvenes por la Filosofía está en que las nuevas generaciones de docentes han revisado aquello de que es un saber inútil", afirma la doctora Susana Maidana, una de las gestoras de la Olimpíada que hace dos semanas concentró en Horco Molle a 50 jóvenes de todo el país que no le escapan el bulto al desafío de pensar. El año pasado vi con sorpresa un aviso del Ministerio de Educación de la Nación, porque no es habitual que se organicen Olimpíadas de esa disciplina. Fue un trabajo arduo, con talleres, con jornadas, con visitas de capacitadores nuestros -Pablo Plaza, María José Cisneros, Ingrid Placereano, Guzzi, Julieta Teitelbaum- a las distintas provincias.

- ¿A qué atribuye la irrupción de una nueva generación de docentes de Filosofía?
- Creo que parte de una concepción diferente de la Filosofía. Hay dos grandes formas de concebir la Filosofía: una más tradicional, que se basa en textos. Esa idea de la filosofía por el conocimiento mismo, un saber inútil, que trabaja con abstracciones. Y hay otra concepción vinculada a la ciencia, a la vida, a la experiencia humana. Me parece que este grupo de profesores jóvenes, con esa forma de diferente de encarar la filosofía, permite que el estudiante empiece a redimensionar que la Filosofía contesta las preguntas de la condición humana, que no es un saber descontextualizado. Y que todas las disciplinas tienen un fundamento filosófico, una concepción antropológica, ética. Eso estimula, porque la mala prensa de la filosofía obedece también a quienes la enseñamos.

- ¿Cómo surge esa generación?
- Creo que un montón de profesores jóvenes recién recibidos ha encontrado trabajo en los colegios, y ellos se ven en la realidad de que tienen que contagiar con la filosofía a chicos muy chicos.

- La enseñanza media es más desafiante que la universidad...
- Claro, son habilidades que tienen que desarrollar. Tienen que inventar nuevas fórmulas para que a este chico no le parezca que la clase de Filosofía es la más aburrida, para que no se diga: ?total, a mí para qué me sirve?. La clave está en plantear que la Filosofía sirve. Y, también, que algo está pasando con la Filosofía misma, a nivel mundial. Creo que hay más matriculación. Cuando yo estudiaba en la UBA se matriculaban diez, quince alumnos. En el exterior, los filósofos asesoran a empresas, a partidos políticos. Me parece, también, que las épocas de crisis traen más demanda de la Filosofía, porque esta es capaz de hacerse cargo de problemas que otras disciplinas no están en condiciones de asumir.

- Los chicos encuentran en la Filosofía un espacio para recuperar el asombro, en un mundo que ha perdido esa cualidad...
- Exacto. Aquí se ha visto la contracara de una juventud que es chivo expiatorio de todos los desmanes que se cometen en la sociedad - violencia, adicciones-. Aquí hubo jóvenes que estuvieron dos días reunidos con sus pares y con sus profesores, discutiendo, compartiendo, reflexionando. Y todo eso debe indicarle al mundo adulto que, si somos capaces de generar espacios para que ellos desarrollen su creatividad, ellos responden.

- ¿Qué preocupaciones comunes ha encontrado?

- La reflexión sobre cómo está presente la discriminación en la misma jerga tanto en alumnos como en docentes, o en el resto del medio; la dialéctica entre universalismo y particularismos, la democracia, el autoritarismo. Todos, problemas filosóficos muy profundos, de los que debería también hacerse cargo el mundo adulto. Sorprende que sean tratados con tanto rigor y capacidad de argumentar por chicos tan chicos.

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