14 Septiembre 2005
Nueva York.- El presidente Néstor Kirchner participará hoy de la asamblea anual de las Naciones Unidas y aprovechará la oportunidad para destacar los logros de su gestión como un ejemplo de la validez de la autonomía de los países frente a las recetas de los organismos financieros internacionales.
Según anticiparon fuentes oficiales a la agencia Noticias Argentinas, en total serían tres los mensajes que Kirchner pronunciará ante este plenario de la ONU, que abrirá a las 9:00 hora local (11:00 de la Argentina) el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Pero la delegación argentina tiene su mira puesta en las reuniones que, en este mismo marco, el jefe de Estado mantendrá con otros mandatarios, y en particular en un encuentro aún no confirmado: el que podría sostener con el primer ministro francés Dominique Villepin.
A esas reuniones, con el español José Luis Rodríguez Zapatero, el venezolano Hugo Chávez y el ruso Vladimir Putin, el Gobierno le adjudica mayor significación que la que le otorga a un plenario de Naciones Unidas que -según todo el mundo descuenta aquí- no tomará grandes decisiones ni "cambiará el mundo".
El encuentro con Villepin, en particular, es alimentado por la expectativa argentina de -todavía- encontrarle una salida a la crisis con la empresa francesa Suez, que anunció su retiro de Aguas Argentinas.
Kirchner arribó ayer a la mañana a esta ciudad, acompañado por su esposa Cristina Fernández, el canciller Rafael Bielsa y los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Defensa, José Pampuro.
También integran la comitiva, entre otros, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, los senadores nacionales Miguel Pichetto y Carlos Reutemann, y el diputado nacional Jorge Argüello.
La recepción que, como presidente del país anfitrión, dio anoche George Bush a los mandatarios que asisten a esta cumbre y a sus esposas, fue ayer la única actividad formal antes del plenario de Naciones Unidas.
El saludo entre ambos mandatarios, durante la recepción, fue cordial, pero protocolar y despesonalizado debido a la cantidad de asistentes a la reunión.
Por eso Kirchner dedicó la primera jornada en Nueva York a trabajar en los mensajes que pronunciará hoy y a estar pendiente de las gestiones para las reuniones con otros mandatarios.
La realización de estos encuentros es un tema arduo para la Cancillería, porque las agendas de la mayoría de los presidentes sufrían cambios minuto a minuto.
Con más de 170 países miembro y la asistencia de unos 130 jefes de Estado, la asamblea de la ONU está destinada a concretar la primera revisión de los objetivos de la Cumbre del Milenio, cuando en el año 2000 los líderes mundiales se comprometieron en este mismo ámbito a reducir a la mitad, en 15 años, la pobreza extrema en el planeta.
Transcurrido un tercio de ese plazo, los países vuelven a reunirse esta vez en el marco de una dura realidad, que dice que nada se avanzó hacia la meta que se propusieron hace cinco años.
Por eso esta asamblea estará destinada a la discusión de nuevas herramientas para -como se lo denomina aquí en Nueva York- encontrar "financiamiento para el desarrollo".En ese marco, Kirchner participará hoy junto a otros jefes de Estado de esa discusión específica, pero como irá a ese debate en su condición de titular pro-témpore del Grupo Río, el Presidente estará "atado" a la postura que se definió en ese espacio sudamericano.
Poco entusiasmo
Tal vez no del todo entusiasmado con la posición que eligió el Grupo Río -llevará la propuesta de creación de un gravamen a los vuelos aéreos con la finalidad específica de financiar proyectos de desarrollo en los países más pobres-, aún no estaba definido totalmente si Kirchner hablará en ese debate.En cambio, sí hablará con seguridad el Presidente hoy por la tarde, cuando la mayoría de los jefes de Estado abordarán el tema puntual del cumplimiento de las metas de la Cumbre del Milenio.
En ese mensaje, Kirchner -ya sin ataduras de posiciones regionales- desarrollará su visión personal sobre el combate a la extrema pobreza, según anticiparon a la agencia Noticias Argentinas fuentes de la delegación argentina.
El Presidente no había cerrado totalmente su mensaje, pero las fuentes consultadas estimaban que detallará los logros de sus dos años de gestión y anticipará los trazos gruesos de las políticas que se propone desarrollar "después del 24", como dicen -a modo de consigna de entrecasa en la delegación argentina-, en referencia a las elecciones legislativas de octubre.
Kirchner haría hincapié en la autonomía de su gobierno frente a los modelos y las recetas de los organismos internacionales de crédito y al esquema de refinanciación de la deuda externa que impuso -bajo la consigna de "no comprometer pagos que no se podrán cumplir y no pagar al costo del hambre de los argentinos"-, como los ejes de esta primera etapa de su gestión.
'También hablará el Presidente en la mesa de discusión de las eventuales reformas al Consejo de Seguridad de la ONU, y a allí seguramente Kirchner dejará expuesta su pública diferencia con Lula sobre la cuestión.
Es que Brasil reclama desde hace años que sea ampliada la cantidad de miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad, limitada ahora a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.
Y Lula volverá a plantear en esta cumbre la postura de su país, mientras que Kirchner sostendrá la tesitura de la participación temporaria de varios países en el Consejo, pero sin tocar la modificar la estructura permanente. (NA).
Según anticiparon fuentes oficiales a la agencia Noticias Argentinas, en total serían tres los mensajes que Kirchner pronunciará ante este plenario de la ONU, que abrirá a las 9:00 hora local (11:00 de la Argentina) el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.
Pero la delegación argentina tiene su mira puesta en las reuniones que, en este mismo marco, el jefe de Estado mantendrá con otros mandatarios, y en particular en un encuentro aún no confirmado: el que podría sostener con el primer ministro francés Dominique Villepin.
A esas reuniones, con el español José Luis Rodríguez Zapatero, el venezolano Hugo Chávez y el ruso Vladimir Putin, el Gobierno le adjudica mayor significación que la que le otorga a un plenario de Naciones Unidas que -según todo el mundo descuenta aquí- no tomará grandes decisiones ni "cambiará el mundo".
El encuentro con Villepin, en particular, es alimentado por la expectativa argentina de -todavía- encontrarle una salida a la crisis con la empresa francesa Suez, que anunció su retiro de Aguas Argentinas.
Kirchner arribó ayer a la mañana a esta ciudad, acompañado por su esposa Cristina Fernández, el canciller Rafael Bielsa y los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Defensa, José Pampuro.
También integran la comitiva, entre otros, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, los senadores nacionales Miguel Pichetto y Carlos Reutemann, y el diputado nacional Jorge Argüello.
La recepción que, como presidente del país anfitrión, dio anoche George Bush a los mandatarios que asisten a esta cumbre y a sus esposas, fue ayer la única actividad formal antes del plenario de Naciones Unidas.
El saludo entre ambos mandatarios, durante la recepción, fue cordial, pero protocolar y despesonalizado debido a la cantidad de asistentes a la reunión.
Por eso Kirchner dedicó la primera jornada en Nueva York a trabajar en los mensajes que pronunciará hoy y a estar pendiente de las gestiones para las reuniones con otros mandatarios.
La realización de estos encuentros es un tema arduo para la Cancillería, porque las agendas de la mayoría de los presidentes sufrían cambios minuto a minuto.
Con más de 170 países miembro y la asistencia de unos 130 jefes de Estado, la asamblea de la ONU está destinada a concretar la primera revisión de los objetivos de la Cumbre del Milenio, cuando en el año 2000 los líderes mundiales se comprometieron en este mismo ámbito a reducir a la mitad, en 15 años, la pobreza extrema en el planeta.
Transcurrido un tercio de ese plazo, los países vuelven a reunirse esta vez en el marco de una dura realidad, que dice que nada se avanzó hacia la meta que se propusieron hace cinco años.
Por eso esta asamblea estará destinada a la discusión de nuevas herramientas para -como se lo denomina aquí en Nueva York- encontrar "financiamiento para el desarrollo".En ese marco, Kirchner participará hoy junto a otros jefes de Estado de esa discusión específica, pero como irá a ese debate en su condición de titular pro-témpore del Grupo Río, el Presidente estará "atado" a la postura que se definió en ese espacio sudamericano.
Poco entusiasmo
Tal vez no del todo entusiasmado con la posición que eligió el Grupo Río -llevará la propuesta de creación de un gravamen a los vuelos aéreos con la finalidad específica de financiar proyectos de desarrollo en los países más pobres-, aún no estaba definido totalmente si Kirchner hablará en ese debate.En cambio, sí hablará con seguridad el Presidente hoy por la tarde, cuando la mayoría de los jefes de Estado abordarán el tema puntual del cumplimiento de las metas de la Cumbre del Milenio.
En ese mensaje, Kirchner -ya sin ataduras de posiciones regionales- desarrollará su visión personal sobre el combate a la extrema pobreza, según anticiparon a la agencia Noticias Argentinas fuentes de la delegación argentina.
El Presidente no había cerrado totalmente su mensaje, pero las fuentes consultadas estimaban que detallará los logros de sus dos años de gestión y anticipará los trazos gruesos de las políticas que se propone desarrollar "después del 24", como dicen -a modo de consigna de entrecasa en la delegación argentina-, en referencia a las elecciones legislativas de octubre.
Kirchner haría hincapié en la autonomía de su gobierno frente a los modelos y las recetas de los organismos internacionales de crédito y al esquema de refinanciación de la deuda externa que impuso -bajo la consigna de "no comprometer pagos que no se podrán cumplir y no pagar al costo del hambre de los argentinos"-, como los ejes de esta primera etapa de su gestión.
'También hablará el Presidente en la mesa de discusión de las eventuales reformas al Consejo de Seguridad de la ONU, y a allí seguramente Kirchner dejará expuesta su pública diferencia con Lula sobre la cuestión.
Es que Brasil reclama desde hace años que sea ampliada la cantidad de miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad, limitada ahora a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.
Y Lula volverá a plantear en esta cumbre la postura de su país, mientras que Kirchner sostendrá la tesitura de la participación temporaria de varios países en el Consejo, pero sin tocar la modificar la estructura permanente. (NA).
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