01 Febrero 2006
BUENOS AIRES.- En el inicio de la tercera semana del juicio político contra Aníbal Ibarra, un ex inspector y la defensa del jefe de gobierno porteño suspendido mantuvieron un duro cruce por supuestas irregularidades en el sistema de control y habilitaciones que regía en la Ciudad.
Las declaraciones del ex empleado municipal Nicolás Walsoe llegaron a salpicar al jefe de gabinete, Alberto Fernández, a quien acusaron de haber estado detrás de la habilitación del estadio Argentinos Juniors.
Pese a que los hechos referidos por el ex inspector no eran nuevos -ya habían sido mencionados durante la etapa previa a la aprobación del juicio político, el año pasado-, sumaron tensión al proceso que se le sigue al suspendido jefe comunal.
También ayer, volvieron a producirse incidentes entre familiares de las víctimas y los abogados de la defensa de Ibarra, por lo que en varias oportunidades se reclamó a las autoridades de la Legislatura porteña medidas de seguridad para garantizar la marcha del proceso.
Walsoe aseguró, durante la séptima audiencia del proceso, que la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) trabajó correctamente hasta diciembre de 2003 y que después quedó en estado de caos y descontrol total.
“Con la asunción de (la ex subsecretaria de Control Comunal) Fabiana Fiszbin (actualmente procesada por supuesto incumplimiento en los deberes de funcionario público) comenzó el desmantelamiento de los equipos de trabajo y empezaron a faltar insumos”, aseveró. Los dichos de Walsoe fueron descalificados por el defensor de Ibarra, el ex fiscal Julio César Strassera, que consideró que el testigo mintió porque, según dijo, es un individuo apartado del Gobierno de la ciudad por corrupción.
Walsoe -cuyo relato fue calificado como sólido por el fiscal Jorge Enríquez- también afirmó que había inspectores sin credenciales o con sus identificaciones vencidas, que faltaba capacitación y que había condiciones de trabajo insostenibles.
Habilitación de un estadio
Walsoe recordó que cuando el 23 de diciembre de 2003 se presentó para inspeccionar el estadio de Argentinos Juniors, que iba a inaugurarse tres días más tarde, descubrió que no podía ser habilitado porque faltaban numerosos detalles en la obra; entre ellos, medidas de protección. “Si bien mis superiores admitieron que mi informe era correcto, se me ordenó ir a habilitar el estadio e ir a la fiesta inaugural. Y yo no estaba en condiciones de oponerme. Yo me enteré por Fiszbin de que la orden de abrir el estadio era del ex diputado Alberto Fernández (jefe de gabinete”, explicó Walsoe.
Los dichos generaron consultas en el kirchnerismo porteño. Uno de los integrantes de la Sala, el “albertista” Sebastián Gramajo, le reclamó a Walsoe que aclarase si había escuchado al propio jefe de gabinete pedir la habilitación, a lo que el ex inspector respondió que no. (DyN)
Las declaraciones del ex empleado municipal Nicolás Walsoe llegaron a salpicar al jefe de gabinete, Alberto Fernández, a quien acusaron de haber estado detrás de la habilitación del estadio Argentinos Juniors.
Pese a que los hechos referidos por el ex inspector no eran nuevos -ya habían sido mencionados durante la etapa previa a la aprobación del juicio político, el año pasado-, sumaron tensión al proceso que se le sigue al suspendido jefe comunal.
También ayer, volvieron a producirse incidentes entre familiares de las víctimas y los abogados de la defensa de Ibarra, por lo que en varias oportunidades se reclamó a las autoridades de la Legislatura porteña medidas de seguridad para garantizar la marcha del proceso.
Walsoe aseguró, durante la séptima audiencia del proceso, que la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) trabajó correctamente hasta diciembre de 2003 y que después quedó en estado de caos y descontrol total.
“Con la asunción de (la ex subsecretaria de Control Comunal) Fabiana Fiszbin (actualmente procesada por supuesto incumplimiento en los deberes de funcionario público) comenzó el desmantelamiento de los equipos de trabajo y empezaron a faltar insumos”, aseveró. Los dichos de Walsoe fueron descalificados por el defensor de Ibarra, el ex fiscal Julio César Strassera, que consideró que el testigo mintió porque, según dijo, es un individuo apartado del Gobierno de la ciudad por corrupción.
Walsoe -cuyo relato fue calificado como sólido por el fiscal Jorge Enríquez- también afirmó que había inspectores sin credenciales o con sus identificaciones vencidas, que faltaba capacitación y que había condiciones de trabajo insostenibles.
Habilitación de un estadio
Walsoe recordó que cuando el 23 de diciembre de 2003 se presentó para inspeccionar el estadio de Argentinos Juniors, que iba a inaugurarse tres días más tarde, descubrió que no podía ser habilitado porque faltaban numerosos detalles en la obra; entre ellos, medidas de protección. “Si bien mis superiores admitieron que mi informe era correcto, se me ordenó ir a habilitar el estadio e ir a la fiesta inaugural. Y yo no estaba en condiciones de oponerme. Yo me enteré por Fiszbin de que la orden de abrir el estadio era del ex diputado Alberto Fernández (jefe de gabinete”, explicó Walsoe.
Los dichos generaron consultas en el kirchnerismo porteño. Uno de los integrantes de la Sala, el “albertista” Sebastián Gramajo, le reclamó a Walsoe que aclarase si había escuchado al propio jefe de gabinete pedir la habilitación, a lo que el ex inspector respondió que no. (DyN)
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