El Papa recordó el horror del nazismo

El Papa recordó el horror del nazismo

"He venido a seguir los pasos de Juan Pablo II, y a promover la reconciliación polaco-alemana", dijo Ratzinger. Visitará Wadowice y Cracovia, y el campo de concentración de Auschwitz.

PEDIDO. “Recemos juntos para cerrar las heridas que dejó el pasado nazista”, reiteró Joseph Ratzinger. REUTER PEDIDO. “Recemos juntos para cerrar las heridas que dejó el pasado nazista”, reiteró Joseph Ratzinger. REUTER
26 Mayo 2006
VARSOVIA.- El papa alemán Benedicto XVI inició ayer una visita de cuatro días a Polonia en forma de homenaje a su antecesor, Karol Wojtyla, quien a un año de su muerte es venerado como un santo en su país natal. "He venido para seguir los pasos de Juan Pablo II, el largo itinerario de su vida, y para promover una mayor reconciliación polaco-alemana, tras las heridas dejadas en este país por la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial", expresó el Papa en la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Varsovia-Okecie. Allí pronunció el discurso en polaco y en italiano, y luego se aproximó a la multitud que lo aguardaba.

Olvidar el pasado
"Recemos juntos para que cicatricen las heridas del pasado", remarcó Joseph Ratzinger, de 79 años, primer papa alemán que visita Polonia. El Santo Padre fue recibido por el presidente polaco, el ultraconservador y católico Lech Kaczynsky, y por el cardenal Jozef Glemp, primado de la Iglesia Católica en Polonia.
Unas 70.000 personas acogieron a Benedicto XVI a lo largo de los 11 kilómetros que separan el aeropuerto de la Catedral, ubicada en la parte vieja de Varsovia. "Witaj ojcze swiety" (Un saludo, Papa Benedicto), fue el grito que dominó el trayecto

Momento culminante
El momento culminante de la visita de Benedicto XVI será la visita, hoy, al campo de concentración de Auschwitz. "Allí me encontraré -expresó el Papa- con sobrevivientes del horror nazi". Hoy también oficiará misa en el centro de Varsovia, en el lugar donde Wojtyla alentó al movimiento Solidaridad, en 1979, durante el dominio comunista. Luego viajará a Wadowice, la ciudad natal de Juan Pablo II, y a Cracovia, donde su antecesor sirvió como obispo.
En un encuentro con sacerdotes y miembros de órdenes religiosas en la catedral de Varsovia, Ratzinger pidió que sean cuidadosos en el juicio del pasado.

"Arrogante pretensión"
En referencia a las épocas del horror nazi y del comunismo, sostuvo: "debemos alejarnos de la arrogante pretensión de juzgar generaciones pasadas, que vivieron otros momentos históricos y otras circunstancias". Además, hizo referencia al tema de la responsabilidad de la Iglesia. "Creemos que la Iglesia es sagrada, pero hay pecadores entre sus miembros", señaló. Sucede que desde hace tiempo se acusa a la Iglesia Católica, una y otra vez, de no haber ofrecido resistencia al nazismo. Se habla, incluso, de "un silencio del Vaticano" con respecto del Holocausto.(DPA-Télam-AFP-NA)

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