No se puede cambiar la patente, aunque tenga una sigla curiosa

No se puede cambiar la patente, aunque tenga una sigla curiosa

En los registros de automotor se recibieron reclamos de usuarios, pero fueron rechazados. La ley impide que se varíen los dominios. Ya circulan chapas con las letras FEO o SEX. Ahora el sistema está en la letra G.

SOLO SIGLAS. Aunque las patentes parezcan formar palabras, no debe haber confusiones, afirman. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI SOLO SIGLAS. Aunque las patentes parezcan formar palabras, no debe haber confusiones, afirman. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
26 Febrero 2007
Circular por la calle en un vehículo con un cartel con la leyenda GAY, GIL o FEO, puede ser incómodo. Sin embargo la ley lo obliga y nada puede hacerse para evitarlo. En Tucumán hay patentes de autos cuyas letras forman palabras que, para algunas personas, resultan graciosas o hasta ofensivas.
Algunos propietarios de vehículos con patentes de este tipo solicitaron el cambio de dominio, pero desde la Dirección Nacional de Registro Automotor aseguran que no pueden otorgárselo. Otros, lo toman con buen humor. Es el caso de Andrés, dueño de una empresa metalúrgica, quien recibió sin problemas la noticia de que la palabra GAY identificaría a los tres nuevos vehículos que había comprado su empresa. "Sí hubo obreros que hicieron comentarios, pero la patente no tiene nada que ver con la vida o la personalidad del dueño del auto ni de quien lo usa", dijo.

Desde los 90
El encargado de uno de los registros habilitados en la provincia informó a LA GACETA que desde que se produjo el cambio a las nuevas chapas patentes conformadas por un código de tres letras y tres números, hace 13 años, en el norte se presentaron muchos problemas. Los autos usados cambiaron por patentes a partir de la letra R, y los nuevos comenzaron con la A. Ahora el sistema está entregando chapas con la letra G. "Una gran cantidad de usuarios quiso cambiar sus patentes, y costó mucho esfuerzo que se convencieran de que no se puede", comentó.

Los más problemáticos
Según dijeron en los distintos registros, los dominios que incomodaron y generaron algunas consultas son FEA, FEO, ACA, ANO, XXX, SEX, URA y GAY. Además, afirmaron que reciben quejas cuando las letras de las chapas forman las iniciales de algún partido político o equipo de fútbol, como UCR o CAT.
"En los años 90, cuando recién se hizo el cambio al nuevo sistema, tuvimos un planteo de un hombre al que se le había asignado una patente que, decía, formaba una mala palabra ,y quería cambiarla, pero no pudo", comentó el encargado de uno de los registros consultados.

Son dominios, no palabras
En la Dirección Nacional de Registro del Automotor, en Buenos Aires, un hombre presentó una carta documento en la que exigía que se le asignara otra codificación a su vehículo porque la que tenía formaba la palabra GAY. Adujo que su auto iba a perder valor, pero la respuesta fue negativa. Los que hicieron los planteos dijeron ser víctimas de burlas, y aseguran que esa codificación les genera una potencial disminución del valor de mercado del automotor.
Sin embargo, la Dirección Nacional considera que estos fundamentos son valoraciones subjetivas que no pueden justificar un cambio de identificación.
"No se trata de palabras, sino de dominios que deben leerse letra por letra, más allá de los ejemplos subjetivos", explicó Martín Penella, abogado encargado del área normativa de la repartición.

No hay denuncias, pero preocupan los prejuicios

Desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) aseguraron que no recibieron denuncias por patentes ofensivas.
Sin embargo, su titular, Graciela Cárdenas, señaló a LA GACETA que es importante trabajar sobre el prejuicio de las personas que se sienten agraviadas por este tipo de patentes. "Yo les hablaría a esas personas de los prejuicios, porque me parece que hay cosas más preocupantes (que las palabras en sí). Con respecto a una patente que diga GAY, creo que el tema va más por el prejuicio de que es malo ser tal cosa", opinó Cárdenas.
La funcionaria contó que su primer auto, un Fiat 600, tenía como patente la sigla VHI y que en algún momento alguien le dijo que se parecía a HIV. "No me hice ningún problema; no creo que sea algo ofensivo. Nos reímos porque nos resultaba curioso que la combinación de caracteres formara esa sigla", dijo.
Sin embargo, si una persona se siente afectada por sus creencias o porque cree que puede afectar su personalidad, puede hacer una presentación ante el director nacional del Registro Automotor, Miguel Gallardo, en avenida Corrientes 5.666, Capital Federal. No hay mucha esperanza de que consiga algo. Pero hay que saber que el sistema ahora está por la letra G. Falta que lleguen patentes como HIV, HDP, o la que pueden temer los supersticiosos: KKK666.





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