Cristina Fernández planteó un acuerdo social a empresarios

Cristina Fernández planteó un acuerdo social a empresarios

La candidata defendió el cambio de metodología para medir precios. Según la senadora, la competitividad basada sólo en el tipo de cambio alto no es sustentable en el tiempo.

05 Septiembre 2007
BUENOS AIRES.- La candidata presidencial, Cristina Fernández de Kirchner, aprobó sin brillar ayer su primer examen ante empresarios, que apoyaron tibiamente su plan de tejer un gran acuerdo nacional para que el país siga en expansión. Fue durante la presentación del 43° Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que se hará en Mar del Plata.
La senadora y primera dama aseguró que buscará mantener el actual superávit comercial y que impulsará la innovación tecnológica para que la industria y el agro ganen competitividad.
De cara al futuro, ante la posibilidad cierta de suceder en el poder al actual mandatario, Néstor Kirchner, Cristina Fernández resaltó la política de tipo de cambio alto, aunque advirtió que “no es sustentable por mucho tiempo la ventaja que nos da el tipo de cambio competitivo si no se complementa con innovación tecnológica”. “El desafío que tenemos es poder articular un acuerdo social donde cada sector de la producción pueda darle sustentabilidad el el tiempo”, dijo.
Fernández no despertó aplausos de la audiencia durante su extenso discurso; se mostró amable pero no condescendiente con los ejecutivos. “Nuestros trabajadores son consumidores, y una buena distribución de salarios también ayuda a la economía”, expresó.
La presentación de Fernández mostró un desacierto: respaldó el cuestionado índice de precios al consumidor oficial, que según analistas es manipulado cada mes por el Gobierno para dar cifras menores a las reales y “maquillar” la aún alta inflación, el mayor problema de la gestión Kirchner. La candidata presidencial afirmó que la medición de la inflación se va a hacer en el futuro de acuerdo al marco del nuevo modelo con “alto nivel de crecimiento”. Además, desmitificó el método para medir la inflación al señalar que no es “ni el Talmud, ni el Corán ni la Biblia”.
“El problema de la estabilidad de los precios y de la moneda no sólo se dirime en la medición, sino en todos los sectores de la economía”, afirmó luego. (Reuter-DyN)

Tamaño texto
Comentarios