28 Diciembre 2007
“Con tristeza y preocupación le escribo, y me pregunto si cuánto hay de sinceridad en aquellas personas que dicen querer y proteger a los animales.
El Cenara, albergue de animales dependiente de la Municipalidad de la capital, en forma permanente es blanco de críticas diversas en cuanto a su funcionamiento y sanidad animal por parte de un grupo de personas que dicen ser protectores de los animales.
Críticas y ataques que carecen de sustento real, y lo único que logran es perjudicar a los animales que ellos dicen proteger.
Dicen aportar ideas para el funcionamiento del albergue pero nunca concurren a ponerlas en práctica; dicen querer ayudar pero nunca concurren al albergue, y esto lo expreso con pleno conocimiento de sus promesas y de sus ausencias y soy responsable de lo que afirmo, pues estoy a cargo del grupo de voluntarios del Cenara, y que nunca concurren.
Entonces, ¿tienen autoridad moral para criticar sin conocer como funciona el albergue a diario? ¿Pueden pretender imponer sus ideas, si luego no concurren ni siquiera un día a la semana a ayudar o a atender a los animales allí albergados?
Apelo al sentido común y a la verdad, en defensa de los animales, para criticar o aportar ideas hay que conocer la realidad de los hechos y no quedarse en palabras, porque los animales de palabras no viven.
Invito a la gente interesada por los animales que concurran al albergue, sito en avenida Francisco de Aguirre 1.500, y que en forma directa elaboren su propia opinión, sin intermediarios que distoricionan la realidad.
E insto a los funcionarios a que no se dejen mentir por personas que vaya a saber por qué motivos distorsionan la realidad y perjudican a los animales que dicen proteger”.
El Cenara, albergue de animales dependiente de la Municipalidad de la capital, en forma permanente es blanco de críticas diversas en cuanto a su funcionamiento y sanidad animal por parte de un grupo de personas que dicen ser protectores de los animales.
Críticas y ataques que carecen de sustento real, y lo único que logran es perjudicar a los animales que ellos dicen proteger.
Dicen aportar ideas para el funcionamiento del albergue pero nunca concurren a ponerlas en práctica; dicen querer ayudar pero nunca concurren al albergue, y esto lo expreso con pleno conocimiento de sus promesas y de sus ausencias y soy responsable de lo que afirmo, pues estoy a cargo del grupo de voluntarios del Cenara, y que nunca concurren.
Entonces, ¿tienen autoridad moral para criticar sin conocer como funciona el albergue a diario? ¿Pueden pretender imponer sus ideas, si luego no concurren ni siquiera un día a la semana a ayudar o a atender a los animales allí albergados?
Apelo al sentido común y a la verdad, en defensa de los animales, para criticar o aportar ideas hay que conocer la realidad de los hechos y no quedarse en palabras, porque los animales de palabras no viven.
Invito a la gente interesada por los animales que concurran al albergue, sito en avenida Francisco de Aguirre 1.500, y que en forma directa elaboren su propia opinión, sin intermediarios que distoricionan la realidad.
E insto a los funcionarios a que no se dejen mentir por personas que vaya a saber por qué motivos distorsionan la realidad y perjudican a los animales que dicen proteger”.
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