La apatía domina los comicios en Colombia

La apatía domina los comicios en Colombia

Los sondeos previos señalan que alrededor del 58% de los habilitados para votar optará por no hacerlo.

UNA CAMPAÑA SIN FUERZA. Los colombianos no le prestaron interés al proselitismo desplegado por los candidatos y se anticipa un gran ausentismo. UNA CAMPAÑA SIN FUERZA. Los colombianos no le prestaron interés al proselitismo desplegado por los candidatos y se anticipa un gran ausentismo.
28 Mayo 2006
Los colombianos acudirán hoy a las urnas con el presidente Alvaro Uribe como favorito para mantenerse en el poder, seguido cada vez más cerca por el izquierdista Carlos Gaviria, en unos comicios que estarán enmarcados por la apatía de los 26 millones de votantes y el temor por ataques de las FARC. Con entre el 54% y el 61% de intención de voto, Uribe parte como el candidato con mayores opciones de llevarse el triunfo en primera vuelta y, de paso, convertirse en el primer presidente que es reelegido en el último siglo en Colombia, gracias a la enmienda constitucional que impulsó desde su gobierno. Su muy popular estilo de desafiar a las guerrillas y de no cederles un ápice le permitió mantener un buen nivel de imagen a pesar de las críticas por la laxitud con la que permitió el desarme de unos 30.000 paramilitares, los escándalos de corrupción y su "sometimiento" a EEUU.
Por su parte, el candidato del Polo Democrático Alternativo (PDA), Carlos Gaviria, se convirtió en la sorpresa de las elecciones por arrancar a principios de 2006 con un 1% de las intenciones de voto y hoy, gracias a sus propuestas sociales y de solución política al conflicto colombiano, ha alcanzado el 25%, siendo el único con posibilidades de llevar a Uribe a una segunda vuelta. El trabajo al interior de esa colectividad se ha intensificado en las últimas horas para seducir a los apáticos y a los abstencionistas, que, se estima, llegarán al 58%, para que acudan a los puestos de votación y así obligar a una segunda vuelta (si Uribe obtiene el 50% mas uno de los votos se declarará ganador).
La misión de observadores de la OEA a su llegada a Colombia se declaró preocupada por la apatía que la población tiene hacia las elecciones presidenciales, justo en momentos en que la oposición aseguró que es posible que desde el gobierno se esté planeando un fraude. En ese sentido, Gaviria denunció que se podrían presentar irregularidades en los comicios con los jurados de votación que, según él, fueron seleccionados para favorecer al presidente Uribe.
El llamado a votar incluso llegó desde las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), quienes sistemáticamente han convocado al abstencionismo, para impedir que Uribe se mantenga en el poder. Su anuncio de no sabotear las elecciones de hoy no fue cumplido fielmente y se presentaron ataques que dejaron una veintena de muertos la última semana.
Otro de los aspirantes que tendrá una alta votación pero no la suficiente para competir con Uribe o Gaviria es el candidato por el Partido Liberal (PL), Horacio Serpa, que se postula por tercera vez consecutiva. La poca aceptación de su campaña prevé que en caso de haber una segunda vuelta, la mayoría de los votos del PL irán a parar a manos de Uribe por haber pertenecido en el pasado a ese sector.
Entre los candidatos a la presidencia también figuran otros tres nombres que no llegan a tener el 1% de intención de voto: el ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus; el ex ministro, Enrique Parejo, y el médico Carlos Hoyos.
La jornada de hoy definirá en últimas si los colombianos están de acuerdo en cuatro años más de choque frontal con las FARC -aparentemente ahora algo más debilitadas- o apelan a buscar una negociación al conflicto. (DPA)

PUNTOS DE VISTA
Gran avance de la izquierda
Por María Teresa Ronderos, periodista y analista colombiana
En Colombia hubo una campaña muy particular, distinta. Las elecciones no despertaron gran expectativa, porque hay una certeza muy alta de que Uribe será reelegido en primera vuelta. Sin embargo, sí hay una expectativa muy importante respecto de quién resultará segundo y el tercero. Esto será importante de cara al futuro, no para estos comicios en particular.
Gaviria sería el candidato que resultaría segundo. Es el postulante sorpresa, que logró unir a toda la izquierda, desde la más ortodoxa, como el comunismo, hasta la más leve, como el socialismo. Es muy popular y carismático. El actual senador tiene la probabilidad de sacar la segunda votación más alta, con el 20 o el 25% de los votos. Si esto se da así, será un hito histórico para la izquierda colombiana, que nunca tuvo una votación de unos 2 millones de votos, que sería lo que sacaría Gaviria. Si todo resulta así, se posicionará muy fuerte, tanto para ser una oposición en el Congreso como para pensar en un triunfo dentro de cuatro años.
El tercer candidato en nivel de importancia es el del Partido Liberal, que es muy tradicional y que tuvo la presidencia del país la mayor parte del siglo XX, pero que se fue viniendo abajo desde el momento en que muchos de sus líderes se pasaron al "uribismo". El candidato de este partido es Serpa, que tiene un liberalismo muy disminuido, porque cae en el tercer lugar en la intención de voto, que también será un hecho histórico: siempre fue primero o segundo.
Hay dos cuestiones que otorgaron una fuerza especial a Uribe. Una es la seguridad, porque en sus primeros años obtuvo logros muy importantes en ese ámbito y ahora sigue mostrando récord de caída de homicidios y secuestros, algo trascendental para una sociedad muy angustiada con estos temas. Además, atrajo más inversiones, hubo más crecimiento y, por ende, más empleo. En esto también tuvo mucho que ver la coyuntura favorable que hay en la región. De todos modos, hay una percepción de bienestar en la sociedad.
Sin embargo, creció mucho el antiuribismo y eso favoreció a que crezca la figura de Gaviria. Hay un gran sector de la sociedad colombiana que radicalizó su antipatía hacia Uribe, en especial porque pregonaba un abandono de las viejas prácticas políticas, de clientelismo y corrupción, y la sociedad no percibe esos cambios. (Especial para LA GACETA)


El principal aliado de EEUU
Por Norma Domínguez, directora del Observatorio Internacional
Las elecciones tienen hasta ahora como seguro ganador al presidente Alvaro Uribe, que apuesta por su reelección en un escenario que le es altamente favorable. Todo indica que alcanzaría el 60% de los votos, con lo que se aseguraría ganar en primera vuelta. De todos modos, aunque sus contendientes aparecen muy lejos, no se puede descartar de plano que Serpa o Gaviria lleguen a un ballottage. Es posible, pero poco probable.
Desde que asumió, en agosto de 2002, la popularidad de Uribe se acrecentó debido principalmente al repunte de la economía y a su política en seguridad. Más allá del apoyo que tiene en su país, que ronda, al finalizar su mandato, el 55%, a nivel regional, según datos del Latinobarómetro 2005, está posicionado en aceptación en el tercer lugar, con el 69%.
Respecto de la relación de los candidatos con el resto de los países de la región, Colombia es el mejor aliado de Estados Unidos en la zona. Es también una de las excepciones en cuanto a su tendencia política, en medio del giro hacia la izquierda que se está experimentando en Sudamérica. Increíblemente, es además un país respetado por Venezuela (Hugo Chávez se mantuvo absolutamente al margen de la elección colombiana, a diferencia de lo que hizo en otros países de la región, como Perú, Bolivia, Nicaragua, y hasta en el escenario ecuatoriano).
Las relaciones entre Argentina y Colombia nunca han tenido mayor relevancia. En lo político-ideológico, tampoco se advierte afinidad entre los actuales presidentes. Para darnos una idea, basta revisar el reciente informe que publicó el Centro de Estudios Nueva Mayoría sobre los acuerdos bilaterales firmados en la gestión de Kirchner. Si bien el 60% de estos se efectuó con Latinoamérica, desglosado en la región (América latina y el Caribe), "la mayor cantidad de tratados se firmó con Chile (30); muy de cerca sigue Venezuela (27), Bolivia (23) y luego Brasil (17)".
El foco de interés de Colombia está en lo que suceda en sus países fronterizos (Venezuela, Perú, Ecuador y Brasil); en los países centroamericanos (por razones de intercambios comerciales) y en México y Estados Unidos. Obviamente, esto es para los tres candidatos por igual. Respecto de este lado de la región, sin duda es Brasil quien más les importa, algo que queda demostrado por los encuentros entre ambos presidentes (Lula y Uribe). (Especial para LA GACETA)

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