Festiva ceremonia de asunción de Bachelet

VALPARAISO.- La socialista Michelle Bachelet se convirtió ayer en la primera mujer que ejerce la Presidencia de Chile, en una solemne sesión del Congreso y con la presencia de 32 jefes de Estado y de delegaciones de 120 países. "Sí, prometo", dijo cuando el presidente del Senado, Eduardo Frei Ruiz Tagle, le formuló la clásica pregunta que compromete al nuevo mandatario a respetar la Constitución y las leyes. La ceremonia tuvo lugar en la sede del Parlamento, en Valparaíso. Entre los invitados se hallaban la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice; el príncipe Felipe de Asturias y los presidentes Néstor Kirchner; Evo Morales (Bolivia); Hugo Chávez (Venezuela) y el uruguayo Tabaré Vázquez.
Una prolongada ovación saludó la entrada de Lagos al Salón de Honor, luciendo por última vez sobre el pecho la banda que simboliza el poder, con los colores blanco, azul y rojo de la bandera de Chile. La ovación se repitió cuando ingresó la presidenta electa, sonriente, vestida con un traje claro de dos piezas.

Se rompieron los moldes
La ceremonia de investidura en Chile es solemne, muy calculada y tiene una larga tradición. Pero ayer se rompieron todos los moldes. "Oé, oé, oé, oé, Michelle, Michelle", gritaron desde las gradas. Fuertes murmullos se oyeron en la sala luego de que Bachelet respondió "sí, prometo"-conforme a su postura agnóstica-, al momento de prestar juramento. Poco después, un espontáneo gritó "¡te amamos, Michelle!".
No fue ésta la única vez que se rompió la rigidez de la tradicional ceremonia de investidura, durante la cual Bachelet saludó muy sonriente en varias ocasiones a los asistentes, realizando un gesto ya característico en ella de llevarse las manos al corazón como muestra de agradecimiento, y conversó animadamente con Lagos, quien apenas podía contener la emoción.
Bachelet conducirá durante los próximos cuatro años el cuarto gobierno de la Concertación Democrática, la coalición que sucedió a la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). (AFP-NA-DPA)

Diez ministros y diez ministras
El gabinete "paritario", así definido por Bachelet, está integrado por diez ministros y diez ministras, que representan a las cuatro corrientes de la coalición de gobierno: el socialismo, la democracia cristiana, el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Radical Socialdemócrata (PRSD). Todos ellos prestaron juramento ayer. (AFP-NA)

NO HUBO BESO.- Hace unos días, el presidente venezolano, Hugo Chávez, había dicho en tono de sorna que le enviaba un beso a Condoleezza Rice, la secretaria de Estado norteamericana. Pero ayer, cuando se cruzaron en el recinto, le dio ostensiblemente la espalda. Los periodistas, atentos al momento, le preguntaron después por qué evitó el encuentro, y Chávez respondió: "me pasó al ladito, toda perfumada, pero no tuve chance de darle un beso". (DPA)

LA MUJER DE NEGRO.- Entre los invitados especiales se encontraba la vicepresidenta de Irán, Fatene Vaez Javady, vestida de riguroso negro y con la cabeza cubierta por un velo. Javady dijo que era un deber del gobierno de Irán manifestar su apoyo al ascenso de una mujer al poder. Se reunió brevemente con Bachelet, pero se mantuvo lejos de la jefa diplomática estadounidense. (DPA)

EL MIMADO.- Desde el viernes, cuando llegó a Chile, Evo Morales no hizo más que recibir muestras de afecto, especialmente por su disposición a superar décadas de conflicto con Chile. Ayer, antes de ingresar a la sede del Congreso, fue aplaudido por cientos de chilenos que se hallaban frente al edificio. Y al entrar al salón, los parlamentarios chilenos también batieron palmas en su homenaje. (DPA)

PECADOS CAPITALES.- "Yo reunía todos los pecados capitales juntos: socialista, hija de mi padre, separada, no religiosa", declaró hace un tiempo la flamante presidenta. Pediatra de 54 años de edad, Bachelet es hija del general Alberto Bachelet, quien murió tras ser detenido y torturado al inicio de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990). Bachelet tiene tres hijos. (Reuter)

ABRAZO DEL RIVAL.- Al retirarse del recinto, tras la ceremonia, que se prolongó por 45 minutos, Bachelet recibió un abrazo del empresario Sebastián Piñera, candidato presidencial de la derecha opositora, a quien derrotó en la segunda vuelta electoral del 15 de enero, con el 53,5% de los votos. (AFP-NA)