A causa del crudo invierno, millones de chinos se quedaron sin luz ni agua

A causa del crudo invierno, millones de chinos se quedaron sin luz ni agua

El hielo es tan denso que ha provocado la caída de varias torres del tendido eléctrico.

trabajo a destajo. Cientos de soldados despejan un ramal ferroviario.  REUTERS trabajo a destajo. Cientos de soldados despejan un ramal ferroviario. REUTERS
02 Febrero 2008
BEI­JING.- Mi­llo­nes de chi­nos se en­fren­ta­ban ayer a una cri­sis hu­ma­ni­ta­ria, a me­di­da que las re­ser­vas de ali­men­tos y de com­bus­ti­ble mer­ma­ban y se pre­veía que se­gui­rían las ma­las con­di­cio­nes me­teo­ro­ló­gi­cas en un país ya pa­ra­li­za­do por ne­va­das his­tó­ri­cas.
Vas­tas re­gio­nes po­bla­das del cen­tro del gi­gan­tes­co país asiá­ti­co su­fren cor­tes de ener­gía y agua, in­clui­da Chenz­hou, en la pro­vin­cia de Hu­nan, una ciu­dad de 4 mi­llo­nes de ha­bi­tan­tes que lle­va más de una se­ma­na en esa si­tua­ción. Las re­ser­vas ener­gé­ti­cas de Chenz­hou só­lo du­ra­rán sie­te días y hay arroz úni­ca­men­te pa­ra cin­co días más.
Unos 300.000 sol­da­dos fue­ron mo­vi­li­za­dos pa­ra rea­li­zar ta­reas de asis­ten­cia, mien­tras mi­llo­nes de per­so­nas afron­tan un frío y som­brío co­mien­zo de la se­ma­na en la que se ce­le­bra el Año Nue­vo chi­no.
Las zo­nas afec­ta­das del sur y el cen­tro de Chi­na su­fren el peor in­vier­no de los úl­ti­mos 50 años. Unas 60 per­so­nas mu­rie­ron en ac­ci­den­tes re­la­cio­na­dos con el cli­ma y cien­tos de mi­les de tra­ba­ja­do­res.
El go­bier­no pi­dió que se ha­ga to­do lo po­si­ble por res­tau­rar la ener­gía eléc­tri­ca y otros ser­vi­cios bá­si­cos. Los mi­ne­ros tra­ba­jan a des­ta­jo y se da prio­ri­dad a que el car­bón se trans­por­te con ra­pi­dez por tren. Bei­jing lu­cha con­tra la peor cri­sis ener­gé­ti­ca de la his­to­ria, que ade­más de afec­tar a mi­llo­nes de ho­ga­res ha obli­ga­do a res­trin­gir drás­ti­ca­men­te la pro­duc­ción in­dus­trial. El hie­lo en los ca­bles de la luz es tan den­so que  no so­por­tan el pe­so. Ya se ca­ye­ron va­rias to­rres del sis­te­ma. El acei­te de co­ci­na y los ve­ge­ta­les tam­bién es­ca­sea­ban. Los ha­bi­tan­tes de­pen­den de mo­to­res pa­ra ob­te­ner agua po­ta­ble.

Su­ben los pre­cios
En mo­men­tos en que el país afron­ta la in­fla­ción más ele­va­da en más de una dé­ca­da, En Guiz­hou, una de las pro­vin­cias más afec­ta­das, los pre­cios de la ga­so­li­na y de las ve­las se han cua­dri­pli­ca­do. Hu­nan, Guiz­hou y Jiang­xi en­fren­tan nue­vas tor­men­tas y se te­me que la olea­da de frío du­re va­rios días más.

Vuel­ven a an­dar los tre­nes
Ca­si seis mi­llo­nes de per­so­nas que­da­ron atra­pa­das en tre­nes o en es­ta­cio­nes fe­rro­via­rias du­ran­te la se­ma­na pa­sa­da. Ayer, los ser­vi­cios de tren vol­vían a ope­rar par­cial­men­te y se res­tau­ró el en­la­ce cla­ve Bei­jing-Guangz­hou. El nú­me­ro de per­so­nas que es­pe­ra­ba en la es­ta­ción de Guangz­hou se ha­bía re­cor­ta­do a la mi­tad des­de los 800.000, pe­ro aún hay cen­te­na­res de mi­les de per­so­nas afec­ta­das por los re­tra­sos.
Pa­ra mi­llo­nes de tra­ba­ja­do­res mi­gran­tes chi­nos, las va­ca­cio­nes del Año Nue­vo Lu­nar son la úni­ca opor­tu­ni­dad de ver a la fa­mi­lia en to­do el año. Es­ta fes­ti­vi­dad es la más im­por­tan­te de Chi­na y da­ta de más de 4.000 años. (Reu­ter)

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