13 Noviembre 2007
CARACAS.- El gobierno español intentaba calmar los ánimos tras el incidente del fin de semana en Santiago de Chile, entre el rey Juan Carlos y el presidente venezolano, Hugo Chávez, que luego de la cumbre iberoamericana volvió a arremeter contra la corona.
“Señor Juan Carlos, si yo me callara gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años”, dijo Chávez a su regreso a Caracas, en respuesta al “por qué no te callas” que le espetó el rey durante la cumbre. La reacción airada del monarca se produjo en momentos en que Chávez mantenía un entredicho con el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por los calificativos de fascista y golpista con los que el líder bolivariano aludió a José María Aznar, ex gobernante de España.
Más leña
“Cuando el rey explota ante las expresiones de un indio, le están saliendo siglos de prepotencia imperial, de atropello, de afán de superioridad”, señaló. “Por mi boca no hablo yo, sino millones de hijos de Bolívar, de Guaicaipuro y de José Leonardo Chirinos (jefes indígena y negro), todos esos que aquí los españoles emboscaron y asesinaron”, indicó. Luego avivó aún más el fuego, al insinuar que el rey estaba al tanto del golpe de Estado que lo desalojó momentáneamente del poder en 2002. Tras recordar que Aznar apoyó esa asonada, junto con el gobierno de Washington, se preguntó si el rey tenía conocimiento del complot, en vista de que el monarca dirige la política exterior española. Como inmediata reacción, el Partido Popular español reclamó ayer a Zapatero que cite al embajador de Venezuela en España. Un vocero del mandatario socialista rechazó la petición, que califico de disparate. “Un gobierno responsable, ante un incidente de estas características, debe en primer lugar agotar las vías para aplacar el incidente, evitar los riesgos y efectos negativos, tanto en el plano bilateral como en el multilateral”, dijo.
Paños fríos
“Dentro del respeto que hemos exigido a la más alta representación del Estado, que es el rey de España, y a cualquier dirigente político, como el ex presidente Aznar, creemos importante tratar de reconducir la relación y evitar la escalada de descalificaciones y ataques”, agregó. Dirigentes izquierdistas españoles objetaron la defensa esgrimida a favor de Aznar en su calidad de político. El ex gobernante derechista español ha venido descalificando permanentemente a Chávez, que es un gobernante en ejercicio apoyado por el voto popular de los venezolanos. Y no sólo lo ha hecho contra Chávez, sino también contra el presidente de Bolivia, Evo Morales. “Donde puede y donde quiere, Aznar me trata de indigenista, racista y populista”, dijo ayer Morales en La Paz. No obstante, dstacó las buenas relaciones de Bolivia con España. (Reuter-DPA)
“Señor Juan Carlos, si yo me callara gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años”, dijo Chávez a su regreso a Caracas, en respuesta al “por qué no te callas” que le espetó el rey durante la cumbre. La reacción airada del monarca se produjo en momentos en que Chávez mantenía un entredicho con el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por los calificativos de fascista y golpista con los que el líder bolivariano aludió a José María Aznar, ex gobernante de España.
Más leña
“Cuando el rey explota ante las expresiones de un indio, le están saliendo siglos de prepotencia imperial, de atropello, de afán de superioridad”, señaló. “Por mi boca no hablo yo, sino millones de hijos de Bolívar, de Guaicaipuro y de José Leonardo Chirinos (jefes indígena y negro), todos esos que aquí los españoles emboscaron y asesinaron”, indicó. Luego avivó aún más el fuego, al insinuar que el rey estaba al tanto del golpe de Estado que lo desalojó momentáneamente del poder en 2002. Tras recordar que Aznar apoyó esa asonada, junto con el gobierno de Washington, se preguntó si el rey tenía conocimiento del complot, en vista de que el monarca dirige la política exterior española. Como inmediata reacción, el Partido Popular español reclamó ayer a Zapatero que cite al embajador de Venezuela en España. Un vocero del mandatario socialista rechazó la petición, que califico de disparate. “Un gobierno responsable, ante un incidente de estas características, debe en primer lugar agotar las vías para aplacar el incidente, evitar los riesgos y efectos negativos, tanto en el plano bilateral como en el multilateral”, dijo.
Paños fríos
“Dentro del respeto que hemos exigido a la más alta representación del Estado, que es el rey de España, y a cualquier dirigente político, como el ex presidente Aznar, creemos importante tratar de reconducir la relación y evitar la escalada de descalificaciones y ataques”, agregó. Dirigentes izquierdistas españoles objetaron la defensa esgrimida a favor de Aznar en su calidad de político. El ex gobernante derechista español ha venido descalificando permanentemente a Chávez, que es un gobernante en ejercicio apoyado por el voto popular de los venezolanos. Y no sólo lo ha hecho contra Chávez, sino también contra el presidente de Bolivia, Evo Morales. “Donde puede y donde quiere, Aznar me trata de indigenista, racista y populista”, dijo ayer Morales en La Paz. No obstante, dstacó las buenas relaciones de Bolivia con España. (Reuter-DPA)
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