En Irak, el fútbol desató festejos y muertes, y prendió luces de alerta

BAGDAD.- Miles de extasiados iraquíes lloraron ayer de alegría y dispararon tiros al aire tras la victoria de su equipo de fútbol en la Copa de Asia (le ganó 1a 0 a Arabia Saudita en la final), hecho que desencadenó las mayores celebraciones callejeras desde la caída de Saddam Hussein.
La policía de Bagdad y de Kut informó que al menos siete personas murieron y más de 50 resultaron heridas al ser alcanzadas por balas perdidas, luego de que algunos hinchas salieron a las calles con sus armas en una ola de euforia sin precedentes en cuatro años de conflicto.
A diferencia del miércoles pasado, cuando atacantes suicidas causaron la muerte a 50 personas luego de que la selección iraquí pasó a la final de la Copa asiática, no hubo reportes de grandes ataques con bomba que tuvieran como blanco a los hinchas.
“El dolor se ha ido”, dijo el Ministro de Deportes, Jassim Mohammed Jaffar, después que Irak derrotó a Arabia Saudita en Yakarta. “Juro que son héroes. Este es un momento de orgullo para todos los iraquíes”, señaló, por lado, un hincha en el distrito capitalino de Karrada.
Las autoridades impusieron un toque de queda de vehículos y las fuerzas de seguridad estaban alerta. Los miembros del equipo iraquí llevaron cintas negras en sus brazos, en señal de luto en memoria de las víctimas fatales tras los ataques del miércoles.
El brigadier general Qassim Moussawi, portavoz del Ejército iraquí, sostuvo que poco después del partido las fuerzas de seguridad mataron a un supuesto insurgente y desbarataron un coche bomba en Saidiya, al sur de Bagdad. En tanto, seis personas murieron cuando rondas de mortero alcanzaron una casa en Balad,al norte de la capital.
Las espontáneas celebraciones comenzaron en Bagdad, una ciudad de religión mixta, así como en Bassora y en la ciudad sagrada chiíta de Najaf. Los hinchas lloraban y bailaban en las calles, haciendo ondear sus camisetas.
En tanto, fuerzas dirigidas por EEUU mataron a ocho militantes de Al Qaeda y arrestaron a otros 22, en distintos operativos. El principal se realizó en la ciudad de Yusufiya y tuvo como objetivo capturar a un terrorista extranjero que actuaba como dirigente de la red terrorista de Osama Bin Laden en Irak. (Reuter)


Bagdad.- Siete personas murieron y cinco resultaron heridas ayer en Irak en un ataque perpetrado al amanecer contra la casa de un líder del Frente Turcomano, mientras que desconocidos destruyeron por completo la tumba del profeta Daniel, de la Biblia, y mataron a cinco personas.
El jefe de policía de Touz, Abbas Mahmud Amin, señaló que hombres no identificados atacaron un área de mayoría turcomana cerca de la ciudad, en la provincia de Salah el Din, 85 kilómetros al sudoeste de Kirkuk. Una fuente citada por la agencia independiente “Voces de Irak” relató a su vez que los hombres entraron en la casa del dirigente y dispararon a los presentes. Entre los muertos hay dos hijos del político y cuatro guardaespaldas. Los ocho atacantes lograron huir.
En tanto, en Bakuba, capital de Diyala, desconocidos colocaron explosivos en torno a la tumba del profeta Daniel; la detonación la destruyó por completo.
El profeta Daniel es uno de los más importantes del Antiguo Testamento para los católicos (los judíos no lo consideran profeta); vivió en el exilio bajo el reinado del rey babilonio Nabucodonosor II, en el siglo VI AC.
“El grupo iba en vehículos todo terreno; colocó una carga explosiva cerca de la tumba y destruyó el edificio y su cúpula verde”, aseguró un testigo. Después, esos hombres atacaron a los residentes de un poblado cercano, mataron a cinco personas y secuestraron al menos a otras 13.
Por otra parte, “Voces de Irak” informó sobre la destrucción de una estatua del León de Babilonia erigida en una plaza en la ciudad de Bassora, en los años 20, también por una explosión. La estatua, símbolo de la antigua civilización babilónica, era una réplica de la original. (dpa)