30 Abril 2007
REUTERS
PARIS, Francia.- El líder de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, instó hoy a sus seguidores a abstenerse en la segunda vuelta presidencial del domingo.
"Invito a los votantes que me mostraron su confianza a no darle el voto ni a madame Royal ni al señor Sarkozy", dijo Le Pen a miles de seguidores en una concentración en París. "Los invito a abstenerse masivamente", agregó.
El presidente del Frente Nacional, el cuarto partido más votado el 22 de abril, consideró que la legítima revancha de su electorado tendrá lugar en la primera vuelta de las elecciones legislativas, el 10 de junio.
Los 3,8 millones de votantes que lo eligieron en esta ocasión, al igual que los 6,8 millones que votaron por el centrista Francois Bayrou, podrían ser decisivos en la segunda vuelta del domingo.
"No debemos tener ninguna responsabilidad en la elección", aseguró Le Pen, considerando que los dos finalistas "representan las políticas que desde hace 30 años llevaron a Francia al estado en que se encuentra hoy: al borde del abismo social, cultural, económico y político".
"Hemos sufrido un revés circunstancial, pero no hemos sido derrotados. Somos nosotros quienes tenemos razón", se justificó.
Abucheos
Ayer, una encuesta de opinión sugirió que el 89 % de los votantes de Le Pen elegiría a Sarkozy, pero en la concentración su nombre provocó más abucheos que los de los socialistas.
Le Pen dice que Sarkozy, un fuerte defensor de la ley y el orden, ha copiado muchas de sus ideas sobre inmigración e identidad nacional, y su negativa a apoyar al ex ministro del Interior refleja su resentimiento ante lo que considera una discriminación por parte de la clase política de Francia.
Pero también advirtió a los seguidores contra el voto a Royal. "Sería ilusorio y peligroso votar por la candidata socialista para obtener venganza por el robo de nuestro programa por parte de Nicolas Sarkozy", expuso.
"¡Queremos a Le Pen, no a Segolene! ¡Queremos a Jean-Marie, no a Sarkozy!", cantaban sus seguidores.
Confianza
Sarkozy, quien obtuvo una clara victoria en la primera ronda, dijo que no necesita el apoyo de otros líderes políticos. La mayoría de las encuestas lo tienen con cuatro a seis puntos por encima de Royal, aunque hay grandes porcentajes de votantes indecisos.
"No estoy haciendo campaña para obtener el voto de Jean-Marie Le Pen o Francois Bayrou", declaró.
"Le hablo al pueblo francés, a los votantes. No a la elite, no a aquellos que quieren representarlos, no a aquellos que quieren hablar por ellos, sino a los franceses", añadió.
El rechazo de Sarkozy a Le Pen refleja la confianza engendrada por su consistente liderazgo en las encuestas. Pero sabe que no puede dar por sentado a los seguidores del líder del Frente Nacional.
"Les digo a aquellas personas que votaron por el Frente Nacional, como a aquellas que lo hicieron por otros partidos, que quiero concentrar una mayoría muy amplia", señaló.
Para hoy se esperaban manifestaciones de sindicatos y una concentración de campaña de Royal para celebrar el Día del Trabajo, antes de un potencialmente decisivo debate en televisión entre los dos candidatos. (Reuters-AFP-NA)
"Invito a los votantes que me mostraron su confianza a no darle el voto ni a madame Royal ni al señor Sarkozy", dijo Le Pen a miles de seguidores en una concentración en París. "Los invito a abstenerse masivamente", agregó.
El presidente del Frente Nacional, el cuarto partido más votado el 22 de abril, consideró que la legítima revancha de su electorado tendrá lugar en la primera vuelta de las elecciones legislativas, el 10 de junio.
Los 3,8 millones de votantes que lo eligieron en esta ocasión, al igual que los 6,8 millones que votaron por el centrista Francois Bayrou, podrían ser decisivos en la segunda vuelta del domingo.
"No debemos tener ninguna responsabilidad en la elección", aseguró Le Pen, considerando que los dos finalistas "representan las políticas que desde hace 30 años llevaron a Francia al estado en que se encuentra hoy: al borde del abismo social, cultural, económico y político".
"Hemos sufrido un revés circunstancial, pero no hemos sido derrotados. Somos nosotros quienes tenemos razón", se justificó.
Abucheos
Ayer, una encuesta de opinión sugirió que el 89 % de los votantes de Le Pen elegiría a Sarkozy, pero en la concentración su nombre provocó más abucheos que los de los socialistas.
Le Pen dice que Sarkozy, un fuerte defensor de la ley y el orden, ha copiado muchas de sus ideas sobre inmigración e identidad nacional, y su negativa a apoyar al ex ministro del Interior refleja su resentimiento ante lo que considera una discriminación por parte de la clase política de Francia.
Pero también advirtió a los seguidores contra el voto a Royal. "Sería ilusorio y peligroso votar por la candidata socialista para obtener venganza por el robo de nuestro programa por parte de Nicolas Sarkozy", expuso.
"¡Queremos a Le Pen, no a Segolene! ¡Queremos a Jean-Marie, no a Sarkozy!", cantaban sus seguidores.
Confianza
Sarkozy, quien obtuvo una clara victoria en la primera ronda, dijo que no necesita el apoyo de otros líderes políticos. La mayoría de las encuestas lo tienen con cuatro a seis puntos por encima de Royal, aunque hay grandes porcentajes de votantes indecisos.
"No estoy haciendo campaña para obtener el voto de Jean-Marie Le Pen o Francois Bayrou", declaró.
"Le hablo al pueblo francés, a los votantes. No a la elite, no a aquellos que quieren representarlos, no a aquellos que quieren hablar por ellos, sino a los franceses", añadió.
El rechazo de Sarkozy a Le Pen refleja la confianza engendrada por su consistente liderazgo en las encuestas. Pero sabe que no puede dar por sentado a los seguidores del líder del Frente Nacional.
"Les digo a aquellas personas que votaron por el Frente Nacional, como a aquellas que lo hicieron por otros partidos, que quiero concentrar una mayoría muy amplia", señaló.
Para hoy se esperaban manifestaciones de sindicatos y una concentración de campaña de Royal para celebrar el Día del Trabajo, antes de un potencialmente decisivo debate en televisión entre los dos candidatos. (Reuters-AFP-NA)
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