Hacer bienlas cosas

Acabo de estar con Luis Alberto Spinetta. Eso solo ya genera un escalofrío a cualquiera, sea fanático o simplemente respetuoso del Flaco. La excusa del encuentro fue la inminente salida de un nuevo disco de este artista, que cuando se dispone a mostrar nuevas canciones genera todo un acontecimiento. El nuevo CD de Spinetta se llama “Un mañana”. Es el número 36 de Luis Alberto y lo grabó con la misma banda de su álbum anterior de 2005, “Pan”. En total son 12 canciones propias salvo “Hombre de Luz”, escrita por su padre, Luis Santiago Spinetta: “es una canción que mi viejo escribió en los 70 y era una deuda pendiente grabarla. Ahí va mi homenaje a mi mamá también”, me dijo un Spinetta emocionado desde el principio de la entrevista. “Mis hijos Dante y Valentino me influyen mucho más a mi que yo a ellos. De hecho, Valentino grabó un teclado en este disco”, siguió este artista único, que no tiene miedo en poner a la familia por encima de todo.
Se sabe que el Flaco, además de ser un guitarrista casi perfecto, ama tocar la viola. “Pero para estas canciones invité a tres violeros estrella, como Nicolás Ibarburu, Baltasar Comotto y Sartén Asaressi”, dijo. El nuevo trabajo de Spinetta contiene dolor y esperanza. “La esperanza es infinitamente más importante y requiere de mucha fuerza”, escribe Luis en el sobre interno.
Es que estas nuevas canciones están fuertemente marcadas por dos momentos muy fuertes para él: la muerte de los jóvenes del colegio Ecos (donde va su hija Vera) en la tragedia de Santa Fe y y la de su baterista Daniel Wirzt. Por eso Spinetta no quiere hablar tanto de música: “el rock y todo este circo pasan a un segundo plano cuanto te enfrentas a ciertas situaciones. Ver la fortaleza de los padres de esos chicos que murieron en la ruta en Santa Fe hace que uno tenga que involucrarse, aunque la tragedia no le haya sucedido a uno directamente”.
Spinetta tiene nuevas canciones pero también una obsesión: apoyar a la fundación Conduciendo a Conciencia, creada por los padres del Colegio Ecos. Por momentos se cansa de hablar de música. Pretende que no haya muertes en las rutas ni en las calles. Mientras tanto da vida con su lírica y a sus melodías: “creo que es un momento breve el que podemos estar acá, maravilloso para hacer cosas buenas. Llámese música, ayudar a estos padres, o lo que sea que haya que hacer, hay que hacerlo bien... y punto”. Palabra de Spinetta.