08 Febrero 2005
WASHINGTON.- La agricultura, el medio ambiente y el transporte, la educación, la salud y hasta los programas de vivienda para pobres son los sectores que pagarán el mayor tributo a la política de austeridad promovida por el presidente George W. Bush en su proyecto de Presupuesto 2006, presentado ayer al Congreso; cerca de 150 programas federales quedan rezagados en los planes. En cambio, la seguridad escapa a esta austeridad; están previstas alzas del 4,8% para los gastos de defensa y de 8% para seguridad nacional.
Las propuestas generaron la indignación de la oposición. "El presupuesto del presidente es fiscal y moralmente irresponsable. y un fracaso de liderazgo", estimó la jefa de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El proyecto prevé un déficit de U$S 390.000 millones (3% del PBI) en el año fiscal 2006; sería la primera vez que el déficit baja desde la llegada de Bush al poder. Para el año fiscal en curso está previsto un nuevo récord, de U$S 427.000 millones (3,5% del PIB). El objetivo de Bush sigue siendo reducir a la mitad el déficit fiscal en los próximos cinco años, y llevarlo a U$S 207.000 millones en 2010.
Incógnita sobre Irak
Los analistas manifiestan prudencia ante estas ambiciones. La austeridad es menor de lo que parece en un primer momento y las posibilidades de reducir el déficit a la mitad son cercanas a cero si se suman varias incógnitas, dijeron expertos. La primera de ellas será Irak. En efecto, el presupuesto no toma en cuenta unos U$S 80.000 millones adicionales que Bush se dispone a pedir al Congreso. Está, además, el costo de las reducciones de impuestos si se vuelven permanentes. Eso podría pesar fuertemente sobre el presupuesto a partir de 2011.
Amargas cosechas
Respecto de 2005, la agricultura sufrirá un retroceso de los recursos del 9,6% (U$S 1.400 millones), a U$S 19.400 millones, principalmente como consecuencia de una fuerte baja de los subsidios a los agricultores. La ayuda federal por agricultor será limitada a U$S 250.000 -un recorte de U$S 110.000- y las ayudas a la producción de los cultivadores y productores lecheros serán reducidas en un 5%. El proyecto justifica esta rebaja en la buena salud del sector agrícola estadounidense, que ha vivido dos años de cosechas excepcionales y precios elevados para el ganado, lo que contribuyó a un alza del 13% en los ingresos de los agricultores en 2004. Las mayores subvenciones están dirigidas a los productores de algodón y de arroz, seguidos por los de trigo, maíz y soja. La decisión del gobierno podría generar una dura batalla con los agricultores, preocupados por defender sus subsidios en un momento en el que estos son objeto de negociaciones en el marco de la ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la liberación de los intercambios.
El gran perdedor será el sector del agua, con una reducción de los subsidios para proyectos de infraestructura de U$S 408 millones a 69 millones. En cambio, los fondos destinados a la investigación sobre la descontaminación en caso de ataque químico, biológico o radiológico aumentarán un 73%, a U$S 185 millones. (AFP-NA-Reuter)
Las propuestas generaron la indignación de la oposición. "El presupuesto del presidente es fiscal y moralmente irresponsable. y un fracaso de liderazgo", estimó la jefa de la bancada demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El proyecto prevé un déficit de U$S 390.000 millones (3% del PBI) en el año fiscal 2006; sería la primera vez que el déficit baja desde la llegada de Bush al poder. Para el año fiscal en curso está previsto un nuevo récord, de U$S 427.000 millones (3,5% del PIB). El objetivo de Bush sigue siendo reducir a la mitad el déficit fiscal en los próximos cinco años, y llevarlo a U$S 207.000 millones en 2010.
Incógnita sobre Irak
Los analistas manifiestan prudencia ante estas ambiciones. La austeridad es menor de lo que parece en un primer momento y las posibilidades de reducir el déficit a la mitad son cercanas a cero si se suman varias incógnitas, dijeron expertos. La primera de ellas será Irak. En efecto, el presupuesto no toma en cuenta unos U$S 80.000 millones adicionales que Bush se dispone a pedir al Congreso. Está, además, el costo de las reducciones de impuestos si se vuelven permanentes. Eso podría pesar fuertemente sobre el presupuesto a partir de 2011.
Amargas cosechas
Respecto de 2005, la agricultura sufrirá un retroceso de los recursos del 9,6% (U$S 1.400 millones), a U$S 19.400 millones, principalmente como consecuencia de una fuerte baja de los subsidios a los agricultores. La ayuda federal por agricultor será limitada a U$S 250.000 -un recorte de U$S 110.000- y las ayudas a la producción de los cultivadores y productores lecheros serán reducidas en un 5%. El proyecto justifica esta rebaja en la buena salud del sector agrícola estadounidense, que ha vivido dos años de cosechas excepcionales y precios elevados para el ganado, lo que contribuyó a un alza del 13% en los ingresos de los agricultores en 2004. Las mayores subvenciones están dirigidas a los productores de algodón y de arroz, seguidos por los de trigo, maíz y soja. La decisión del gobierno podría generar una dura batalla con los agricultores, preocupados por defender sus subsidios en un momento en el que estos son objeto de negociaciones en el marco de la ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la liberación de los intercambios.
El gran perdedor será el sector del agua, con una reducción de los subsidios para proyectos de infraestructura de U$S 408 millones a 69 millones. En cambio, los fondos destinados a la investigación sobre la descontaminación en caso de ataque químico, biológico o radiológico aumentarán un 73%, a U$S 185 millones. (AFP-NA-Reuter)
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