Rafael: exponen en la Capilla Sixtina los tapices de oro

Rafael: exponen en la Capilla Sixtina los tapices de oro

El Vaticano rinde homenaje al famoso pintor del Renacimiento, que supo representar su época con la pintura.

SÓLO POR UNA SEMANA. El papa León X le encargó la historia de vida de los apóstoles San Pedro y San Pablo para ornamentar la capilla. fotos reuters SÓLO POR UNA SEMANA. El papa León X le encargó la historia de vida de los apóstoles San Pedro y San Pablo para ornamentar la capilla. fotos reuters FOTOS REUTERS

La Santísima Trinidad del Renacimiento estuvo integrada por Miguel Ángel, Rafael y Leonardo.

Los dos primeros trabajaron directamente bajo las órdenes de la curia, cumplieron con sus encargos y, como es conocido, Miguel Ángel (al que llamaban “el divino”) tuvo que corregir sus desnudos.

2019 fue el año Da Vinci, al cumplirse cinco centenarios de su muerte (el artista, como ningún otro, representó al hombre del Renacimiento, y sus obras más difundidas están en Milán y en París). En Roma no era bienvenido.

Este año es de Rafael Sanzio: también él falleció hace 500 años. Se han preparado numerosas exposiciones durante todo 2020.

A partir de hoy se podrán ver en la Capilla Sixtina los 10 tapices que ni siquiera el mismo artista pudo observar, pues murió cuatro meses después de que se expusieran los primeros siete. Pero sólo será por una semana, pasada la cual, los tapices regresarán a la Sala VIII de la Pinacoteca Vaticana.

Los tapices basados en sus pinturas con los “Hechos de los Apóstoles”, San Pablo y San Pedro, es una obra que comenzó a rivalizar con los frescos de Miguel Ángel.

Cada papa

Se sabe que los papas Sixto IV y Julio II encargaron decorar las paredes y la bóveda de la Sixtina a Miguel Ángel. De uso fue que cada jerarca se prestigiaba con estas obras, sobre todo si aparecían allí.

Por eso, cuando asumió León X quiso poner su propio sello a la capilla y llamó al joven Rafael para que realizase unos cartones con las historias de los apóstoles para posteriormente realizar una serie de tapices destinados a cubrir la parte inferior de las paredes, que están pintadas con cortinas falsas.

Entre 1515 y 1516 Rafael concibió un gran ciclo monumental con el historias de la vida de San Pedro y San Pablo; fueron enviados a Bruselas para la realización de los tapices en el famoso taller del tejedor Pieter van Aelst, y regresaron al Vaticano entre 1519 y 1521.

Los tapices realizados con hilos dorados de seda costaron mucho más de lo que finalmente se pagó a Miguel Ángel por decorar toda la Sixtina. “Tenían mucho oro y plata y costaron cinco veces más de lo que se pagó por la obra de Miguel Ángel”, cuenta el gran historiador de arte Giorgio Vasari.

Además de la calidad de los tejidos, se ha destacado siempre que Rafael idease una serie de escenas poco frecuentes como “La pesca Milagrosa”, “La entrega de las llaves”, “El castigo de Elima”, “El sacrificio de Listra”, o “La curación del paralítico”, nada utilizadas en el imaginario pictórico religioso.

El desmontaje y montaje de los espectaculares tapices, de cinco metros de largo y tres de ancho, es una delicada operación que se realizó durante 13 horas el domingo pasado y que empleó a más de un centenar de personas.

Los tapices están diseñados para que resistan ser enrollados y desenrollados pero, si se quiere que obras maestras de medio milenio de antigüedad duren a lo largo de muchos milenios, es preciso extremar la atención en cualquier traslado, y hacerlo solo en grandes ocasiones y con gran cuidado.

Filosofía

Durante el año también se recordará una pintura “La Escuela de Atenas” que relaciona directamente al arte con la filosofía y la ciencia.

El fresco, podría decirse, forma parte de esa gran recuperación que se propone el Renacimiento del pensamiento occidental. Y de algún modo expone el neoplatonismo, una filosofía al que adherían no pocos artistas de la época como Botticelli que había estudiado a Plotino.

Como se ha dicho, el artista pinta al dream team de filósofos clásicos y lo hace poniéndoles rostros de artistas de su época. En el centro de la escuela se encuentran Platón (pintado como Leonardo) y Aristóteles, que representaban a las dos principales ramas de la filosofía.

También se identifican a Sócrates, Pitágoras, Heráclito (con los rasgos de Miguel Ángel), Euclides, Epicuro, Empédocles, Parménides, Protógenes, Hipatia y Apeles (autorretrato del propio Rafael).

El fresco se observa como una representación del Renacimiento en un tiempo en el que la filosofía y ciencia no estaban separadas. Son obras que permiten conocer hechos históricos pero también sus interpretaciones.

En la misma sala de las habitaciones (llamada luego Estancias de Rafael), pintó la Teología, Justicia y Poesía, como las cuatro áreas del conocimiento. Las fechas conmemorativas son relevantes y colaboran no sólo a recordar sino a reafirmar y conocer eso que sucedió y que fue, que pasó, pero que regresa con tal fuerza para hacerse presente, que habría que traerlos al aquí y a la hora. (¿como una enseñanza, tal vez?).

Muchas de ellas están atacadas por solemnidades, formalidades y obligaciones (acaso las fechas patrias o religiosas). Forman parte de la agenda oficial, podría indicarse.

Según la mayoría de los historiadores, el Quattrocento y el Cinquecentro fueron dos de los períodos más productivos del Renacimiento; cuando el capitalismo comenzaba a expandirse, a través del intercambio mercantil, en principio.

Poderosas familias y los papas se convirtieron en mecenas de los artistas. A pesar de la historiografía oficial, el arte medieval no fue más religioso que el Renacimiento. Se señala la composición y la perspectiva, como grandes avances en el arte, lo que es cierto desde un punto de vista racional,

Rafael era llamado “el bello”; fue despedido con un grandioso funeral en El Vaticano, cuando murió a los 37 años, en abril de 1520, y fue enterrado en el Panteón de Roma, donde su tumba aún se puede visitar, por lo que una rosa roja será colocada a lo largo de todo el año.

Además Italia le dedicará una serie de exposiciones en Roma, Urbino, su ciudad de nacimiento, y Milán.

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