Por Jorge Figueroa
29 Enero 2020
TODO DE A DOS. Luciana Lescano y Ezequiel Argañaraz son Los Veranos y trabajan juntos desde hace 11 años.
Los veranos en Tucumán son tremendos, pesados, con temperaturas de 35 grados como base, insoportables; nunca fueron frescos. Al contrario, la música de Los Veranos es como una bocanada de aire fresco. Con otros grupos de pop indie, son algo así como un oxígeno en la escena artística local y están obteniendo una visibilidad y, buena crítica, a nivel nacional e internacional.
Los Veranos está formado por Exequiel Argañaraz y Luciana Lescano; la pareja artística (también en la vida real) se conoció hace 11 años, y en la Facultad de Artes de la UNT se dedicaron al teatro. “Trabajar juntos es genial, nosotros lo hicimos desde siempre, más allá de la música” cuenta Lescano en diálogo con LA GACETA.
¿Es que el rock ha dicho ya todo lo que tenía que decir? Los flasheos de los más jóvenes, ese lenguaje dulzón, de onda, mientras se escucha una canción que habla de relaciones fugaces, de amores y desamores, de encuentros y fiestas after, marcan la tendencia pop, en distintas variantes.
Que su último disco “Falso sonido” haya sido seleccionado por el espacio Indie Hoy entre las 50 producciones destacadas de 2019 en el país no es poca cosa. “Estamos felices de estar ahí. Por suerte, ‘Falso sonido’ tuvo grandes repercusiones en la prensa, tanto argentina como en otros países como España, Colombia, Perú y México; desde la prensa especializada hubo muy buenas y lindas criticas”, afirma, y agrega que algunas de sus canciones también se incorporan en compilados de música iberoamericana, por ejemplo “El amarillo”.
El dúo se convierte en trío con Federico Carlorosi cuando toca con ellos en algunas presentaciones; pero, principalmente, este último es su productor musical. “Todo lo que editamos fue bajo su producción”, reconoce la cantante.
Indie Hoy (antes del reconocimiento, ya había escrito otra nota sobre el grupo) ubicó al disco en el lugar 43 entre los 50 más importantes del país. “La grata sorpresa es que en la mayoría de sus temas lo hacen con un estilo sonoro orientado a las pistas de baile. Valiéndose tan solo de sintetizadores, guitarra y sus propias voces, Exequiel Argañaraz y Luciana Lescano sueltan confesiones íntimas en medio de compases ideales para cualquier tarde veraniega”, se afirma en ese medio especializado.
“Todo lo que nuestra música genera en los medios y en los oyentes sobre todo, nos estimula constantemente. Estamos trabajando siempre. Ya tenemos material en proceso, pero sin saber aún en qué terminara, single, disco... Es importante que nos reconozcan, nos gusta porque trabajamos mucho”, describe Lescano, que además usa el nombre Olivia Pop en las redes sociales.
En el primer EP que lanzaron (fue en 2016), “Los días de oro”, hay una dulce y lenta versión en español de “Eyes without a face”, de Billy Idol, un tema popular y conocido pero que en su interpretación suena distinto; hay un valor agregado allí, qué duda cabe. Y en 2017 editaron el simple “Dorado y beige”.
No seguimos ningún tradicionalismo. Pero la nostalgia es un sentimiento que puede estar presente en nuestras canciones, no lo niego (Lucía Lescano)
Baladas y canciones
Si a las baladas románticas y canciones pop, se le agrega una fuerte base de sintetizadores, guitarra y percusión; si a los relatos cotidianos de historias y contactos de Tinder, hay flasheadas y careteadas encubiertas y no tanto; si a las fiestas en la Magic hay mucha pose y gente joven (o que lo simula), así puede retratarse el pop o gran parte de él en Tucumán.
“Nos gusta pensar que lo que hacemos es algo que nos gustaría escuchar primero a nosotros, y por eso no seguimos ningún tradicionalismo. Pero sí, la nostalgia es un sentimiento que puede estar presente en nuestras canciones, no lo niego”, admite, y aclara que no reconocen referentes. Pero hay un contexto pop en la provincia que no puede soslayarse, que excede lo musical y alcanza las artes visuales, escénicas y audiovisuales.
Un relato
Es posible que la historia local haya comenzado con Patricio García (músico y cineasta que impulsó el género falso documental con sus cortometrajes ‘Ruido marrón’ y los dos ‘Socket’ entre 2006 y 2007) y Los Chicles, a mediados de los 90. Luego fue Juan Diosque, que pronto partió a Buenos Aires. Y al comenzar el milenio se encontraron Klemm con Carlorosi y Eduardo Farrel y Monoambiente, y Luciana Tagliapietra y Maxi Lowrey, José Miel y unos cuántos más. Grupos como Gente No Convencida y Los Pasteles Rojos fueron activos en esta escena.
Lescano aclara que “Falso sonido” no tiene nada que ver con esa historia. “Yo ni siquiera sé que es falso documental. Somos de otra generación. El nombre salió de una broma interna, y su significado va mutando. Para mí es una cosa, para Exe es otra”, responde.
A la par de Los Veranos otras bandas como El Estúpido Martes Sangriento o Boutique han publicado sus creaciones. Curiosamente, en una provincia tan pequeña, el rock y el pop se han impuesto y con públicos diferentes, que se aprecian desde los peinados y las mismas vestimentas.
Reconocimiento local
Club 3 eligió producción y banda
Como todos los años, el programa de Radio Fish Club 3 elogió a los mejores trabajos musicales tucumanos. “Falso sonido”, de Los Veranos, fue uno de los cinco finalistas en el rubro disco, pero se impuso “Captura de pantalla”, de Carlos Sáez. Los otros tres competidores eran “La Nory tucumana” (de Noralía Villafañe), “Chiquilín” (Gómez y los Perfumes) y “20 a 20mil” (Telemic). En banda ganó Plazoleta All Stars, que disputaba con Burro de Arranque, Jhonny Boy, Buenas y Santas y Nancy Pedro. Las dos categorías evidenciaron un amplio abanico de géneros y estilos.
Pero la visibilidad nacional hasta el momento la conquistó el pop.
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