Por Gustavo Rodríguez
17 Enero 2020
PELIGROSO. José "El Ruso" Leirman cuando fue trasladado de Santiago a Salta para ser enjuiciado. FOTO/EL TRIBUNO DE SALTA (ARCHIVO)
José Roberto “Ruso” Leirman estuvo sospechado de haber cometido al menos tres crímenes por encargo. Pero enfrentó sólo dos veces a un tribunal. En el único debate que se realizó en Tucumán, la psicóloga forense Inés de Zambrano lo describió como “un hombre con el ego inflado, obsesivo y con rasgos psicopáticos. Es manipulador y utiliza a los demás para lograr sus propios beneficios, por lo que posee una escasa consideración por la autonomía ajena. Además no siente culpa por sus actos”. El supuesto sicario del Comando Atila , de 79 años, fue detenido ayer por una causa de drogas que se investiga en Catamarca.
Leirman trabajó durante a la par de Mario Oscar “El Malevo” Ferreyra en la ex Brigada de Investigaciones. Hasta que estuvo en la fuerza, a fines de los 80, fue activo miembro del grupo parapapolicial que atemorizaba a los habitantes de la provincia. “Era un hombre especulador y muy frío”, indicó un ex uniformado. “Sus compañeros no lo querían porque le tenían desconfianza. Era artero y no dudaría un instante en pegarte un tiro si era necesario”, agregó.
Él y Luis “Niño” Gómez fueron los únicos miembros del grupo parapolicial que fueron condenados por la Justicia por una de las causas que se abrieron en su contra. Leirman fue contratado por un empresario salteño para que eliminara a un abogado de esa provincia. Estuvo prófugo varios años hasta que fue detenido en 2002 en Santiago del Estero. En 2005 fue condenado a prisión perpetua por ese homicidio.
Armando “La Vaca” Urueña, que también fue condenado por el crimen ocurrido en “La Linda”, lo definió como un hombre siniestro. “Leirman es el cerebro de una organización criminal que operaba en Tucumán y en Salta. A él le encargaban que cometiera homicidios”, agregó el acusado antes de ser condenado por un tribunal salteño.
En todas las causas que se le abrieron en su contra quedó al descubierto cómo era su modus operandi. Después de cobrar una suma de dinero, se ocupaba de identificar a la víctima, conocer sus movimientos y planificar la manera más efectiva de matarlo. Después, por su propia cuenta o contratando a terceros para que ejecutará el plan, sellaba su trabajo. Afrontó causas en esta provincia y en Salta, pero no se descarta que también haya cometido este tipo de delitos en Catamarca, Jujuy y Santiago.
En casa
En 2010, según confiaron fuentes policiales, la Justicia de Salta ordenó que sea trasladado al penal de Villa Urquiza para que no rompiera sus vínculos familiares. Seis años después, los jueces que lo condenaron le otorgaron el arresto domiciliario por cuestiones de salud.
Leirman fijó residencia en la finca La Pastora, ubicada en El Cevilar, departamento Cruz Alta. Los miembros de la División Búsqueda y Captura de Prófugos recibieron un exhorto de la Justicia Federal de Catamarca solicitando su detención por una causa de drogas.
Un grupo, integrado por Luis Pratesi Duberti, Fabián González y Luis Gómez, al mando de los comisarios Marcelo Rodríguez y Daniel Robles, recibieron la información de que el prófugo se encontraba en el lugar. Vigilaron el lugar y lo detuvieron ayer a la mañana.
“No ofreció ningún tipo de resistencia, pero negó estar vinculado en la causa. Explicó que, a través de sus abogados se había puesto a disposición de la Justicia, pero que nunca lo habían llamado por lo que estaba convencido de que se trataba de un error”, indicó el comisario Robles. Horas después, los investigadores se comunicaron con un funcionario judicial que siguiera detenido hasta que fuera trasladado a la vecina provincia.
La investigación
En setiembre de 2018, en un puesto de control, una pareja de Tucumanos fue detenida por personal de Gendarmería Nacional cuando se dirigían a Catamarca. Trasladaban más 10 kilos de marihuana. La investigación continuó y se descubrió que Leirman podría haber sido el proveedor de la sustancia para que los detenidos la distribuyeran en esa provincia.
A través de las escuchas telefónicas, los pesquisas descubrieron las charlas que mantenían los arrestados con “El Ruso”. “Necesito 10 kilos de jamón y tres de queso porque tengo una fiesta en Catamarca”, le habría pedido el narco tucumano conocido como “Dominguín”.
En el mismo expediente aparece la conversación que mantuvo la pareja del detenido con el ex policía. “Me faltó jamón”, le dijo. Ex miembro del Comando Atila le habría respondido: “pesalo bien y después lo arreglamos”.
No es la primera vez que “El Ruso” queda vinculado una causa de drogas. En 2002 fue detenido en Santiago cuando trasladaba cocaína. Usaba una identidad falsa, pero se descubrió que era Leirman cuando se analizaron sus huellas dactilares. Y con esta nueva acusación, los contactos de los miembros del Comando Atila con el tráfico de droga dejaron de ser una mera sospecha.
Perfiles:
Luis “Niño” Gómez
Después de más de 10 años espera, uno de los integrantes del Comando Atila, fue condenado a 18 años de prisión como partícipe necesario del crimen del comunero Javier Chocobar, ocurrido en 2009. La Justicia confirmó que el ex policía disparó contra la víctima durante una pelea por tierras.
Camilo Orce
El ex policía, junto a Mario Oscar “El Malevo” Ferreyra, integraron el Grupo Antisubersivo del Este durante el Operativo Independencia. Afrontó cargos por violación de domicilio y tortura. Un Tribunal Oral Federal lo absolvió por el beneficio de la duda, pero el fiscal Pablo Camuña apeló el fallo.
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