Solución sin conflicto para la venta ambulante en Tafí

Solución sin conflicto para la venta ambulante en Tafí

16 Enero 2020

El despliegue de vendedores ambulantes en las veredas céntricas de Tafí del Valle se ha convertido en un inconveniente de múltiples aristas. El propio intendente, Francisco Caliva, en una entrevista con LA GACETA, manifestó que esta es la última temporada de veraneo en la cual se les permitirá a estos trabajadores informales ocupar el espacio público de la villa.

El compromiso del jefe municipal es una buena noticia, porque la situación se ha convertido en una preocupación en distintos sectores, y con diferentes niveles, de la comunidad tafinista. Formalmente, la Cámara de Hoteles y Afines de la ciudad vallista presentó el pasado jueves 9 una nota en la que le solicitó a Caliva una reunión para abordar, como primer punto, su inquietud por la proliferación de actividades comerciales que no cuentan con un establecimiento comercial y que se lleva adelante en puestos callejeros o en vehículos.

La venta ambulante, en cualquier distrito donde se lleve a cabo, es una competencia desleal por doble vía con respecto al comerciante que cumple con las reglamentaciones para la habilitación de su local, paga impuestos y brinda trabajo registrado. Por un lado, el que trabaja informalmente en la calle no debe cargar con la presión fiscal que representa todo emprendimiento formal. Por otro, afrontar el pago de impuestos, salarios, cargas laborales, servicios públicos, tasas municipales y en muchos casos alquileres representa un alto costo fijo que el comerciante debe trasladar al precio de sus productos, que terminan vendiéndose al público a un precio mucho más elevado que el de quien se dedica al comercio informal en las veredas.

Pero en el caso particular de Tafí del Valle, la situación también se torna perjudicial para los artesanos. En los Valles, efectivamente, hay artistas que trabajan materiales nobles con sus manos para crear obras propias, de distintas magnitudes. Ellos se han visto relegados en la actualidad, porque la villa se ha visto invadida de puestos que venden productos industriales, que van desde los más diferentes artículos tecnológicos hasta calzado de goma. El propio intendente reconoció que recibe constantes pedidos de espacio público, justamente, para los artesanos.

En una escala netamente urbana, la proliferación de vendedores ambulantes también se ha convertido en una incomodidad para los residentes, los veraneantes y los turistas, quienes no pueden utilizar las veredas cuando acuden a realizar sus compras en el centro tafinisto. Se ven obligados a bajar a la calle, que en temporada se encuentra atestada por el tránsito de camionetas, automóviles, motocicletas, cuatriciclos y hasta caballos. Con lo cual, una circunstancia doméstica como la de caminar por la ciudad se ve afectada por riesgos potenciales que, un lugar de descanso, deberían estar conjurados.

Claramente, es necesario encontrar una ubicación donde la venta que ahora es ambulante sea concentrada de manera estable y regulada por el Estado, para que en todos los casos se trate de una actividad legal.

En simultáneo, es digno de celebrar que las autoridades impulsen una solución ordenada y sin conflictos, para que en la próxima temporada los tucumanos y los visitantes de Tafí del Valle, uno de los destinos de incomparable belleza de la Argentina, encuentren una ciudad más ordenada y mejor transitable.

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