Sergio Denis: lo que nunca debió pasar

Sergio Denis: lo que nunca debió pasar

El cantante cayó a la fosa del teatro Mercedes Sosa mientras actuaba.

Después del grave accidente del artista, el 11 de marzo, la fosa fue cubierta. Después del grave accidente del artista, el 11 de marzo, la fosa fue cubierta. ARCHIVO
25 Diciembre 2019

La tragedia sobrevoló la noche del lunes 11 de marzo el teatro Mercedes Sosa: Sergio Denis caía al vacío de la fosa de esa sala cuando perdió el equilibrio en la rampa (sin barandas) que conectaba la platea con el escenario y se golpeaba brutalmente la cabeza.

Su show había comenzado pocos minutos antes del accidente; era una función privada (no se vendieron entradas al público) que el gremio ATSA había organizado para agasajar a las mujeres por su día con uno de los cantantes románticos por excelencia del país. “Te llamo para despedirme” era el tema que entonaba el artista en su recorrido entre sus fanáticos, y al tratar de regresar con sus músicos, piso mal y se derrumbó tres metros hasta el suelo. Apenas era la cuarta canción que ofrecía a un séquito que lo ovacionaba.

Médicos y enfermeros dejaron de ser el público que copaba en la sala y le dieron de inmediato los primeros auxilios, pero el diagnóstico al llegar al hospital Padilla fue categórico: había sufrido fractura de cráneo y de extremidades, edema cerebral y múltiples contusiones en tórax y abdomen. Su estado era gravísimo y circularon numerosas versiones sobre su deceso.

Desde ese día, nada volvió a ser igual. El cantante (actualmente internado en el centro asistencial privado Alcla, del barrio de Belgrano en la Capital Federal, tras pasar por el Sanatorio de Los Arcos) jamás recuperó la conciencia. El daño cerebral que sufrió lo mantiene en estado de coma, aunque eventualmente abre los ojos, sin que se conecte con la realidad que lo circunda. Las únicas reacciones de su organismo son por reflejo y es alimentado por sonda.

Fue sometido a varias cirugías tanto en Tucumán (cumplió 70 años cuando aún estaba internado en el Padilla) como en su actual destino, y según declaraciones recientes de su hermano Carlos Hoffman a una radio de Santa Fe “sigue desconectado del mundo, no hay, hasta este momento, ninguna reacción positiva en cuanto a que su mente esté funcionando, pero las esperanzas se mantienen intactas”.

Cambio en la sala

Cuando se conoció el accidente de Denis, cuyo nombre real es Héctor Omar Hoffman, se abrió una causa judicial aún en trámite para determinar las responsabilidades penales, pero la familia del cantante no inició todavía trámite alguno. El secreto que rodea el expediente es absoluto y no trascendió ningún dato de su situación clínica, ni la que tenía antes ni la registrada después del dramático hecho. La privacidad rige como un valor absoluto en esta causa.

La fosa temible ya no existe. Ese espacio era usado como depósito en el Mercedes Sosa (en otros teatros se instala una orquesta para funciones musicales), pero desde hace un par de meses ya está tapado y dejó de ser un peligro.

El teatro siguió y sigue en pleno funcionamiento. Durante el año que concluye, hubo medio centenar de funciones a público de distintos espectáculos, con artistas locales, nacionales e internacionales que lo ocuparon, sin ningún incidente. Por aparte, es usado constantemente para actos y ceremonias, y sus puertas se abrieron más de 100 veces en 2019.

Sin embargo, a la hora de hacer balance y por más positivo que puedan ser los resultados, nadie podrá evitar referirse a esa noche donde la sangre se heló al ver a un ídolo comenzar a pelearle a la muerte, en una lucha desigual y desventajosa. El 11 de marzo de 2019 quedó marcado en el recuerdo popular como el día en que ocurrió lo que nunca debía haber pasado.

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