Crítica de Star Wars: se van a emocionar, no a deslumbrar

Crítica de Star Wars: se van a emocionar, no a deslumbrar

Calificación: buena.

Crítica de Star Wars: se van a emocionar, no a deslumbrar

Origen: EEUU, 2019. 

Dirección: JJ Abrams. 

Con: Daisy Ridley, Adam Driver, Oscar Isaac, John Boyega, Anthony Daniels, Joonas Suotamo, Ian McDiarmid, Billy Dee Williams, Carrie Fisher, Mark Hamill. 

Guión: JJ Abrams y Chris Terrio. 

Fotografía: Dan Mindel. 

Música: John Williams.

No es sencillo hacer una película como esta, por más que los recursos sobren. Son tantos los paladares que hay que satisfacer, tanta la presión social, económica y cultural que envuelve a la franquicia, que la misión no es para cualquiera. Por eso Disney dejó el epílogo de la saga en manos de un hombre de la industria como JJ Abrams. Al cabo de 40 años Star Wars pedía a gritos un desenlace y la novena película mantuvo con los pelos de punta a todos en Lucasfilm por las amenazas que la acecharon desde el inicio. Pero aquí está “El ascenso de Skywalker”, con el alivio de la misión cumplida sobre los hombros. JJ Abrams salvó la ropa, porque al episodio IX le sobran épica y emoción. Ahora bien, ¿es una gran película? Definitivamente no.

Apuntemos que el guión y la dirección estaban asignados de movida a Colin Trevorrow, eyectado del proyecto por esas “diferencias creativas” que no significan otra cosa que el disgusto del estudio por el rumbo de las cosas. De allí el llamado de urgencia a JJ Abrams, que había hecho bien las cosas en el episodio VII. Y no olvidemos la muerte de Carrie Fisher en medio del proceso, lo que obligó a cambiar el destino de la Princesa Leia. El personaje aparece gracias al material que había quedado de las películas anteriores y al milagro del CGI, pero fue necesario modificar el desenlace de la historia. Demasiados contratiempos.

Había muchas preguntas planteadas y las respuestas van surgiendo desde el corazón mismo de Star Wars. Porque “El ascenso de Skywalker” es una película cruzada por la nostalgia, autorreferencial del principio al fin -no falta el celebratorio regreso de varios íconos de la saga- y fiel a la estructura narrativa que George Lucas le imprimió desde el comienzo. Es un festival de sables láser, apelaciones a la Fuerza, cameos de toda índole y esplendor visual enmarcados por la partitura de John Williams. No es casual el protagonismo de C-3PO (Anthony Daniels), casi invisibilizado en las entregas anteriores. Esta es poesía heroica de máxima pureza, alimentada por el agua de la propia fuente.

Y como Star Wars es, en esencia, un drama familiar con estética de western espacial, Abrams se toma su tiempo para resolver los conflictos -más identitarios que románticos- de los Skywalker. El retorno a la escena del emperador Palpatine (Ian McDiarmid), conocido ya desde los tráilers, allana ese camino. Star Wars, espejo de la eterna lucha entre el bien y el mal, es más binaria que nunca en su desenlace.

Puede que “El ascenso de Skywalker” emocione en la permanente apelación a su propia y brillante tradición. Lo que no consigue es sorprender ni deslumbrar. La historia va tan a lo seguro que se priva de explorarse a sí misma en profundidad, por eso “El imperio contraataca” jamás fue superada. Y también está el hecho de que tanto el trío formado por Rey (Daisy Ridley), Poe (Oscar Isaac) y Finn (John Boyega) como el villano Kylo Ren (Adam Driver) fueron incapaces de librarse de la sombra de Luke, Han Solo y el incomparable Darth Vader en su afán por volar a la misma altura. Se sabía que esta trilogía cargaría con esa mochila.

La trama es la de siempre: los rebeldes, comandados por Leia, conforman un puñado de davids empeñados en derribar al goliath que está a punto de erigir un nuevo imperio de la más pura raigambre sith. Allá van Rey y compañía, surcando planetas, encontrando viejos amigos como Lando Calrissian (Billy Dee Williams) en el camino, confiados en conseguir un milagro similar al que Luke y compañía concretaron en el episodio VI. Y en el medio, por supuesto, el tironeo con el lado oscuro de la Fuerza, tan potente y seductor.

No, no es sencillo hacer una película que millones de personas aguardan durante años, dispuestas a escanearla cuadro a cuadro antes de lanzar el veredicto en las redes sociales. JJ Abrams, Disney y Lucasfilm hicieron la tarea y le dieron a la saga un final más que digno. No es poco, teniendo en cuenta que el de Star Wars es un universo en plena expansión. Ahí está el megaéxito de “The Mandalorian” en la pantalla de Disney+. La historia empezó en el cine y tiene el futuro asegurado en el streaming.

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