Reporte Rural: datos positivos para desterrar la quema de caña

Reporte Rural: datos positivos para desterrar la quema de caña

Gracias al incremento en el número de hectáreas certificadas con la norma Local GAP Caña de azúcar sin uso del fuego, y al trabajo de la mesa de Gestión Ambiental, la práctica de la quema se está reduciendo. La cosecha en verde redunda en beneficios para los productores. Además, estos cuentan con alternativas para aprovechar el RAC.

La producción azucarera en Tucumán es una actividad de una gran importancia económica y social. No obstante, todos los años genera discusiones, acerca de cómo el sector maneja su cultivo y su industrialización, ya que la quema y los desechos que produce muchas veces no son manejados en forma adecuada.

El uso del fuego fue tradicionalmente una herramienta que utilizaba el sector para que la materia prima llegue a los ingenios con la menor carga de residuos vegetales. Actualmente, las quemas, tanto de la caña en pie como del rastrojo están prohibida por ley.

Por suerte el sector continúa trabajando para que esta modalidad sea desterrada, ya que el fuego no sólo afecta a la población circundante, sino también al cañaveral propiamente dicho.

El sector cañero se está capacitando de manera permanente, para evitar que sus cañaverales sean afectados por el fuego antes o después de la cosecha.

En este sentido, tanto el INTA como la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) continúan trabajando denodadamente para solucionar esta práctica, que termina perjudicando al productor y a toda la sociedad.

En este suplemento se viene informando acerca de este tema. Por un lado, sobre la certificación de las normas “Local GAP caña de azúcar sin uso del fuego” que se realiza en la provincia, que ya superan las 44.000 hectáreas. Por el otro, sobre los trabajos que lleva adelante la mesa de Gestión Ambiental, que en su último balance anual anunció una reducción en la quema de los cañaverales: mientras en 2013 se había quemado un 43% del área cosechable, este año ese ítem se redujo a un 18 %.

En nuestra provincia, más del 80% de la superficie con caña de azúcar se cosecha en forma mecánica, con máquinas integrales, sin quemar la caña antes de la operación de cosecha. Esta práctica se conoce como “cosecha en verde”, y su implementación conduce a un sistema de manejo del cañaveral más sustentable y amigable con el ambiente y con las poblaciones vecinas a los campos productivos. Pero la quema intencional sigue siendo el gran enemigo de esta alternativa de manejo sustentable que se desea incorporar.

Este forma de cosecha es posible debido a que las máquinas integrales de última generación pueden trabajar en estas condiciones, con resultados perfectamente compatibles con una cosecha eficiente, tanto para los niveles de trash (basura), como para los de pérdida de materia prima.

El residuo de la caña de azúcar que queda después de la cosecha en verde se conoce como Residuo Agrícola de Cosecha (RAC), y su cantidad varía -debido a las condiciones de Tucumán- entre 7 y 17 toneladas de materia seca/ha. Este residuo debe ser considerado un “valor” por los productores, y se le pueden dar diferentes alternativas de manejo, ninguna de las cuales implica su quema: se lo puede dejar en el suelo, como cobertura -mulching-; incorporarlo en los primeros centímetros del suelo o enfardarlo y retirarlo del campo para darle diferentes usos.

Como cobertura sobre la superficie del suelo el RAC favorece una mejor infiltración del agua de lluvia o de riego, y disminuye la pérdida de humedad por evaporación. La conservación del residuo implica un aporte importante de materia orgánica al agroecosistema, mejora la fertilidad y protege al suelo de la erosión. Además, favorece el desarrollo de una meso y microflora benéfica, evita el crecimiento de algunas malezas -en especial, de las anuales, originadas de semilla- y permite reducir las labores de cultivo.

Por todo esto, conservar el RAC sobre la superficie del suelo es una práctica beneficiosa para la producción de la caña de azúcar; sobre todo en aquellas regiones que no presentan problemas de exceso de humedad o napa freática alta.

Por otro lado, el RAC puede ser retirado del campo y utilizado para producción de energía, como alimento para el ganado o como mulching en otros cultivos.

Así, la “cosecha sin quema” -cosecha en verde- y el manejo del RAC son el camino a transitar por la actividad azucarera tucumana.

Además el RAC y el bagazo que se obtienen de la cosecha y del proceso industrial resultan insumos básicos para incrementar la eficiencia energética de los sistemas de cogeneración de energía eléctrica, en los cuales muchos ingenios azucareros invirtieron para aprovechar esta ventaja que ofrece la biomasa que produce la caña de azúcar.

A esto debe sumarse la producción de etanol, para que sea usado en reemplazo de los combustibles fósiles, que hoy se cortan con un 12% de alcohol.

El beneficio para la sociedad resultará altamente positivo si se realiza un eficiente uso de un cañaveral sin quema -amigable con el medioambiente-, si se produce energía en el proceso industrial, cogenerando y produciendo alcohol, bajos las actuales normas de producción ambientalmente sostenibles.

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