14 Octubre 2019
El Transmontaña y sus "tapones" recurrentes: embotellamientos y enojo de pilotos
“Descifrar el acertijo”, la definición de la dupla ganadora de la edición 2019 del Rally Transmontaña de motos bien puede ir más allá de lo que significa una carrera extrema. El “acertijo” va más allá porque para quienes no vieron podio o finalizaron en el pelotón de los de abajo, el recorrido desde San Pedro de Colalao hasta El Cadillal pudo haberse convertido en un tormento.
“Cada año digo que no vuelvo y sigo volviendo”, dijo uno de los participantes que acercó videos al WhatsApp de LA GACETA en el que se ve una marea de pilotos estancada en un tramo del recorrido. Estos “tapones” suelen ser recurrentes en cada competencia, pero éste en particular tomó otra dimensión. Incluso por las quejas mismas que ocasionó en varios tramos de la carrera el “cuello de botella”.
El tráfico en la senda, consecuentemente, es de una masividad a la que los pilotos no están acostumbrados en ninguna otra fecha en cualquier calendario regular. En algunos tramos del Transmontaña los embotellamientos provocan que los pilotos tengan que bajar a cero la velocidad. También hubo un corte de cinta demarcatoria que hizo que muchos se perdieran.
En total, 1200 pilotos pagaron su inscripción. La recaudación del evento fue importante, algo así como $ 7 millones. Entonces, el malestar derivado por la falta de baños químicos en la zona de la llegada se hizo escuchar. No bastó con los baños públicos de la zona del anfiteatro de El Cadillal. Tampoco con colocar unos “cuantos baños” químicos. Por la convocatoria que hubo, claramente, se quedaron cortos en un aspecto clave. Cuestiones a mejorar.
LA GACETA intentó comunicarse infructuosamente los organizadores del evento, Mario Huespe, su hijo, Sebastián, y Mario Pasteris, para que ellos puedan brindar su visión sobre lo sucedido en la competencia, que quedó en manos del binomio formado por Franco Ayuso y el riojano Diego Llanos.
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