Nobel de la Paz para el político que puso fin a la guerra en Eritrea

Nobel de la Paz para el político que puso fin a la guerra en Eritrea

Un conflicto que desangró a dos países.

ENTRE GRANDES. El retrato de Ahmed se sumó al de otros premiados, en el Centro Nobel de la Paz, de Oslo.  reuters ENTRE GRANDES. El retrato de Ahmed se sumó al de otros premiados, en el Centro Nobel de la Paz, de Oslo. reuters
12 Octubre 2019

OSLO, Noruega.- El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, fue galardonado por el Comité Nobel Noruego con el Premio Nobel de la Paz 2019 por sus esfuerzos para poner fin a 20 años de hostilidades con Eritrea. Aunque -a sus 43 años-, el líder más joven de África enfrenta grandes retos, en menos de dos años en el poder ha puesto en marcha reformas políticas y económicas que buscan mejorar la vida de muchos de sus empobrecidos compatriotas, al tiempo que restauró las relaciones con la vecina Eritrea, que estaban congeladas desde la guerra fronteriza que libraron entre 1998 y 2000.

Abiy fue seleccionado por sus esfuerzos a favor de la cooperación internacional y en especial por su iniciativa “decisiva” para resolver el conflicto fronterizo entre su país y Eritrea, informó el Comité Nobel noruego. Desde que asumió, en abril de 2018, el líder africano reanudó conversaciones con Eritrea, negoció un acuerdo de paz y aceptó las fronteras fijadas por una comisión internacional en 2002.

Nobel de la Paz para el político que puso fin a la guerra en Eritrea

El galardón reconoció además el papel del presidente eritreo, Isaias Afwerki, que tomó la mano extendida por Abiy y de los actores que trabajan “por la paz y la reconciliación” en Etiopía y en las regiones del este y noreste de África. “Estoy abrumado y me emocioné tanto cuando me enteré de la noticia. Este es un premio para toda África, para Etiopía”, dijo Abiy en una entrevista con el secretario del Comité Nobel noruego, Olav Njolstad.

En la breve conversación, difundida por la Fundación Nobel, Abiy se mostró esperanzado de que el premio sirva de impulso para contribuir a la paz en todo el continente.

Etiopía, de unos 10 millones de habitantes, y Eritrea, con unos 4 millones, no habían tenido relaciones diplomáticas desde el inicio de la guerra, en 1998, conflicto durante el cual el propio Abiy peleó una vez en una ciudad que siguió en disputa hasta su anuncio del año pasado.

Eritrea se independizó de Etiopía en 1993, luego de una guerra de guerrillas de 30 años. Unas 80.000 personas murieron en la guerra entre ambas naciones, que terminó en 2000. El jurado destacó el papel “clave” de Abiy en otros esfuerzos de reconciliación en la región, como entre Eritrea y Yibuti; Kenia y Somalia y entre Gobierno y oposición en Sudán.

Abiy ha impulsado reformas en Etiopía, el segundo país más poblado del continente, y la mayor economía del este de África, entre las que el Comité mencionó el fin del estado de sitio, la amnistía a miles de presos políticos, la legalización de partidos opositores y el compromiso de celebrar comicios.

El popular líder etíope recibió críticas por no solucionar algunos problemas de raíz, como la falta de federalismo y las tensiones étnicas, que han hecho de Etiopía el país con más nuevos desplazados del mundo. “Falta mucho por hacer”, dijo. (Télam)

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