No sólo Leandro Díaz necesitaba el gol en Atlético

No sólo Leandro Díaz necesitaba el gol en Atlético

El equipo también esperaba por regreso goleador del "Loco".

OTRO ÁNIMO. Leandro Díaz se entrena con otro semblante luego anotar su primer gol de la temporada ante Talleres. EL “Loco” espera seguir con la racha en el próximo partido ante Banfield, el sábado 19. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio OTRO ÁNIMO. Leandro Díaz se entrena con otro semblante luego anotar su primer gol de la temporada ante Talleres. EL “Loco” espera seguir con la racha en el próximo partido ante Banfield, el sábado 19. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
11 Octubre 2019

La carambola previa al primer gol de Atlético contra Talleres quizás no fue casualidad. Ariel Rojas ejecutó el córner, Bruno Bianchi lo cabeceó desviado, Javier Toledo remató al arco, Guido Herrera tapó con la pierna, Marcelo Ortiz pasó de largo con una pirueta y finalmente Leandro Díaz marcó el gol y terminó con un hechizo de 277 minutos sin convertir para el equipo y de cinco meses en su cuenta personal. Todo en cinco segundos. Una caótica secuencia que derivó en el gol 22 del jugador con el “Decano”. Justo ese número que significa el “Loco” en la Quiniela y que él lleva como apodo.

“En la calle me preguntaban algunos hinchas: ‘¿cuándo vas a hacer un gol?’ ‘Ya va entrar’, les decía, pero hace poco ya no sabía qué contestar”, bromeó el delantero, que respondía por él y en parte por todo el equipo que había caído, causalmente, en una sequía similar. Necesitaba la ayuda de sus goles.

“Venía mal con el arco. Tenía varias situaciones pero no las metía”, opinó Ricardo Zielinski sobre uno de los tres delanteros que puso en cancha ese día. Javier Toledo era otro de ellos aunque este ya había convertido en esta temporada durante la Copa Argentina. Al “Loco” no se le había dado ni esa. “Esa semana le hablé para que se quede tranquilo, es un gran jugador”, contó el entrenador. Claro, la ausencia de gol en una de sus fuentes principales, era un tema de preocupación.

Más si se tiene en cuenta la influencia de Díaz cuando hace goles para el equipo. De esos 22 goles, 14 los convirtió en el Monumental y el equipo jamás perdió cuando eso pasó. 12 triunfos y dos empates, según consignan las estadísticas del periodista Martín Vega.

Algo similar sucede con Guillermo Acosta. El volante convirtió 25 goles con Atlético en 23 partidos y el equipo sigue sin conocer lo que es la derrota cuando eso pasa.

Si hasta el propio Guido Herrera, arquero de Talleres, lo felicitó una vez terminado el festejo que ensayó con sus compañeros en la tela de alambre frente a los hinchas. “Le quedó justo ahí y estaba en el lugar indicado”, dijo Herrera que valoró el oportunismo del delantero.

Difícilmente el arquero de Talleres esté al tanto de las rachas de los delanteros de Atlético pero vale la casualidad para seguir sumando buena onda. Seguramente Díaz la necesitará para continuar de racha y no volver a esperar tanto para festejar. Algo inhumano para un delantero de área y, como se ve, perjudicial para su propio equipo.

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